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JUEGO |
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RiME
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25/05/2017 |
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Cuesta poner estos pensamientos en orden y en papel, en texto, en bit, como quiera que sea. Ni siquiera The Last Guardian me ha causado tantos quebraderos de cabeza y aún sigo pensando en si hice lo correcto al analizarlo. RiME recuerda al protagonista homónimo de A Propósito de Llewyn Davis: tiene talento y corazón y quiere contar su historia, pero en un mundo saturado por artistas intentando que su voz se oiga, algunos con más éxito que otros, destacar es difícil. Es bueno, pero no un genio. También es posible que yo sea el único necio que intente nadar a contracorriente por hacerme el chulo; mientras escribo estas palabras, el juego aún no ha salido y todo lo que oigo de él son bondades. Las emociones nos calan a cada uno a su ritmo y manera. Quizá ese sea mi error, no verlo. Pero los gritos de ese niño todavía no me alcanzan.
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Bot Vice
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24/08/2016 |
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Pero no es para todo el mundo. Ni siquiera tengo claro si es para mí, pero su calidad es incuestionable. Se resiste a darse por vencido pero sabe aceptar la derrota frente a nosotros. A decir verdad, casi parece alegrarse. Quiere mostrárnoslo todo y que lo disfrutemos, pero tendremos que matarnos por conseguirlo. En los viejos tiempos las cosas se hacían de otra manera. Hace unas semanas llegó Stranger Things a Netflix. Una serie bien, no excepcional pero entretenida, y siendo un verano lento como suelen ser los veranos, pues todos la vimos y la gente la adoró. Diría que Bot Vice es el equivalente, pero esta obra se esfuerza mucho más por inventar y dejar claro su estilo propio. Hay tributos, pero no entorpecen el discurso. Los ochenta siguen vivos y con gancho, incluso treinta años después.
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The Count Lucanor
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07/03/2016 |
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El Conde Lucanor es una japonesada hecha por un equipo de españoles y franceses. Tiene sentido del humor, pero no llega a ser cómico y, sin venderse como terror psicológico, es capaz de perturbar y ofrecer imágenes pesadillescas. Su sencillez no eclipsa su progreso, y al final de la historia uno no sabe qué conclusiones sacar, si esto ha sido real, si es una historia sobre un niño consiguiendo sus sueños, si qué. Aún así, el título sigue resultando extraño, un uso de la cultura española porque sí, titular porque queda bien sin pensar en qué significa. Según su creador, esto es intencional, una referencia que puede sonar exótica y, desde luego, "the count Lucanor" da más resultados sobre el videojuego que la novela en Google. Una época curiosa la nuestra. Qué medio el videojuego.
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Calendula
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08/02/2016 |
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Porque si Calendula tiene un problema, es que no ha sabido ser lo suficientemente ambicioso. No ha sabido llevarme, seducirme, hacer que me pregunte qué vendrá a continuación y ansiar la respuesta. Curiosamente, igual que el juego se estanca en su pantalla de inicio y nunca comienza, sus creadores no ven más allá de sus límites y simplemente piensan en qué nueva barrera nos detendrá esta vez. "Qué puzle puede haber"; esa es la mentalidad que parece guiar su diseño en lugar de "qué historia queremos contar" o "qué queremos hacer sentir al jugador". Ese es el problema de Calendula.
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