FICHA DE CRÍTICA
Porque si Calendula tiene un problema, es que no ha sabido ser lo suficientemente ambicioso. No ha sabido llevarme, seducirme, hacer que me pregunte qué vendrá a continuación y ansiar la respuesta. Curiosamente, igual que el juego se estanca en su pantalla de inicio y nunca comienza, sus creadores no ven más allá de sus límites y simplemente piensan en qué nueva barrera nos detendrá esta vez. "Qué puzle puede haber"; esa es la mentalidad que parece guiar su diseño en lugar de "qué historia queremos contar" o "qué queremos hacer sentir al jugador". Ese es el problema de Calendula.
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