DeVuego ES_COR

Zenith is one of those rare games that combines a bunch of great attributes and a few awful ones but still comes out like a hundred bucks. Nothing “bad” about this game really hinders it and it could be seen as part of the charm. Think Conker’s Bad Fur Day. The gameplay was solid, the graphics were good for the day, but what all drew us in was the dialogue and story. That and we were 12 and the game kept referencing poop. For Infinigon this is a great step forward and I look forward to their next project. Zenith is a great game if you’re looking for a nice smash fest with an all tenor chorus comprised of man-elf eating giant spiders.

Als vollwertiges Action-Rollenspiel in Diablo-Manier ist Zenith leider nur Durchschnitt: Die technische Umsetzung ist holprig, der Spielkomfort mäßig, die Charakterentwicklung vergleichsweise simpel, der Umfang überschaubar. Nicht einmal eine Koop-Funktion ist mit an Bord - und das, obwohl man häufig zu zweit unterwegs ist und die KI-Partner kaum eine Hilfe sind. Dass ich trotzdem gut unterhalten wurde, liegt vor allem an den skurrilen Situationen, amüsanten Dialogen und albernen Parodien, die die spanischen Entwickler hier ähnlich wie in The Bard's Tale von 2005 immer wieder auftischen. Schade nur, dass es der deutschen Lokalisierung hier und da an Sorgfalt mangelt. Aber allein die als Running-Gag servierte Final-Fantasy-Stümpertruppe um Claude, Titus & Co gleicht das wieder aus. Auch der vielseitige Soundtrack weiß zu gefallen - ebenso wie die vielen unerwarteten Überraschungen, charmanten Details, gelungenen Rätsel- und Slapstick-Einlagen sowie taktisch angehauchten Bosskämpfe. Keine Offenbarung, aber ein solides Fantasy-Abenteuer mit vielen Gelegenheiten zum Schmunzeln.

BadLand Games e Infinigon nos traen un título rompedor. Zenith es uno de esos juegos que debería de estar en cualquier biblioteca, ya sea por su gran contenido in game como por su amplio humor que sumado a su bajo precio de venta lo convierte en un gran candidato con el que pasar unas cuantas horas. Aunque no sea un título que destaque por su nivel gráfico y tenga algunas cosas a mejorar, estamos ante uno de los proyectos españoles del año y que todo jugador debería tener. Zenith nos hará de reír a lo grande y lo que es más importante en un juego hoy día: divertirnos y entretenernos, porque muchos nos llegan a entretener pero la esencia y la diversión de después no todos son capaces de dejarla.

Sus puntos débiles serían los aspectos técnicos, necesitando un mejor pulido de los gráficos o de las mecánicas jugables se ven sobrepasados por los puntos fuertes como son la trama o el interés que despierta en el jugador durante las 12-14 horas de título, por eso mismo le otorgamos un 6/10.

Zenith is a game I wanted to enjoy more, and there are plenty of times I did have fun, but the combat was the most un-fun and unfair aspect of the game, and that’s what players will be doing the majority of the time. It has an ok soundtrack, some funny dialog, and some cool variation in environments. It just stumbles pretty hard in the combat department and really puts a smear on an otherwise silly, funny time. If funny games that make fun of fantasy settings are something that players can see themselves enjoying, Zenith isn’t a horrible experience, it just requires some determination to see it through for the parts that are enjoyable.

Other tiny issues blight the experience, such as being able to quaff potions mid cut-scene and in inventory panels by mistake and getting caught on pieces of terrain with the terrible animations. A lacklustre combat and loot experience seriously damages what could have been a very funny and compelling adventure. But I am really keen to highlight the heart and soul of this game: it has tons of love poured into its dialogue, characters and world building in general. I feel like there’s a lot of potential at Infinigon, and I would love to see how they develop from here, but for now Zenith is an unfortunately maligned opening shot into the crowded action RPG stable.

En general, Zenith sorprende para bien, ya que a simple vista parece un clon más de Diablo, pero con la diferencia que entre su sentido del humor y su jugabilidad “más dinámica” engancha. No obstante el juego deja la sensación de que no es honesto con sus pretensiones. Siendo menos ambicioso en ciertos apartados el resultado podría haber sido bastante mejor.

Mientras jugaba a Zenith he intentado recordar la última vez que reí a carcajada limpia con un videojuego y lo primero que me venía a la cabeza eran los citados Monkey Island, en especial los primeros. Las obras de Ron Gilbert, Tim Schaffer y Dave Grossman conseguían sacarte sonrisas casi a cada paso y, a día de hoy, lo sigue haciendo. Y al juego de Infinigon le ha faltado poco para conseguirlo, además de por sus diálogos y las situaciones que plantea la historia, es una obra plagada de guiños a la cultura popular: Geralt de Rivia, Metal Gear, Monkey D. Luffy, Cloud, Tidus, Aeris, Booker y Elizabeth, referencias a un ladrón que rompe vasijas y viste de verde, Terry Pratchett, Voldemort, Goku y las bolas de dragón, la negativa de Argus de hacer cualquier misión de recolección para nadie, etc. En cada posada que nos encontremos puede haber uno de estos personajes, o incluso más. Consiguiendo que durante casi todo el juego, tengamos una sonrisa perpetua dibujada en nuestra cara y es algo digno de mención.

En general de Zenith solo se salva la música y la historia. ¿Merece la pena jugarlo por eso? No. Su jugabilidad hace que no sea divertido de jugar. Yo misma estoy haciendo este análisis pero he sido incapaz de terminarlo. Según Steam he jugado 5 horas, ¡5 horas!, y me he aburrido tanto que lo he tenido que dejar y os aseguro que intenté acabarlo para hacer bien esta reseña, pero creedme que tal vez si no tuviera que hacer este análisis lo hubiera dejado antes.