La experiencia narrativa de Brainwash Gang consigue ser sentimental y emocionante, a la vez que sus instancias de cinematografía exquisita son una auténtica delicia. Su música es tremendamente disfrutable y acompaña durante este viaje que quiere ser más demostrativo que explicativo, que a muchas aludirá y tocará de maneras distintas. A mí, por ejemplo, me hizo darme cuenta de esta nueva ausencia de música en mi cotidianidad, de lo mucho que debo parecer uno de los personajes de TLROE mientras ando por la calle de camino al trabajo, y de lo mucho que me gusta que se hable de lo cotidiano. Agradezco, por tanto, que exista este The Longest Road on Earth y cierro con otro verso de Valium 10 para que veáis que, efectivamente, las cosas pequeñas del día a día llevan el peso de la vida: «Y tienes la penosa sensación/ de que en el crucigrama se deslizó una errata/ que lo hace irresoluble.»