Hace casi un mes comentábamos la inminente salida de Soccertron, el primer videojuego comercial de Erosa Games, o lo que es lo mismo David Erosa, quien lejos de embarcarse en un ambicioso proyecto y arriesgarse a perderse en el limbo como han hecho otros, ha optado por comenzar con los pies en el suelo, con un videojuego sencillo pero con posibilidades.
Soccertron es la evolución de Only One Ball, un videojuego por David Erosa para la game jam Ludum Dare #28 (que todavía es posible jugar en este enlace). Este juego está fuertemente inspirado por Kung-Foot, un minijuego incluido en Rayman Legends que mantuvo a su creador enganchado desde el primer momento que lo jugó. Tras ver que sus amigos se pasaban una tarde entera jugando a la versión inicial del juego en su consola OUYA, David decidió que debería mejorar y aumentar el juego y sacarlo a la luz.
Tras probar en su momento la versión beta me quedé con un buen sabor de boca por su planteamiento, pero quizás esperaba algo más en esta versión final.
Soccertron es sorprendentemente más divertido de lo que pueda parecer a priori. En una suerte de batido de Pong y las clásicas máquinas de Air Hockey, tan sólo podemos mover a nuestro personaje y golpear la bola -destacable la total compatibilidad con gamepad- en un ir y venir de golpes entre nosotros y nuestro oponente; aunque esta sencilla mecánica varía ligeramente según el deporte al que nos enfrentemos.
Aquí comienza uno de los puntos débiles del juego, y es el desequilibrio entre sus distintas modalidades deportivas. Mientras que algunas se hacen muy divertidas -personalmente me encantan el soccetron y el basketron- otras se hacen tediosas -como el volleytron- o directamente muy sencillas -como el shrinkotron-. Igualmente desequilibrada está la IA de los oponentes, que he de decir que ha mejorado respecto a la versión beta que había probado, ya que mientras que son unos auténticos inútiles en según qué deportes, en otros son auténticas máquinas infalibles.
Bien es cierto que Soccertron está pensado para jugar en compañía humana, y ahí, como la gran mayoría de juegos competitivos/cooperativos, gana enteros. Sin duda es un juego perfecto para enchufar durante un rato en una reunión de amigos, entre cervezas, y picarse jugando uno contra uno o incluso dos contra dos. Las risas y la diversión están aseguradas.
Sin embargo, para disfrutarlo en solitario, el juego se queda muy vacío, y este es el gran talón de Aquiles de Soccertron: su escasísimo contenido. Sólo tenemos un par de modos de juego: el de torneo, donde jugaremos a ganar 3 partidas a los deportes que de manera aleatoria se nos proponen; o bien la práctica individual de uno de los deportes. Con tan sólo 5 deportes en total y la imposibilidad de jugarlos de otra manera, con otros objetivos, con variaciones, etc., nuestras partidas a Soccertron no serán especialmente largas.
Gráficamente, aunque en cierto modo original, con esa inspiración en Tron, es extremadamente simplista, algo que acompaña bien al estilo general del juego, al igual que su música -excelente por otra parte para este tipo de juego- que nos recordará a los arcades de otros tiempos.
En conclusión, Soccertron tiene un gran potencial en su sencilla y adictiva base jugable, divertida sobre todo cuando se disfruta en compañía. Pero su enorme falta de contenido y por tanto las escasas posibilidades que aporta al jugador solitario lastran excesivamente a un juego que probablemente para el jugador tipo de PC no sea llamativo. Probablemente con la inclusión del ya prometido modo multijugador online podamos sacar mucho más partido al juego.
Mientras tanto, quizás en sus versiones para dispositivos móviles, que también las hay, puede ser una opción mucho más atractiva para disfrutar en ratos muertos donde necesitamos una diversión directa de escaso recorrido.
Autor
Creador y Director de DeVuego. Padre. Informático. Ex-Vocalista de Death Metal. Pierdo el poco tiempo libre que tengo haciendo webs de videojuegos como esta.
