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Una fantástica secuela que mejora a su predecesor en todos los sentidos para ofrecernos una aventura desafiante, bien diseñada, adictiva y audiovisualmente deslumbrante.

The Mageseeker: A League of Legends Story es una aventura que, a pesar de sus esfuerzos, no consigue brillar. Cuenta con una buena historia, personajes carismáticos, muchos guiños y referencias para los fans de este universo, algunas mecánicas muy interesantes, un sistema de progresión equilibrado, grandes batallas contra jefes finales y un apartado audiovisual muy llamativo, virtudes que acaban siendo lastradas por un diseño de niveles muy pobre, unos controles no del todo satisfactorios y unos combates que no tardan en estancarse por lo mucho que se abusa de ellos y de ciertos tipos de enemigos que se repiten hasta el hartazgo, algo que en un título como este que lo apuesta todo por la acción, acaba por pasar factura.

Kharon’s Crypt: Even Death May Die es una aventura muy recomendable con la que nos lo hemos pasado realmente bien. No solo se trata de un fantástico y nostálgico homenaje a una consola mítica, sino que también sabe sorprendernos con un buen diseño de niveles, puzles interesantes, intensos jefes y una mecánica de posesión que le da entidad propia a su desarrollo. Quizá no sea perfecto, pero si echáis de menos los tiempos de GBC y os apasiona el "mazmorreo" de las entregas clásicas de The Legend of Zelda, aquí encontraréis una experiencia a la que bien merece la pena darle una oportunidad.

Metroid Dread es ese Metroid 5 con el que tantos años llevábamos soñando, una fantástica aventura de acción, plataformas y exploración en 2D que ha sabido estar a la altura de la leyenda de su saga. Entre sus grandes aciertos nos encontramos con unos controles exquisitos, una jugabilidad pulida hasta sus últimas consecuencias, unos jefes intensos y espectaculares, una dificultad bien equilibrada, buenos puzles para conseguir secretos y un diseño de niveles muy cuidado, por no hablar de un apartado audiovisual absorbente y capaz de regalarnos secuencias tremendamente espectaculares.

SuperEpic: The Entertainment War es un "metroidvania" entretenido cuyo principal atractivo radica en la mordaz crítica que realiza a ciertas prácticas de la industria actual y en sus constantes referencias a la cultura pop y a los videojuegos. Más allá de eso, nos queda un título cumplidor con un diseño de niveles mejorable, unos jefes que no dan la talla y un sistema de combate muy bien resuelto y satisfactorio. Dista de ser un mal juego, pero también se queda lejos de ser brillante, así que si simplemente buscáis una aventura del género que os entretenga y con la que echaros unas risas sin mayores pretensiones, aquí tenéis una interesante opción de compra a valorar.

Moonlighter apuntaba maneras desde su aparición en Kickstarter y ha sido toda una alegría comprobar que el producto final no ha decepcionado lo más mínimo. Una aventura de mazmorras con sabor clásico, con unas mecánicas de comercio tan sencillas como divertidas, y con un protagonista que dista de ser el típico héroe al que hemos encarnado ya mil veces. Y por si fuese poco, todo adornado con un apartado audiovisual casi perfecto. Uno de los grandes indies del año.

Rise & Shine se ha convertido por derecho en una de las primeras sorpresas de este 2017. Un título entretenidísimo y muy variado, desafiante, bien diseñado, con un apartado visual precioso y con un atractivo ineludible para cualquiera que lleva años disfrutando de este hobby. Quizá lo intransigente que es con el jugador no lo haga muy recomendable para los usuarios con menos paciencia, ya que la muerte aquí es una constante (pudiendo provocar cierta frustración y hastío), pero si os apetece una buena aventura que mezcle con acierto puzles, plataformas, acción y amor por los videojuegos, os recomendamos darle una oportunidad al viaje de Rise y Shine.

Bloodbath es un juego que si se hubiera lanzado hace 15 años lo mismo habría podido tener hasta algo de gracia, pero a día de hoy no deja de ser un auténtico desastre. Uno de esos títulos que es mejor evitar y que resulta imposible de recomendar incluso a precio de oferta. Pocos contenidos, un apartado audiovisual de risa y una jugabilidad que consigue aburrir antes de terminar la primera partida son sus cartas de presentación, así que si os atrevéis a adentraros en este baño de sangre, luego no digáis que no estabais avisados.

Deadlight es un título que desprende personalidad y buen hacer en muchos aspectos, pero que se ve lastrado más de lo debido por otros. Su corta duración, lo previsible de la historia, su elevado precio, su baja dificultad, sus bugs y su falta de explotación en algunas mecánicas que podrían haber dado mucho juego, acaban por hacer mucho daño a su perfecta ambientación, a su variado desarrollo y a su interesante propuesta jugable en general. Un buen título que se hace muy entretenido mientras dura, pero que nos deja con la sensación de que podría haber dado mucho más de sí, ya que potencial no le falta precisamente.

La nueva obra de Pendulo Studios resulta ideal para los recién llegados al género y para todo aquel que quiera disfrutar de una buena historia llena de misterios e intriga. Eso sí, su brevedad, su baja dificultad y lo poco inspirado de la mayoría de sus puzles le impiden alzarse como un gran juego, quedándose en simplemente un buen título con el que calmar nuestra sed de aventuras.