Quizás no atrae a primera vista –otro tanto le pasa al viciante OlliOlli de Vita-, no seduce a las primeras de cambio y a algunos –los menos acostumbrados a la dificultad clásica- se les atragante al poco de empezar, como hacerles volver tres pantallas atrás cuando al fin tienes una llave para tal puerta. Puede que no sea perfecto, incluso muy modesto en algunos elementos, pero este Unepic tiene el mérito de que lo ha hecho un solo desarrollador –con alguna ayuda de tres colegas-, que le ha echado sentimiento a su trabajo. En ocasiones el humor no funciona, y algunas parodias sobran en lo que podían haber sido partes que aprovechasen más la historia. Pero a cambio tenemos un juego largo +20 horas para revisarlo todo, con un sistema de creación/crafting enorme, una miríada de Quests que resolver, de NPCs que encontrar y zonas que recorrer en las que moriremos varias veces hasta comprender el porqué nos pasa.
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