Friends vs Friends no es el próximo juego al que dedicarle por completo los siguientes meses de tu vida. Es, al contrario, un shooter multijugador que hemos disfrutado más en las sesiones de juego cortas, pero que también nos ha dejado pensando en él cuando no estábamos frente a la pantalla, ya sea por el pique o porque se nos ha ocurrido una nueva estrategia que querríamos probar. Es un título que transmite a la vez sensaciones de familiaridad y de originalidad, que mezcla lo sencillo y lo profundo. Sí da la sensación de que la progresión está un tanto ralentizada porque el contenido por desbloquear no es amplísimo (aunque preferimos esto a que estuviera repleto de micropagos, totalmente ausentes); y que hay cositas que retocar, como el matchmaking y algún bug importante. La clave es que cada partida, incluso cuando nos toca contra alguien mucho más hábil, es tensa, ágil y divertidísima; poco más se puede pedir.
Leer artículo completo