Tan humilde como directo, el primer paso de SVC Games en el mundo de las videoconsolas ha sido, en resumidas cuentas, una grata sorpresa, a la que muy pocas cosas se le pueden echar en cara. Desde luego, no se trata de una aventura revolucionaria, pero sí de una que consigue lo que se propone, antojándose como una opción inmejorable para esos ratos muertos que a todos nos surgen en el día a día, y ofreciendo una gran oferta de contenido en relación a su precio (de unos 4,99€). Toda una reivindicación de la diversión arcade que, esperamos, sea el inicio de algo mucho más grande.