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Podía decir que Tiny Lands es un juego de buscar diferencias y terminar mi reseña en una frase, pero aparte de que quedaría muy feo, os estaría mintiendo entre comillas.
Bolas de nieve con vida
Nada más comenzar el juego ya nos avisan que no hay game over, si un nivel no lo puedes completar, sales al menú y pasas al siguiente que no pasa nada. Esto no es una competición de ver quién encuentra más diferencias y en menos tiempo. Tiny Lands va de relajarse, de evadirse en cada pequeño nivel buscando las diferencias y escuchando su atmosfera.

El juego lo componen 5 mundos con 10 niveles cada uno, encapsulados como en bolas de nieve. En cada uno de esos niveles nos encontraremos un pequeño cuadro en tres dimensiones, que podremos ver y examinar en 360º. Esa es la finalidad del juego: rotar, girar, ampliar y observar bien para buscar las diferencias de cada pequeño lugar. Para avanzar de un nivel a otro o mejor dicho, saltarnos niveles, deberemos recoger estrellitas que nos darán al encontrar las diferencias.

Tiny Lands, pequeños mundos con vida

Cada escenario lo compone una escena viva y en pseudo movimiento, con su música y atmosfera particular. Si hay ranas, las oiremos croar de fondo, si aparecen niños, sus risas y juegos se escucharan de vez en cuando. Todo ello muy suave y sin desentonar en la atmosfera de paz y relajación que acompaña su música.
Algo que me ha gustado mucho son los escenarios con agua y lluvia, en ellos me pasaría horas y horas, por la paz que transmiten. Pero no olvidemos que el juego va de buscar diferencias ¿o se le puede llamar pasatiempo? En realidad, lo es. Un pasatiempo perfecto para recurrir a él en ratitos de estrés, con nuestros auriculares, para alejarnos del bullicio del día a día. De esos días grises en los que te apetece jugar, pero no a algo que exija mucho de ti.
Un juego en el que el tiempo pasa y no te das cuenta
Conclusiones
Hyper Three Studio ha creado un juego magnifico para llevar en el portátil, para los ratos de sofá y mantita (pronto tendrá versión de Switch), para ratitos de desconexión, y como pasatiempo. Ideal para jugar con peques o con un amigo para buscar diferencias juntos. Un juego en el que el tiempo pasa y no te das cuenta.
Viajar por esas pequeñas islas buscando diferencias da una satisfacción enorme. Y es que, aunque cliquemos por error donde no es, NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA, no hay penalización ni perdida de puntos o estrellas. En Tiny Lands se busca la paz, no la frustración. Si te atascas en un nivel, pasa a otro y ya volverás o quédate un rato escuchando su musiquita y sus sonidos ambientales, el juego no te va exigir nada más, excepto que disfrutes.
Autor
Redactora en mis ratos libres en Orgullo Gamer, en DeVuego y en mi blog, de mi pasión favorita: los videojuegos. En mis ratos ocupada soy TCAE.