Hyper Three Studio saca para Switch The Shape of Things.
En mayo de este mismo año, el estudio publica su juego en Steam, ahora, el 31 de agosto, lo tienen todo listo para su port para la consola Nintendo Switch. Inspirándose en la mecánica de Rubick, este juego nos trae una larga lista de objetos deconstruidos que, nosotros, transformando, rotando o moviendo, devolveremos a su estado original.
Las primeras impresiones sobre los controles son nefastas, con el joystick izquierdo de la consola giramos la figura mientras que, con el derecho, realizamos todas las transformaciones pertinentes del objeto. Todas las personas que jugamos con mando, estamos acostumbrados a usar el joystick izquierdo para el movimiento del personaje y el derecho para la cámara. Cierto es que en este juego no controlamos a un avatar, pero sí la susodicha figura. La figura se siente como un personaje, por lo que nuestro cerebro lo entiende que debe moverse con la izquierda. Afortunadamente, esta pequeña confusión no es tan grave como parece, requiere de entrenamiento con varias figuras, pero te acabas acostumbrando.
Más allá de este percance con los controles, no he encontrado ninguna dificultad a la hora de superar los diferentes puzles, es un juego sencillo y busca serlo, por lo que lo han hecho bastante bien. Jugar a The Shape of Things es como meditar, como dibujar mandalas, es un ejercicio de relajación y concentración. Es una propuesta ideal para evadirse del mundo real mientras descubres cada una de las figuras.
La belleza está en la forma de las cosas.
Ya que todo el gameplay reside en ajustar la escala, la rotación o posición del objeto, el punto fuerte de este juego se va a encontrar en el arte.
La estética general del juego es coherente y minimalista. El escenario principal es una habitación, con un diseño estético impecable. No busca aproximarse al realismo, sino a la tranquilidad y la paz, donde tú como jugador puedes modificar la luz, el ambiente y todo lo que lo rodea.
Cada uno de los niveles, está englobado en un contexto diferente, proporcionándonos objetos únicos y bien diseñados. Todo este contexto artístico y visual está acompañado de una banda sonora relajante que evita marcar cualquier tensión.
Honestamente, es el juego más de “chill” que he jugado últimamente.
A veces en la vida, hay que valorar su sencillez.
Para poder realizar todos y cada uno de los puzles, deberemos obtener una serie de monedas, que las canjearemos en un gachapón, para apelar un poco a la ludopatía del jugador. Aunque es una ludopatía falsa, ya que está diseñado para obtener todos los espacios jugables.
Con este gachapón obtendremos una series de orbes, que son contenedores de espacios. Cada uno de estos espacios tendrán objetos relacionados con los mismos y ahí, es donde entran en juego los puzles.
Y así, en un solo párrafo se ha resumido el gameplay general. No posee ninguna curva de dificultad en cuanto a la progresión, todo es lineal y rutinario. Pero eso no es malo, simplemente es un juego sencillo y sin pretensiones de grandeza. Los puzles están bien diseñados, cierto es que con tres tipos de mecánicas, a veces se siente reiterativo. Pero lo dicho, es un juego para echarle un ratito de relax, no para echarle horas y horas para conseguir todos los logros.
Conclusión
Si buscas algo tranquilo con lo que echar media o una horilla, es el juego ideal. Si buscas algo más exigente y desafiante, busca otro título. El punto más fuerte del juego, sin lugar a dudas, es el arte. Está muy cuidado y mimado, buscando la sencillez, pero también está acompañado de ciertos detalles que hacen la experiencia mucho más relajada.
Más allá de que la experiencia haya sido relajante y entretenida, tampoco creo que sea de las mejores propuestas que he jugado. Tengo asociada la consola o el ordenador a juegos de otro tipo de estilos, me pega más este tipo de gameplay para dispositivos móviles.
Autor
Game Designer que se toma la vida como un juego. Guionista galardonada con un Óscar por la película que se ha montado en su cabeza. Fanática de los videojuegos desde que tengo uso de memoria.