6 de junio. 12 de la mañana. Una horda de personas, de sudor y de líquidos varios se juntan en la plaza del ayuntamiento de Pamplona. Los empujones y los pisotones se cuentan por cientos, cuando las palabras mágicas que dan inicio a esta locura llamada San Fermín suenan tras el txupinazo: ¡viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!

Lo que nadie sabe es que este 2018 las tornas van a cambiar, y los morlacos son los que van a tomar las riendas: cornear, pisotear y los más de 500 kilos que pesa tu toro para sembrar el pánico por las calles de Pamplona.