DeVuego ES_COR

Sin caer en el orgullo patrio, hay que decir que este Risky  Woods, primer cartucho auténticamente español, sólo se aleja de ¡a perfección en un sólo punto, la jugabilidad. Y es que los saltos que realiza el protagonista son tan paupérrimos, que más vale calcularlos al milímetro si no queremos ver cómo nuestras vidas descienden a velocidades de espanto. Pero si lográis superar este defecto y os hacéis con el personaje, daréis de lleno con un juego pleno de color y alegres melodías, muestra de lo que en un futuro próximo podrá nuestro país dentro del mundo consolero.