Podemos decir que 2016 está siendo un año importante para la compañía Ratalaika Games (gran nombre, por cierto), dado que se ha producido su entrada en Steam tras su periplo por Android e iOS. En la plataforma de Valve ya podemos encontrar dos videojuegos de esta compañía: The Minotaur, del que tratará este análisis y Defend your Cript.
The Minotaur llegó a la plataforma el 21 de Enero de 2016. Inspirado en el juego The Beast de MS-DOS, se trata de un puzzle en 2D, en el que controlaremos a un pequeño hombre que tendrá que sobrevivir en laberintos repletos de minotauros.
Iniciamos el juego y directamente entramos en el tutorial donde se nos enseñarán las mecánicas del juego. Con unos controles muy simples e intuitivos, tendremos que mover los bloques del escenario para encerrar o aplastar a los minotauros. Obviamente ellos no van a estar quietos, se irán moviendo por todo el escenario, siempre intentando acercarse a nosotros para aniquilarnos.
The Minotaur engancha rápidamente. El hecho de que los enemigos nunca se estén quietos hacen que la habilidad sea tan importante como el componente de estrategia o puzzle, impidiendo que el jugador tenga demasiado tiempo para pensar. La intuición y la capacidad de tomar decisiones rápidamente son vitales en este juego. Tendremos que estructurar los bloques, creando trampas a las que atraer a los minotauros y, una vez que hayan caído en ellas, la rapidez será clave para eliminarlos antes de que se vuelvan a mover
En el escenario encontraremos bloques móviles, los cuales podremos empujar, incluso si son filas de siete u ocho; y bloques inmóviles. Por otro lado, tenemos tres enemigos: el minotauro normal; el minotauro oscuro, que hay que aplastar obligatoriamente contra un bloque inmóvil, y el minotauro rojo, que nace de un huevo y tiene la capacidad de mover también bloques, habilidad que lo convierte en un enemigo muy peligroso.
La mecánica del juego es buena, pero como en todos los puzzles, para impedir que el jugador caiga en la rutina se necesitan nuevos componentes que obliguen a modificar la jugabilidad.
Y aquí llega el punto débil del juego: pese a que la idea es tremendamente adictiva, no se acaba de explotar totalmente. Cuando has completado unos cuantos niveles te das cuenta de que ya has abarcado todas las posibilidades del juego, no van a aparecer enemigos diferentes que te obliguen a idear nuevas estrategias y, por tanto, se vuelve repetitivo con facilidad. Una cantidad más alta de enemigos, más variedad en los bloques, poderes para el protagonista… este tipo de componentes habrían aportado mucho al juego.
Esta falta de contenido también la encontramos en el aspecto técnico. Los gráficos son simpáticos, con un aire retro 2D muy agradable, pero hubiéramos agradecido más variedad en la paleta de colores, dado que la mayoría de niveles están diseñados en tonos oscuros y podremos tener alguna dificultad al diferenciar a los minotauros. También escasean los escenarios, solo tendremos tres diferentes y dos de ellos son muy parecidos.
En cuanto a modos de juego sí que tenemos un repertorio más completo. El principal es el modo arcade, en el que el objetivo será completar 30 niveles de la forma más rápida posible. En la puntuación final influirá el tiempo, la cantidad de muertes, la forma en que matemos a los enemigos y hasta el número de bloques que movemos. Aunque la dificultad no es extrema, en algunos niveles sí que moriremos varias veces antes de lograr derrotar a los pequeños minotauros.
Personalmente me quedo con el modo retos. Aquí tendremos 40 mapas con un muy buen diseño, donde eliminar a los enemigos no será tan fácil. Jugaremos en mapas con pocos bloques, mapas pequeños, mapas con una cantidad abismal de enemigos… y hasta escenarios con mensajes o guiños a otros videojuegos.
Encontraremos también un modo contrarreloj, en el que tendremos que superar los niveles con un límite de tiempo; un modo a una vida, donde el reto será completarlo sin morir ni una vez, y el modo infinito, en el que estaremos jugando hasta morir, sin límite de niveles.
Tendremos la posibilidad de jugar todos estos modos también en modo cooperativo local, con hasta 3 amigos más. Además, nos ofrece la opción de jugar un modo competitivo, en el que la misión será acabar con el personaje rival como si de un minotauro se tratase.
Por último, existe un creador de mapas, donde podremos diseñar y compartir niveles con todos los jugadores; aunque, lamentablemente, la comunidad no tiene mucho movimiento. No obstante, yo me lo he pasado pipa realizando unos cuantos mapas que se pueden encontrar en la página de Steam del juego.
Un jugador experimentado puede completar el modo arcade, los retos y la mayoría de los logros en unas tres o cuatro horas, después solo quedará batir records propios o de otros jugadores Habría sido muy interesante añadir desbloqueables como mapas, diseño nuevos para los personajes, melodías nuevas… algo que animara al jugador a seguir echándole tiempo.
Conclusiones. The Minotaur deja un buen sabor de boca, aunque pudo haber sido mucho más. La idea funciona perfectamente, es adictivo, los controles son buenos y la banda sonora encaja perfectamente con el espíritu del juego. El problema es la falta de contenido. Un par de enemigos más, un par de escenarios más y un par de elementos desbloqueables y el juego ganaría muchos enteros. No obstante, es un inicio en Steam muy prometedor, que nos hará estar muy pendientes de los futuros proyectos de la compañía y, por 1,99€ es una opción más que interesante que nos va a dar unas cuantas horas de entretenimiento sin duda alguna.
Versión analizada: PC (Steam)
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.