FICHA DE CRÍTICA

Lo que hace grandes a los roguelike es lo que no nos esperamos. Es aquí donde Ziggurat menos destaca: a pesar de tener material suficiente para que estemos un buen tiempo consiguiendo nuevas cartas y desbloqueando personajes (menos importantes que en otros juegos, por lo demás), le falla la chispa y la gracia de, por ejemplo, The Binding of Isaac. Pequeños detalles: Ziggurat combina su naturaleza aleatoria con cierta rigidez que acaba haciendo cada partida más parecida a la anterior de la cuenta, por mucho que las habitaciones sean otras y los enemigos sean diferentes. Algo que no está del todo mal, en cualquier caso, porque ninguna partida es aburrida o sabe a poco, pero que podría haberse beneficiado de encuentros más inesperados o situaciones menos previsibles; no le habría ido mal un poquito más de personalidad. Han acabado suficientemente cerca de sacarse de la manga un imprescindible como para celebrarlo, en todo caso; Ziggurat puede no ser Heavy Bullets, a pesar de compartir algunos aciertos y otros fallos, pero es un juego interesante para cualquier aficionado al tiroteo, a lo aleatorio y a la muerte permanente.

Leer en su medio original
70
 
30/10/2014

  Compartir