Sensei enseña muchas cosas: a los que no somos desarrolladores nos ayuda a entender los procesos creativos que hay detrás de los videojuegos, nos abre una puerta a la mente de los autores, y a los que hacen videojuegos les da una serie de pistas que sin duda le ayudarán en su futuro profesional. Si bien parece que el libro de Luis García Navarro está más enfocado al segundo grupo, a los que quieran aprender cómo crear videojuegos, en realidad cualquiera que esté interesado en este mundillo encontrará en Sensei una fuente de sabiduría única, prácticamente inédita, que facilitará la comprensión del medio y, de paso, el dejará con un buen número de anécdotas y curiosidades que recordar.