Desde que el hombre, formalizó la ciencia, numerosos ejemplos se hayan de lo que emerge del avance de un campo, pero si se combina correctamente, nuestra “ensalada” no tendrá solo buena lechuga, tendrá el sabor que emerge de combinar todos sus ingredientes. Pues como se suele decir la inteligencia de un niño emerge de la suma de su potencial y el entorno.
Como ejemplo tenemos las agencias aeroespaciales, científicos, ingenieros, visionarios de todo tipo, son los encargados de crear la combinación de ciencias y avances que nos han traído la maravillosa exploración espacial.
Con esta analogía, podría decirse lo mismo de los videojuegos, que en la edad media, seguro no eran posibles, sin los ordenadores. Las videoconsolas sin el pad. Los ordenadores sin monitor. Recientemente y pisando con mucha fuerza, Oculus VR y la competencia, se agolpan por conseguir a los mejores ingenieros y ser los más punteros.
Sabiendo este emergentismo que es tan característico en la industria del videojuego que hasta ahora se limita a alcanzar la maestría en lo narrativo y en lo jugable, no son pocos los intentos de redefinir el mercado, pero son demasiados los fracasos los que ya hemos visto.
Un ejemplo, pueden ser los pilotos de combate con sus cascos de realidad argumentada, que les pueda mostrar la información vital de la forma mas practica posible, lo mismo podriamos decir de un cirujano con la capacidad de ver cámaras 3D en plena operación gracias a la miniaturización de las cámaras.
Por otra parte es criticado, que empresas como Facebook, quieran sin saberse bien sus intenciones meter mano en estos proyectos, pero por lo que Mark Zuckerberg a dado a entender, su intención es poner billetera y ser capaces de comercializar el producto a precio de coste si fuera necesario. Nada mal.
Por tanto imaginemos un mundo donde los videojuegos VR (Realidad virtual) triunfan. ¿Que podría emerger de esto?
Quizás, tratamientos u operaciones médicas inmersivas, juegos centrados en la interacción por estímulos con el jugador, experiencias visuales, aprendizaje acelerado (anulando distracciones), sugestión de todo tipo de pensamientos.
Algunas muy buenas y otras potencialmente peligrosas, pero lo que emerge es prácticamente ilimitado, si combináramos una pulsera cardíaca con un VR y un mando de Wii, podríamos jugar solos al tenis a la vez que hacemos deporte, cosa de la cual hasta ahora parecen enemigos los videojuegos.
La gamificación es un gran método de aprendizaje, si es correctamente llevado, cuantos más medios, más posibilidades de aumentar su potencial. ¿Sera este nuestro futuro?
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Desarrollador independiente, indie lo llaman, pero es mas bien una rueda que gira por si misma. Será que me gusta, quizá debería aspirar a ello...
Actualmente "cerebrando" y quemando horas en May's Dream.
