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Kittengumi: Sakabato’s Thief

Yo soy del team perro, no me escondo. Tampoco tuve mucha elección ya que la vida me obsequió con una fuerte alergia a los gatos. Qué le vamos a hacer, es un amor imposible. Los gatos y yo nos limitamos a miradas lejanas y, como mucho, a alguna caricia detrás de las orejas a la que sigue un buen lavado de manos, por si acaso. Dicho esto, qué mejor persona para analizar un videojuego protagonizado por furros gatunos que yo.

Guarida Games se estrena en la industria del videojuego con Kittengumi: Sakabato’s Thief, una novela visual ambientada en Japón y protagonizada por gatos samurais. Disponible en Steam, Switch y PlayStation.

Kittengumi: Sakabato's Thief.  Imagen Ryuudama
El diseño de los gatos samuráis está muy logrado.

Han robado la Sakabato

Que te gusten los gatos es una condición sine qua non para apreciar Kittengumi: Sakabato’s Thief en su justa medida. La historia nos traslada a un país oriental llamado Gapón, concretamente al Kittengumi, un dojo repleto de gatos samuráis que se despiertan con una dramática noticia: alguien ha robado la espada Sakabato, un importante tesoro. La misión de encontrar el objeto robado y encontrar al criminal recae sobre dos jóvenes samuráis, Ryuudama, un astuto gato y su amigo Kumaneko, un panda que cree ser un gato y está obsesionado con el bambú.

La lectura de Kittengumi: Sakabato’s Thief es entretenida y se hace especialmente divertida por la constante mezcla del mundo gatuno con la cultura oriental, con una fuerte influencia del manga y anime. La historia que se narra es interesante, con un misterio que va in crescendo con el avance de la lectura, aunque pueda pecar de previsible en gran parte de su desarrollo. Los personajes están bien construidos, especialmente el dúo protagonista, que nos hará sonreír en más de una ocasión (y quizás llorar); pero también los secundarios cuentan con una personalidad marcada y no se limitan a ser meros figurantes. Se nota que la intención es aprovechar todo este universo felino y sus personajes en futuros videojuegos.

Kittengumi: Sakabato's Thief.  Imagen escena de lucha
Las escenas más espectaculares las encontramos si en la ruta canónica

Me ha sorprendido gratamente ver la gran cantidad de rutas que ofrece la historia. Si bien el jugador no interviene en exceso, las decisiones que toma, pese a poder parecer banales, varían de forma notable el devenir de los acontecimientos. Por ejemplo, en la primera partida que he jugado, he terminado la aventura con un final bastante aséptico, con poca acción y sin demasiado interés. Se ve que las decisiones que he tomado no eran las más atrevidas. En la segunda partida, sin embargo, he dado con el final canónico, el cual conlleva batallas, más personajes e importantes dosis de drama felino. En total, 10 finales diferentes ofrece Kittengumi: Sakabato’s Thief, los cuales aseguran unas 3 o 4 horas de juego.

Gatos samuráis

Donde más se aprecia que se trata de un estudio novel es en el apartado técnico. Los escenarios son totalmente impersonales, genéricos y no aportan ningún valor a la historia que se cuenta. Los personajes, que tienen un diseño mucho más atrevido y acorde a la historia que se narra, apenas disponen de tres o cuatro sprites diferentes en los que cambia sólo un poco la expresión de sus caras. En el caso de algunos personajes secundarios, incluso menos. En cualquier caso, gráficos y apartado sonoro son un decente acompañamiento de la narración y logran, especialmente en la parte final de la obra, que suframos y nos emocionemos con los sucesos. Es de esperar, eso sí, que se eleve un poco el listón de cara a las futuras historias de Ryuudama y Kumaneko.

Kittengumi: Sakabato's Thief. Imagen 1

Sin embargo, todo lo positivo que se pueda señalar de Kittengumi: Sakabato’s Thief queda opacado por unos textos escritos de forma mediocre, siendo generoso y sin querer hacer sangre. Si fuera cualquier otro género, se podrían pasar por alto determinados errores, pero tratándose de una novela visual es imposible perdonar la constante presencia de errores de puntuación, gramaticales y hasta de ortografía. Dejando al margen que leer cosas como ‘extrangero’ quita años de vida o que el imperativo rara vez se usa de forma correcta, el verdadero problema es que la mala escritura dificulta la comprensión en no pocas ocasiones.

Quizás para una persona con más interés en lo que se cuenta y no en el cómo se cuenta pueda ser perdonable, pero a mí que me ha sacado totalmente de la experiencia y casi me ha hecho abandonar el juego. Ha faltado mucho trabajo de corrección y testeo.

Conclusión

Kittengumi: Sakabato’s Thief es una interesante primera obra de Guarida Games. Una novela visual con un contexto gatuno-oriental muy bien construido y con personajes repletos de personalidad. El apartado técnico es pobre, pero se puede perdonar dado que cumple como complemento de la trama de misterio. Sin embargo, la experiencia queda lastrada por una escritura repleta de errores de todo tipo. El juego pide a gritos una actualización que corrija el texto y haga justicia a la originalidad de la trama.

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Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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