Análisis de Death or Treat

Hace ya unos meses que tuve la suerte de asistir a la BIG Conference donde pude conocer de primera mano proyectos en desarrollo. No me escondo si os digo que uno de los que más me llamó la atención fue la ópera prima del estudio madrileño Saona Studios, Death or Treat, un juego de acción y plataformas con mecánicas de hack and slash con animaciones 2D y gráficos llamativos y pintados a mano.

Así que cuando vi en el calendario de DeVuego su estreno programado para el pasado 11 de mayo, supe que tenía que jugarlo para ver si mis impresiones eran ciertas. Tras 9 horas de ardua lucha por fin conseguí derrotar al enemigo final y os invito a acompañarme, si los fantasmas no os dan miedo, para ver que me ha parecido.

Death or Treat una “fantásmica” historia de Halloween

En Death or Treat interpretamos a Scary, un pequeño fantasma dueño de un negocio de venta de caramelos de Halloween llamado Ghost Mart. Cuando nuestro protagonista llega a la ciudad de HallowTown encuentra que está desierta, no hay nadie por sus calles y los negocios están cerrados a cal y canto. El responsable, el dueño de la multinacional FaceBoo, Clark Fackerberg, y sus secuaces.

Nuestra misión será poner fin a esta locura y restablecer el pueblo de HallowTown y a sus buenas y divertidas gentes. Para lograr cumplir nuestro objetivo con éxito deberemos atravesar zonas infestadas de enemigos a los que deberemos enfrentarnos, así como a sus líderes para terminar con todo el mal y que nuestro negocio vuelva a funcionar. Una trama con una ambientación tenebrosa pero muy tierna que nos sacará más de una sonrisa por sus referencias. Su historia es simple pero “fantásmica” (fantástica + fantasma) y que sirve de base perfecta para el juego.

Un desafío lleno de acción y plataformas

Death or Treat es un juego clásico de acción y plataformas en 2D con mecánicas de roguelite. Deberemos superar cuatro niveles con sus respectivos jefes finales y una ambientación diferente. El primero al que nos enfrentaremos es Darkchat, un laboratorio lleno de productos químicos y enemigos mutantes. Luego pasaremos por Riptok, sede de la app más usada y con temática de cementerio. Continuaremos en Deviltube, un entorno medieval lleno de diablos, y por último, FaceBoo, sede del mal. Cada nivel tiene seis zonas diferentes para superar antes del enemigo final y en cada partida cambian. No son ilimitadas o generadas por azar si no que habrá unas diez y en cada partida te enfrentarás a seis de ellas.

El sistema de combates es muy simple, y los enemigos no suponen un gran desafío, sobre todo cuando desbloqueas el arma a distancia. Por contraste, me han encantado los combates con los jefes finales, desafiantes al principio y faciles a medida que dominas sus movimientos y estrategias. Se sienten únicos y son realmente divertidos.

Recoge todos los caramelos e ingredientes posibles

Una de las características principales del juego es su mecánica de roguelite, ya que en cada partida irás avanzando acumulando ingredientes para desbloquear nuevas características, armas, poderes,… hasta que mueras, te retires o ganes y vuelvas a HallowTown.

A medida que acumulemos ingredientes, los encontraremos en cofres o los soltarán al azar los enemigos, y recojamos caramelos podremos ir desbloqueando los distintos negocios de HallowTown. Allí, antes de cada partida, nos permitirán mejorar las armas, habilidades y poderes de Scary. Desde desbloquear armas, a mejorar la salud y regeneración, el tamaño de nuestro inventario, mejoras para nuestros poderes, e incluso podremos abrir atajos a los diferentes niveles para no tener que empezar siempre desde el principio.

Y es aquí donde encuentro los mayores problemas de Death or Treat, por un lado el azar al recoger ingredientes puede provocar que tengamos que repetir los niveles muchas veces, alguno más de 15 veces. Por otro lado, cuando empiezas a jugar es muy divertido, pero con un número de pantallas tan escaso, a medida que te las pasas una y otra vez, se hace muy repetitivo. Es como si hubiesen alargado artificialmente la duración del juego. Con un par de niveles más y siendo más generosos con los ingredientes, el juego hubiera sido sobresaliente en su jugabilidad.

Un apartado artístico de 10

Sin lugar a duda los gráficos y el sonido son lo más sobresaliente de Death or Treat. El apartado visual está dibujado a mano y eso se nota, tiene un marcado estilo cartoon precioso y una ambientación de fantasía terroríficamente dulce. Me ha recordado a Pesadilla antes de Navidad de Tim Burton pero con un toque más de Disney. Cada diseño está sumamente cuidado, desde los escenarios a cada personaje y objeto. Es realmente bonito de contemplar. La banda sonora le va perfecta al apartado gráfico, una composición de nivel que suena muy bien y que te acompañará en cada partida.

Conclusión

En conclusión, Death or Treat es un juego clásico de acción y plataformas en 2D con mecánicas de roguelite y hack and slash que resulta divertido de jugar aunque con las partidas termina volviéndose repetitivo. Con un sistema de combate muy simple y sencillo que contrasta con el desafío de los enemigos finales, que son la parte más original y complicada hasta que los dominas.

El apartado artístico es maravilloso, con un cuidado del detalle y trabajo espectacular, que es muy bonito de ver y oír. Cada escenario, enemigo final, personaje u objeto destaca por su trazo a mano. Este primer título de Saona Studios es un buen juego que por culpa de algunos fallos no es sobresaliente pero que nos dará un buen rato de diversión.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Saona Studios

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