El debate entre formato físico y digital es un tema recurrente entre el público gamer. Un sector, seguramente los nacidos antes de la consolidación de internet, adora tener sus juegos en la estantería, bien ordenados, con sus cajas e instrucciones en perfecto estado. Otro grupo, sin embargo, otorga menos relevancia a los «complementos» físicos del videojuego y optan por tenerlos almacenados en sus librerías digitales o en sus videoconsolas. Se comenta que esta última es la tendencia que predominará en el futuro. Quizás sea verdad. Si en algún momento los compradores dudaron de la fiabilidad de tener sus juegos en una nube, el sentimiento ha desaparecido. Adquirir productos desde las store es ya la norma y el formato físico, progresivamente, va dejando de ser lo que fue. ¿No os parece doloroso, por ejemplo, comprar un juego y no ver el libreto de instrucciones?
No estoy en contra del formato digital, ni de lejos. La sociedad evoluciona y el mercado del videojuego va a la cabeza en este proceso. Hay que adaptarse y asumir que ciertos aspectos que adoramos van a perderse y que otros, que aún no conocemos, van a conformar el camino a seguir. El formato físico puede, o no, ser uno de estos aspectos.
La cantidad de jugadores que ama tener sus videojuegos en la estantería es enorme. Paralelamente, el desarrollador también parece preferir ver su obra en forma de objeto y no limitada a la red. Estas dos certezas me llevan a pensar que, al menos en el futuro más próximo, el formato físico perdurará, aunque coexistiendo con el digital, que será el predominante. Encontramos una reflexión más profunda sobre el tema en este artículo de Yova Turnes.
No voy a enumerar las numerosas ventajas del formato digital. Basta incidir en que ha dado la posibilidad a numerosos desarrolladores de lanzarse a la aventura de crear y publicar un videojuego con una «relativa» seguridad. Esto se traduce en una mayor cantidad de productos, cargados de innovadoras y sorprendentes ideas, a disposición de los jugadores.
Sin embargo, hay un enorme punto negro del que el formato digital no puede separarse. Ese talón de Aquiles que, por mucho que se esconda en unas gruesas botas, va a estar siempre ahí: la posibilidad de que un determinado juego pueda desaparecer.
Con relativa frecuencia aparecen noticias o avisos de que un juego va a dejar de estar disponible en las tiendas. Por ejemplo, fue sonado el caso del juego LEGO señor de los anillos (Traveller’s Tales, 2012). Este caso puede considerarse una pérdida menor, pues existe la versión física, pero ¿y los juegos que nacen en formato digital? ¿Cómo podemos hacernos con ellos cuando han sido retirados o las tiendas están cerradas? De uno de estos casos quiero hablaros hoy, de Dive: The Medes Island Secret.
Las chapuzas de Nintendo.
Para hablar de Dive: The Medes Island Secret tenemos que retroceder a los tiempos de Wii. Nintendo ideó una consola que rompió los esquemas del videojuego con su innovador control. La plataforma fue un éxito rotundo pese a ser notablemente menos potente que sus competidoras. También fue el primer paso serio de Nintendo en el mundo del multijugador online en consolas de sobremesa – Nintendo Gamecube tenía opciones online, pero los juegos que las aprovechaban se contaban con los dedos de una mano -.
Se lanzó una especie de tienda/plataforma online en Wii llamada WiiWare, donde se facilitaba la publicación de juegos a pequeños desarrolladores. Pese a contar con unos límites bastante restrictivos – 40MB podía abarcar cada juego – la plataforma contó con obras muy interesantes e innovadoras que, además, no solían pasar de los 10€. Lost Winds (Frontier Developments, 2008) Robox ( Dreambox Games, 2010), Bit Trip Runner ( Gaijin Games, 2010) o World of Goo (2D Boy, 2008) son ejemplos de grandes juegos que nacieron a través de este pequeño mercado. España también tuvo presencia en WiiWare, siendo NyxQuest de Over The Top Games, el caso más destacado. En este artículo podéis encontrar una lista más extensa.
El problema vino con la llegada de WiiU. Nintendo nunca ha sido fiable en temas de conexión on-line. Entrar de lleno en este mundo virtual era un paso que le costaba dar y algunos de sus movimientos, a día de hoy, pueden calificarse como una verdadera calamidad. La transferencia de datos de Wii a WiiU puede ser una de las mayores chapuzas de Nintendo. Y no se ha hablado lo suficiente del tema.
En primer lugar, desde la interfaz de WiiU no podíamos tener acceso a los juegos de WiiWare ya que primero teníamos que pasar la consola a modo Wii; siendo éste el primer despropósito. Una vez en modo Wii, era imposible transferir nuestros datos de compras de nuestra vieja Wii mediante algún tipo de cuenta o contraseña, eso hubiera sido demasiado fácil para Nintendo. Sólo había un método: transferir mediante una tarjeta SD los datos de una consola a otra. Por supuesto, todo desaparecía de la Wii original, es decir, no estabas copiando, sino moviendo datos; segundo y más relevante despropósito por parte de Nintendo.
Para realizar la – innecesariamente – compleja operación, era menester descargar y ejecutar una aplicación que podía tardar horas. El problema es que este método, como la WiiU en general, funcionó mal. Mucha gente, entre los que me encuentro, vieron desolados como todos sus juegos se perdían en el proceso de transferencia. Desaparecieron de mi Wii y jamás llegaron a mi WiiU. ¿Cuántos juegos llegué a perder? Prefiero no pensarlo.
Hasta aquí la historia de cómo perdí Dive, pero ahora viene el grueso de la cuestión: por qué no puedo recomprarlo. En enero del presente año se cerró definitivamente la tienda de Wii. Todos los juegos exclusivos de WiiWare que nunca dieron un salto a otra plataforma son, a día de hoy, inaccesibles. Dive: The Medes Island Secret es uno de estos juegos que sólo permanece en las consolas de aquellas personas que lo compraron y que no lo perdieron o borraron. Aquí reaparece el debate sobre el formato digital. De haber existido una copia física, no habría problema, bastaría bucear en mercados de segunda mano y sacar la cartera. Pero no existe, quien quiera jugar a Dive en una Wii por vías legales lo tiene imposible.
No estamos hablando de una plataforma retro. Estamos hablando de un juego desarrollado para una videoconsola en producción hasta 2014, aproximadamente. ¿No os parece trágico que haya juegos que han nacido y desaparecido en el arco de 9 años? Si quisiera, podría encontrar y jugar juegos de MSX, NES, Game Boy, PSX, N64…, pero no uno de esta misma década. Terrible.
Dive. Los tesoros que esconde el mar
Dive: The Medes Island Secret fue desarrollado por Cosmonauts Games, empresa ya desaparecida, en el año 2010. El juego nos invita a explorar las profundidades del mar en búsqueda de un tesoro templario. Aunque toma el nombre del archipiélago catalán, hay numerosas localizaciones que visitar, variando en cada una la ambientación, fauna y flora.
Sin ser Dive un prodigio técnico, era un juego bonito, con unos escenarios acuáticos llenos de vida, peligros y secretos. No era difícil de completar, pero sí entretenido y hacía un buen uso del WiiMote, teniendo que apuntar en la dirección en que queríamos dirigirnos. Teniendo en cuenta los enormes límites de WiiWare, probablemente fue de los mejores y más complejos productos de la plataforma.
Nuestra base de datos otorga a Dive una puntuación media de 75, siendo especialmente destacado en webs de relevancia como Anait , Vandal, Blogocio o Revogamers .
» En definitiva, Dive es un juego directo y fácil de disfrutar, con una factura artística y visual impecable, una ambientación exquisita, y perfecto para partidas cortas pero intensas. El título del verano para WiiWare. «
Revogamers. https://www.revogamers.net/analisis/dive-the-medes-islands-secret-674/1.html
¿Y por qué todo este texto? Hace no mucho me encontré con una imagen del juego que tenía perdida en una carpeta del ordenador. Recordé, como suele ser en estos casos, no el juego en sí, sino la placentera sensación que me produjo en su momento y me apeteció rejugar. Y con este panorama me he encontrado.
Por suerte, todo el texto hasta este punto es una pequeña irrealidad, pues Dive: The Medes Island Secret aún se puede comprar y jugar. En las profundidades de una tienda online, que hasta hace dos días me era desconocida, llamada BigFishGames, podemos encontrarlo – por 3€ si somos nuevos clientes -. Si no queremos comprar el juego, pero tenemos curiosidad, siempre podemos probar la demo de una hora que ofrece la tienda.
Eso sí, la experiencia original, en Wii, controlando al submarinista con el WiiMote, caerá en el olvido y será disfrutable sólo por un puñado de personas. Retomamos el tema inicial: la versión exclusiva digital tiene esta pega, las cosas se pueden perder. Una edición física, si el usuario tiene cuidado, perdura en el tiempo. La conservación de una edición digital, sin embargo, puede no depender del usuario, sino de muchos intereses ajenos y de la pervivencia de determinados sistemas y tiendas online. WiiWare es un ejemplo de esto; todos sus juegos exclusivos pervivirán sólo en aquellas consolas que los contengan y siempre que los datos no se borren. Si yo tengo que conservar un juego, prefiero un disco y una caja antes que un puñado de datos dentro de una consola.
Dive: The Medes Island Secret es un juego perdido en Wii que parece haberse salvado por otras vías, y por el momento, de pasar a mejor vida. Otros muchos juegos, algunos conocidos, pero especialmente los que no lo fueron, no han tenido esta suerte. Pero tampoco hay que sentir pena o poner el grito en el cielo, puede que sea el precio a pagar por centenares de videojuegos que han visto la luz gracias a las ventajas del formato digital. De hecho, estos juegos «perdidos»quizás no existirían de no ser por este formato. Han tenido una vida efímera, pero han tenido vida. Y, seamos sinceros, en internet todo se acaba encontrando.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.