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Super Tennis Blast. Hora de ir calentando el revés.

Los amantes del tenis tienen julio señalado en rojo en el calendario. Londres se convierte en el centro del mundo, los jugadores se visten de blanco y comienzan a bailar sobre el pasto de Wimbledon. Escribo estas líneas unos días después de que Djokovic se haya proclamado campeón tras una épica final ante Roger Federer. La pregunta es: ¿Y ahora qué? ¿Cómo podemos llenar este tremendo vacío que deja Wimbledon? Pues hoy tratamos una buena opción para ello: Super Tennis Blast.

Super Tennis Blast está disponible en PC, PS4, Switch y One. Apostando por una estética animada y una jugabilidad arcade, al igual que hicieron con Super Volley Blast, los chicos de Unfinished Pixel intentan cubrir ese hueco de videojuegos de tenis que hay en el catálogo.

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Estilo arcade como rasgo principal.

Sólo hay que echar un vistazo a las imágenes de Super Tennis Blast para ver que no es un juego que apueste por el realismo; ni gráficamente ni en sus mecánicas. Movemos a nuestro personaje y con un botón golpeamos la bola. Nada más. No hay que decidir si queremos golpear de derecha, revés, smash o volea, el personaje lo hace automáticamente.

No todos los deportes son fáciles de llevar a la consola manteniendo un alto nivel de realismo, como pueden ser el fútbol o el baloncesto. Quizás con el tenis no se ha puesto demasiado empeño o no se ha dado con la tecla. Es difícil de saber, pero parece haber un claro consenso que establece que las mejores experiencias tenísticas en consola son los clásicos arcade, como el mítico Virtua Tennis. Super Tennis Blast bebe mucho del juego de Sega; los chicos de Unfinished Pixel no han desarrollado un juego realista, sino una experiencia intensa, accesible y, sobretodo, divertida desde el primer golpe. Y seamos sinceros, viendo los – pocos – juegos de tenis disponibles en el mercado, parece ser el estilo que mejor sienta al género.

Es un juego simple de controlar y no requiere demasiado esfuerzo devolver la bola, pero ganar un punto es otra historia. Hay que mover al rival de lado a lado, intentar abrir hueco y calcular el momento exacto de golpeo para tirar un buen passing y vencer el punto. Al inicio es relativamente fácil: los rivales son lentos y se quedan fuera de pista, pero si jugamos contra los mejores en la dificultad más elevada notaremos que es muy complicado encontrar el modo de hacer punto. Alcanzado este nivel habrá que tener dominado el timing de golpeo para que nuestra bola sea rápida, profunda e imposible para el rival. Golpear demasiado tarde o demasiado pronto puede dejar una bola muerta a mitad de pista que seguramente se convierta en un winner en nuestra contra.

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Si llenamos la barra de saque lanzaremos una verdadera pedrada

Contaremos con cinco opciones de golpeo, además del saque: plano, liftado, cortado, dejada y globo. La variedad se agradece y al inicio es interesante, pero rápidamente nos daremos cuenta de que no son opciones demasiado útiles y jugaremos el 95% de las veces con el plano normal. El globo, por ejemplo, es el caso más claro de golpe inútil y mal implementado: el rival siempre logra alcanzar la pelota y lanzarnos un smash. La dejada, por otro lado, es imposible de controlar y la mayor parte de las veces nos dejará vendidos ante el rival. Golpes como el cortado o el tiro con topspin (liftado) pueden ser útiles en determinadas situaciones para recuperar pista, pero no está claro en qué momentos podrían ser útiles para ganar puntos.

Con todo, el aspecto jugable que sería más necesario pulir es el juego en red. Mientras que en Virtua Tennis era clave lograr subir a la red para cerrar el punto, en Super Tennis Blast no hay un golpe de volea decisiva. El personaje golpea como si fuera un raquetazo normal de fondo y el rival lo tiene sencillo para superarnos. De modo que acabaremos jugando en la línea de fondo y sólo nos acercaremos a la red cuando nos llegue un globo fácil de rematar.

Super Tennis Blast propone una velocidad de juego alta, especialmente a medida que jugamos contra rivales de más nivel. La bola va a toda pastilla y tendremos que reaccionar en menos de un segundo. Es un aspecto que me ha gustado, creo que este ritmo alto de puntos, con poca pausa y escaso tiempo de reflexión, da un toque de frenetismo que engancha al jugador. Los puntos se suceden con rapidez, los partidos son veloces y siempre tendremos ganas de jugar una partida más.

¿Os suena ese tenista?

Un estilo simple, pero funcional.

Quizás sea el envoltorio lo que más penaliza a Super Tennis Blast. No porque éste sea feo, sino porque puede transmitir una sensación de simpleza que, como hemos visto, no se ajusta a la realidad jugable. Está claro que los desarrolladores han puesto todo su empeño en la jugabilidad y los modos de juego, dejando el apartado técnico para el final. Si yo tuviera que hacer un videojuego y tuviese que elegir, haría lo mismo. Aun así, es probable que con Super Tennis Blast se haya exagerado: es demasiado simple.

Super Tennis Blast es lo que vemos en las imágenes. Un juego colorido, simpático, con personajes cabezones que podremos crear en un completo editor, que cuenta con las animaciones justas, ni una más, ni una menos. Todos los jugadores realizan exactamente los mismos movimientos: no hay variedad en el revés, ni en el saque, derecha o dejada, todos son copias que se diferencian únicamente por sus rasgos físicos. Tampoco cambian expresión: ya pueden perder la final de un torneo que continuarán sonriendo; y si ganan, tampoco harán gestos de victoria.

Super Tennis Blast es muy simple visualmente, pero al mismo tiempo es bonito y colorido

Pero esta simpleza gráfica no acaba aquí. Es un juego carente de detalles: el público apenas se mueve y cuando lo hace es de una forma totalmente ridícula y robótica. Los recogepelotas y el árbitro son elementos totalmente estáticos y los campos, salvo por el color, son prácticamente iguales. ¿Es suficiente para que el juego sea disfrutable? Sí. ¿Mejoraría si se hubiera puesto más esfuerzo en mejorar este aspecto? También.

Si el aspecto gráfico roza la sencillez máxima, el sonoro no se queda lejos. Cuenta con la típica música de menú de opciones y los ruidos estándar de golpeo y de un público celebrando puntos. Nada que vayamos a notar ni a recordar.

¿El aspecto positivo? Que una vez estemos de lleno en el partido, jugando solos o con amigos, toda esta pobreza visual y sonora pasará a un segundo plano. Nos concentraremos únicamente en jugar, en golpear la bola y en intentar superar al adversario. Sólo al final de cada punto y partido echaremos en falta algo más de detalle que aportase un toque de carisma al juego.

Tendremos la opción de jugar dobles

Modo carrera y mucho más.

Además de su frenético gameplay, la gran baza de Super Tennis Blast es su variada propuesta de modos de juego. No se basa en la simple opción de partida rápida y torneo: encontramos minijuegos, modos de juego blast, retos y un modo carrera.

Comienzo desgranando el modo más interesante y que más tiempo de juego nos dará si decidimos jugar solos: el modo carrera. Ya sea eligiendo un personaje o creándolo de cero, tendremos que competir hasta llegar a lo más alto del ranking mundial. Para ello el juego contiene un calendario anual que calca el que marca la ATP, siempre con diferencias en los nombres por temas de derechos.

Ganando partidos y torneos iremos adquiriendo puntos que nos irán alzando poco a poco en el ranking y nos permitirán acceder a torneos de más nivel. Al inicio sólo podremos acceder a torneos pequeños – los llamados challenger en el circuito real -, pero poco a poco entraremos en torneos 250, 500, 1000 y, por último, en los Grand Blast, que serían los Grand Slam. Visitaremos estadios míticos como Roland Garros, Wimbledon, Queens o Madrid, aunque claro, sólo lo notaremos por el nombre y el color de la pista, ya que todos son muy similares en aspecto.

Super Tennis Blast imagen  editor
Podemos crear a nuestro tenista con un completo editor

El modo carrera no se basa en jugar y ganar sin parar hasta ser el número uno: tendremos que descansar cada cierto tiempo para que nuestro jugador no se lesione y habrá que pensar bien en qué eventos participar. En ocasiones será mejor jugar un torneo pequeño y ganarlo que ir a un campeonato grande y perder en primera ronda.

También podremos mejorar nuestros golpes. Al acabar cada torneo se nos recompensará con puntos de experiencia que podremos usar para aspectos como el saque, la derecha o la velocidad. Otro modo de mejorarlos es entrenar entre torneo y torneo. Si queremos llegar al número 1 del ranking será absolutamente necesario llevar los diferentes parámetros de nuestro tenista al máximo, ya que los tenistas top no hacen prisioneros: nos masacrarán.

Super Tennis Blast imagen wimbledon
En Wimbledon todos los tenistas visten de blanco

No es un modo con una complejidad final excesiva, pero sí que aporta profundidad al juego y supone un desafío relativamente largo con una interesante curva de dificultad. Cuando tenemos un ranking bajo, hasta los tenistas top 50 nos destrozarán, pero poco a poco, y de forma natural, iremos haciéndoles frente hasta llegar a lo más alto de la lista. El problema viene una vez llegamos al número 1, pues ningún tenista supondrá un verdadero problema y terminaremos por aparcar el mando y dedicarnos sólo a los modos multijugador. Pero bueno, unas cuantas horas de juego las tenemos aseguradas y es de agradecer.

El segundo modo de juego a destacar es el modo Blast. En esta modalidad jugaremos partidos con condicionantes externos que darán un toque diferente y divertido al juego, al más puro estilo Mario Tennis. Hay varias opciones: pista que aumenta y disminuye de tamaño; red que crece, jugar con dos pelotas, patos que atraviesan la red… etc. Las opciones son muy variadas, pero hay una que es mi preferida y a la que no puedo dejar de jugar: el modo paddle. Un cristal rodea la pista de tenis y podremos esperar a que rebote la pelota; una propuesta muy interesante sobre la que desearía que se hubiera profundizado un poco más.

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Modo Paddle + Patos en la red. Una de las locuras del modo Blast

Si con los modos carrera y blast no tenemos suficiente, Super Tennis Blast nos ofrece otras pequeñas opciones para pasar el rato: tendremos un modo pachanga para jugar torneos o partidas rápidas con los amigos (en modo individual o dobles) y una serie de minijuegos para superar. Estos pequeños juegos no son demasiado originales ni suponen un verdadero reto, pero nos pueden ayudar a practicar de cara al modo carrera. Por último, contamos con unos cuantos desafíos, cuya presencia se agradece a pesar de que la mayoría se consigan sin demasiado esfuerzo.

La gran carencia de Super Tennis Blast es la falta de un modo online. Los modos multijugador son divertidos – especialmente en modalidad dobles – y debido a esto no puedo dejar de pensar que, de existir una modalidad online, y quizás un ranking, el juego sería una opción obligatoria para todos los amantes del deporte de raqueta.

Conclusión.

Super Tennis Blast es una gran opción para los amantes de la raqueta. Es un juego accesible, con un alto ritmo de partidos que te mantendrá enganchado al mando durante mucho tiempo. Aunque su baza principal es el modo multijugador, su modo carrera puede hacerlo muy interesante también para jugar en solitario. Tiene algunas cosas mejorables, como la falta de un golpe de volea o su pobre apartado gráfico, pero es una experiencia divertida que te dará ganas de sacar la raqueta del armario y ponerte a jugar.

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Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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