En 1997 veía la luz la que era segunda aventura gráfica de Pendulo Studios, tras Igor: Objetivo Uikokahonia. De nuevo bajo el auspicio editorial de Dinamic Multimedia, que se encontraba en pleno apogeo de su actividad, Hollywood Monsters tuvo una repercusión mucho mayor que su predecesor, quizás precisamente motivada por el estado de gracia en el que vivía la editora, que conseguía colocar prácticamente cualquier juego en nuestros hogares gracias a su política de precios.
Este segundo trabajo de Pendulo llegaba en el ocaso de la era dorada que las aventuras gráficas habían tenido en los años 90. The Curse of Monkey Island salía ese mismo año, y Grim Fandango, probablemente la última gran aventura gráfica de LucasArts, saldría un año después. Por su parte Sierra publicaría también un año después la última entrega de la legendaria saga King’s Quest.
No obstante estaba claro que la gente de Pendulo había bebido hasta la última gota de las aventuras de las dos grandes, y Hollywood Monsters era una aventura gráfica clásica, que contaba con algunas de las claves que habían hecho triunfar a muchas aventuras en años anteriores: gráficos de dibujo animado, puzles hilarantes y complejos y una gran dosis de humor absurdo.
Una historia rodeada de monstruos de cine
El juego se ambientaba en los años 50. Comenzábamos controlando a Sue Bergman, periodista del periódico The Quill, con quien acudíamos a la gala de entrega de los premios Hollywood Monsters, que reconocían a los mejores actores del género de terror, y por tanto no faltarían las mayores estrellas de la gran pantalla como Drácula, Frankenstein, La Momia, El Hombre Lobo o El Hombre Invisible, por poner algunos ejemplos.
Por supuesto aquí comenzaban nuestros problemas, ya que coincidiendo con la imposibilidad de acceder a la fiesta, Sue descubría que Frankenstein entregaba una sospechosa nota al criado. Descubrir qué decía esa nota se convertiría en nuestro objetivo principal. Cuando finalmente conseguíamos hablar con Frankenstein en persona, las luces se apagaban.
Ahí daba comienzo el auténtico juego: controlando a Ron Ashman, compañero de Sue en The Quill, volvíamos a la mansión donde se celebraba la gala de entrega de premios para descubrir qué habia pasado con su compañera. Allí descubríamos que había sido raptada, y que por algún motivo Frankenstein había sido despedazado y sus restos habían sido repartidos dentro de los premios entregados esa noche.
Por tanto nuestro objetivo sería no solo rescatar a nuestra compañera, sino descubrir qué sucedía con Frankenstein, para lo cual tendríamos que viajar por diversas partes icónicas del mundo, como Transilvania, Egipto, El Lago Ness, Los Ángeles o Australia, descubrir a otros tantos personajes icónicos del cine de terror clasico, y recuperar los pedazos para unirlos de nuevo y poder hablar con el propio Frankie.
Un apartado técnico de serie B
A pesar de que Pendulo Studios no contaba ni de lejos con los presupuestos que a esas alturas manejaban los grandes creadores de aventuras gráficas, el aspecto visual de Hollywood Monsters no desentonaba demasiado con los mejores exponentes de la época. Los escenarios eran detallados y variados, representando fielmente los estereotipos de los lugares que pretendían ambientar, y salvo algunos elementos interactivos mal disimulados, y algún que otro detalle de baja calidad, en general mostraban un nivel aceptable. Las animaciones, sobre todo de la cara, también eran bastante toscas, pero parece como si en conjunto el apartado gráfico encajase con ese ambiente de serie B -en el mejor sentido- del que estaba dotado todo el ambiente del juego, y que le imprimían cierto carácter.
Sonoramente era correcto, con pocas melodías (una por escenario) pero suficientemente buenas para ambientar bien sin volverse cansinas. Destacable esa canción principal de bastante buena factura a cargo del grupo La Unión. No sucedía lo mismo con el doblaje, que aunque contaba con un excelente reparto (Adolfo Pastor como Ron Ashman), estaba claro que no había sido hecho con el tiempo y recursos necesarios para hacerlo , probablemente dado el escaso presupuesto del proyecto. Entonaciones sin sentido, expresiones poco creíbles, y en general la sensación de que los actores no tenían ni idea de a quien o a qué estaban interpretando.
Un desarrollo con altibajos
Hollywood Monsters es la clásica aventura point and click de toda la vida, aunque su desarrollo no era siempre lineal sino que llegado un punto teníamos libertad para explorar las diversas zonas, y viajar de aquí a allá a nuestro antojo para resolver los puzles y avanzar con libre albedrío mientras avanzábamos en las tres ramas en las que se dividía la historia. Lo que a priori puede parecer un desarrollo interesante, se conviertía en un ir y venir de un sitio para otro tratando de encontrar el modo de avanzar en alguna de las tramas.
La historia, aunque comienza bien, y cumple con su cometido, nunca a llega a ser lo suficientemente interesante para mantenernos enganchados al juego, y sólo su inocente pero divertido sentido del humor y sus múltiples parodias de escenas famosas -con algunos momentos para la historia como elde la niña en el río- salvan la ambientación del juego y lo hacen atractivo para seguir adelante.
Puzles absurdamente complejos
Uno de los aspectos más criticados de Hollywood Monsters fueron sus puzles. Según avanzaba el juego estos se volvían más y más complejos, pero en ocasiones de una manera un tanto absurda que hacía tremendamente compleja. Mi yo de 13 años -edad con la que jugué por primera vez esta aventura- fue incapaz de resolver algunos de ellos sin acudir a las soluciones que por aquel entonces ya comenzaban a fluir por Internet. Lejos de sentirme culpable, creo que hoy en día tampoco habría sido capaz de resolverlos, ya que en ocasiones su resolución dependía más de la suerte, o del ensayo y error constante que de un desarrollo lógico dentro del juego.
En parte esto se debía a que había momentos en que ciertos objetos no serían visibles hasta que pasábamos literalmente el cursor por encima de ellos o sobre otros, que los hacían aparecer sin más. Más desesperantes todavía eran esas situaciones en las que como jugadores sabíamos qué había que hacer, pero teníamos que encontrar el modo de «hacérselo ver» al protagonista, ya que sin ese necesario paso el juego no avanzaría por más que tuviésemos claro cual era nuestro objetivo. Y a menudo el protagonista nos lo ponía muy difícil.
En general estamos ante un juego bastante complicado, a veces por su propio planteamiento y otras por sus propios errores de diseño, pero que sin duda ponía a prueba nuestra paciencia y nuestras dotes como jugador de aventuras gráficas. Tengo entendido que muchos de estos problemas han sido corregidos en la reedición de FX Interactive, que no he tenido ocasión de probar.
Y a pesar de todo, vale la pena
Quien haya leído hasta ahora el artículo creerá que desprecio Hollywood Monsters, que me parece un juego horrible o que me genera pesadillas. Todo lo contrario, es un juego que recuerdo con mucho cariño, y con el que disfruté tremendamente en su momento. Sin embargo estamos ante un claro ejemplo de juego que la nostalgia valora en demasía. Y no soy el único, puesto que ha sido motivo de discusión más de una vez el curioso hecho de que seamos tantos los jugadores que tengamos esta aventura en tan buena consideración.
Quizás el momento en el que salió, ansiosos como estábamos de jugar más aventuras gráficas, la posibilidad de disfrutar de las ediciones de Dinamic Multimedia a un precio asequible para los más jóvenes, la inocencia de la edad, el tipo de videojuegos que disfrutábamos en aquel entonces, el tipo humor que reinaba…todo un cúmulo de circunstancias han podido ser las causantes de que disfrutásemos tremendamente del título de Pendulo Studios, y que personalmente considero una de las aventuras gráficas más entrañables que he jugado en mi vida.
Si analizamos el juego friamente, desde la distancia, está claro que Hollywood Monsters fallaba en varios aspectos clave, como el apartado técnico, un diseño con fallos importantes y algunos detalles más que afectan a su valoración global. Pero hay juegos que tenemos -o queremos- que observar de una manera un poco menos fría, y si le perdonamos estos detalles estamos ante una aventura divertida que nos hará pasar buenos momentos a pesar de las frustraciones puntuales.
Hollywood Monsters es un juego que forma parte importante de la historia del desarrollo español en general, y de las aventuras gráficas en particular. Pendulo Studios es una de las compañías españolas más importantes, y ha parido algunas aventuras gráficas verdaderamente excepcionales. Esta aventura supuso un punto de inflexión en su carrera gracias a la distribución de una Dinamic Multimedia en estado de gracia, y un momento de apogeo final de la era dorada de las aventuras clásicas. Vale la pena probarlo. O rejugarlo.
Autor
Padre | Informático | Gamer | Metalero
Comunicador y documentalista de videojuegos
Creador de DeVuego, DoblajeVideojuegos, DeVuego LATAM o PonVozATuJuego, entre otras.