DeVuego BD

Mail Mole es un juego de plataformas bastante ameno y divertido, que cuenta en su haber con un buen diseño de escenarios. La propuesta no engaña a nadie, sabiendo ofrecer lo que tanto gusta a los seguidores del género. Ahora bien, cuenta con un par de hándicap, entre los que se encuentra su no tan longeva duración y su estrecha inspiración con un juego llamado Super Mario 3D Land al cual debe su personalidad.

Steamroll cuenta con un concepto interesante pero tanto la ejecución como las sensaciones que transmite en el jugador nos ha dejado un poco frío. Su jugabilidad imprecisa y su monotonía incrustada nos sacan más de una vez de la propuesta, dificultando la realización de nuestros objetivos. Un título recomendado para los que busquen una apuesta alejada de los convencionalismos y el dinamismo.

Solo: Islands of the Heart no es un título para aquellos que quieran una aventura bien definida cuyo propósito sea llegar de un punto A a un punto B. Solo invita a la reflexión y conocernos, a encontrar un lugar en el universo donde descansar y alejarnos de nuestras preocupaciones. Luego cabe preguntarse si lo consigue y si el medio empleado para ello es el correcto.

Un diseño de escenarios exquisito avalan la propuesta que ofrece Etherborn. Jugar con la gravedad no es nada nuevo, pero aquí se usa de manera ingeniosa a la par que elogiable, elevando así la propuesta y haciéndola sobresalir sobre otros juegos de puzles. Todo acompañado de una gran banda sonora. Desgraciadamente las bondades se desvanecen al ser tan efímeras como su duración, dejándonos con la siguiente pregunta: ¿esto es todo lo que nos podía ofrecer la idea o podía haber dado mucho más de si? 

Path to Mnemosyne es una experiencia corta, de unas 5 horas, en donde no sabe mostrar todo su potencial como debiera. Los puzles no resultan originales ni divertidos la mayoría de las veces. Y vale que el diseño artístico sea de gran calidad pero un videojuego no puede basarse solo en eso. Al final lo que nos queda es tan solo un juego interesante.