Skip to content Skip to footer

Vertical Kingdom: hasta el cielo y más allá

Vertical Kingdom: como usar varios géneros para crear uno propio

Estoy seguro de que os acordáis cuando jugabais con bloques, legos o, en mi caso (y supongo que en el caso de muchas otras personas) con Tentes. Más de una vez pasábamos de seguir las “normas establecidas” en los manuales para, en lugar de crear ese barco chulísimo (dios.. como molaba Tente…) crear algo propio, sacado directamente de nuestro coco. Yo hacía grandes torres con las piezas, construcciones únicas que alcanzaban alturas alucinantes. Y esa pura magia que sentía yo en mi interior al crear algo tan chulo es similar a lo que he ido sintiendo mientras jugaba a Vertical Kingdom de Farlight Games.

El estudio con sede en Murcia no había conseguido llegar al gran público con sus dos proyectos anteriores pero ya se veía que apuntaban buenas maneras y ha sido ahora, con el lanzamiento de Vertical Kingdom, que han dando un buen golpe sobre la mesa atrayendo al público de diferentes géneros a un mismo proyecto.

Tenemos una misión, oh gran arquitecto

Tras una guerra devastadora, el reino a quedado destrozado y nos toca volver a salir a explorar para intentar colonizar de nuevo esas tierras baldías. Vertical Kingdom nos pone manos a la obra en cuestión de pocos minutos. Tal y como indica su palabra, su mecánica de construcción está especialmente pensada para trabajar la verticalidad, premiando así al jugador que sea creativo puesto que, según como coloquemos los edificios, conseguiremos más dinero en este turno.

El caso es que, mecánicamente hablando, Vertical Kingdom es tanto un juego de construcción como de gestión de recursos pero lo que realmente hace caminar a esos dos géneros en concreto es el hecho de mezclaros en un sistema basado en cartas. Construir nuestro mazo para jugar los turnos con eficacia y así no llevar a la más absoluta pobreza a nuestra civilización es una tarea para nada sencilla, pero muy satisfactoria.

¿Conseguiremos construir la maravilla?

Vertical Kingdom es un roguelike de manual pero sabe añadir ciertas características que lo convierten en un candidato bastante fresco dentro de un género que, de por si, casi siempre aboga por videojuegos de acción y generación procedural muy frenéticos. La experiencia de este juego de construcción es mucho más pausada e incluso contemplativa. El calcular bien el espacio para utilizar cada una de las estructuras con cabeza lleva un trabajo mucho mayor que el de escoger un arma u otra y que aquí, según donde coloquemos el edificio, puede afectar a todo lo demás.

Tendremos diferentes modos de juego incluyendo un sandbox para que seamos lo más creativos posibles pero la campaña roguelike de Vertical Kingdom será la que nos lleve a recorrer las diferentes regiones y sus mapas. Como ya viene siendo habitual dentro del género, los mapas tendrán diferentes caminos en los cuales encontraremos niveles donde construir asentamientos o también diferentes paradas para conseguir nuevos obreros o recursos para que los siguientes niveles nos resulten un poco más sencillos. Una vez escogido el nivel tocará ponerse manos a la obra pero recordemos que esto es un roguelike, aquí empezamos prácticamente de cero y nos tocará volver a conseguir los recursos y las cartas dentro de dicho nivel. Cada ciudad será un mundo nuevo en miniatura.

Algo que me ha gustado mucho de Vertical Kingdom es que, para completar el nivel, te dan un objetivo de población. Una vez que llegas a ese número puedes hacer dos cosas: ir al mapa de zona y avanzar al siguiente nivel o seguir construyendo en el mapa en el que te encuentras. El juego no te obliga a avanzar y esto es algo muy interesante porque si que es cierto que, de vez en cuando, con un mapa que se te ha dado mejor que otros, te encuentras más a gusto y te sientes más creativo.

Pero bueno, en un videojuego donde la misión es expandir nuestro imperio, quedarse en un mapa más de la cuenta puede ir un poco contra la propia historia que se nos quiere contar por lo que seguimos avanzando hasta que llegamos, esta vez si, a una casilla diferente. En Vertical Kingdom el final de nuestro pergamino con el mapa lo marca la casilla de “la maravilla“.

En estos niveles especiales no solo tendremos que crear una nueva ciudad sino que también tendremos que destinar recursos a construir la maravilla, un edificio mucho más grande de lo habitual que tardará varios turnos en estar terminado. Eso si, en este tipo de mapas también nos encontramos con otra mecánica jugable distinta: los ataques de otro ejércitos porque, no todo iba a ser paz y prosperidad, ¿verdad?.

Eso si, no os esperéis tampoco mucha profundidad en cuanto al apartado militar como tal puesto que al final solo consiste en elegir entre unas opciones para intentar ganar posibilidades de vencer la batalla. Vertical Kingdom ni siquiera necesitaba este apartado porque, seamos claros, bastante chunga es ya la vida como para añadir ejércitos atacantes. Es una lástima porque, de añadirse, hubiera molado más un sistema un poco más directo y elaborado, con más profundidad.

Pequeños grandes reinos en miniatura

Vertical Kingdom es uno de esos proyectos que tienen personalidad propia. Han sabido capturar ciertas esencias tanto del género del roguelike como de la gestión de recursos y han conseguido una mezcla muy interesante. El bucle jugable que con el paso de las horas, como en casi todos los roguelikes, no pierde tanta fuerza porque aquí, lo bonito de construir, es que allá por donde vamos dejamos un hogar para decenas de pequeñas personitas las cuales harán su vida. Esos pequeños píxeles que se desplazan entre los edificios hacen que nuestro cerebro se monte sus propias historias, dejando mucho a la imaginación del usuario.

En cuanto al apartado técnico he de decir que Vertical Kingdom es muy distinto a todos los proyectos anteriores del estudio. Hace gala de un pixel-art muy fino y bien diseñado el cuál se irá amoldando un poco al tipo de construcciones que hagamos. Es muy interesante ver como reaccionan los modelos según que edificios al ponerlos al lado o encima de otros, creando diferentes formas en ellos. Es un gusto construir estas grandes ciudades en miniatura. También llaman la atención los diferentes entornos en los que nos toca lidiar puesto que suelen ser abruptos, llenos de vacios y socavones, proporcionando al jugador una vez más un lienzo roído para que sea lo más creativo posible en la construcción de sus ciudades.

Conclusiones

Enlaces de interés

¿Te ha gustado? Apóyanos en Patreon para seguir creciendo y obtén acceso a contenidos exclusivos
Become a patron at Patreon!

Autor

Hermano menor. Padre orgulloso de que su pequeña adore también los videojuegos tanto como yo. Cuando me dejan y la vida me lo permite escribo sobre videojuegos en DeVuego y anteriormente en Comunidad Xbox.

Leave a comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.