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Estamos ante un buen juego, eso que nadie lo dude, pero con muchas limitaciones. No se puede negar que las primeras partidas sí resultan entretenidas, y el juego incita a continuar un rato con él. El problema viene cuando se empiezan a apreciar los defectos comentados en la jugabilidad. Ahí el juego comienza a volverse aburrido y repetitivo, y el jugador pierde las ganas de continuar con él. Está bien para echarse unas partidas, y entretenerse un pequeño rato. Pero después, quedará relegado al rincón más recóndito del disco duro.

Inspector Gadget Racing no se puede considerar como una buena opción para la portátil de Nintendo. Puede que incluso parezca una elección acertada para que jueguen los más pequeños con el simpático Inspector y su tropa, pero teniendo en cuenta la presencia de su progenitor Mario Kart, incluso los más pequeños se lo pasarán mejor con las carreras del famoso fontanero. Fallos por aquí y fallos por allá evitan en este caso que los nostálgicos recuperen sus buenos recuerdos, y que los niños descubran un excelente personaje.