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Eden Genesis nos propone convertirnos en speedrunners no-hitters, pero el control no es todo lo preciso y satisfactorio a los mandos que un juego de estas características exige. Aun así, los amantes de los grandes desafíos y de intentarlo mil veces hasta alcanzar la perfección tienen aquí un nuevo pozo de horas.

Song of Nunu despierta al niño que llevamos dentro con una aventura narrativa clásica humilde en lo jugable, pero que consigue atrapar gracias al carisma de sus personajes y a una historia llena de sentimiento y emoción. Su excesiva sencillez lastra el resultado, pero le convierte en un juego ideal para los más pequeños de la casa.

Pese a sus muchos problemas, Lords of the Fallen ha logrado conquistarnos combinando la soulslike de siempre con una mecánica tan novedosa e interesante como el salto entre mundos. Si corrigen sus fallos, podríamos estar ante una de las grandes sorpresas de 2023 y uno de los mejores soulslike de los últimos años.

Blasphemous 2 supera en todo a su predecesor, convirtiéndose así en una nueva joya del desarrollo español y en uno de los mejores metroidvania de los últimos años. Es una auténtica obra de arte que no nos cansamos de contemplar, escuchar y -sobre todo- jugar. Alabado sea el Milagro y alabados sean The Game Kitchen.

Una nueva muestra de la versatilidad de los videojuegos. Con pocos recursos se ha construido una historia atractiva, cambiante y en muchos sentidos, necesaria.

Koa and the Five Pirates of Mara es una oportunidad para revisitar el mundo de Summer in Mara pero ahora como un juego de plataformas en 3D muy "nintendero" y sin muchas innovaciones, pero variado y entretenido y con un sistema de control, ya visto en Mail Mole, diseñado con los speedruns en mente. Los disfrutarás más si jugaste a Summer in Mara.

Minabo es una gran mezcla de videojuego y expresión artística, que quizá a veces pueda resultar algo sobrecargada de elementos por acometer (puede costarnos diferenciar unos nabos de otros) y que quizá hubiera agradecido algún modo más, pero que cumple de sobra su nada sencillo objetivo principal: hacernos reflexionar sobre nosotros mismos y los que nos rodean mientras jugamos.

Curse of the Sea Rats contiene todos los elementos clave para ser un buen metroidvania y, además, gracias a su enorme personalidad y modo multijugador consigue destacar dentro del género. Porque metroidvanias hay muchos... Pero ratoidvania sólo hay uno.

Una nueva muestra de juego en el que se ve que hay ganas, pero falta muuuucho por pulir y por rediseñar. La competencia es demasiado feroz en el género como para que destaque.

Pese a que arrastra algunos defectos y el port no es todo lo perfecto que nos gustaría, hemos disfrutado muchísimo de Aeterna Noctis en Nintendo Switch. De hecho nos ha enganchado más que el original, gracias a fantásticos añadidos como el modo Aeterna. Si no lo habéis jugado o lo abandonasteis por su dificultad, ahora es el mejor momento.

Si hay algo que trasciende tras la lectura del libro es la pasión del autor por la saga y todo lo que la ha hecho grande, sin que nunca se pierda el espíritu crítico. En definitiva, dan ganas de enchufar nuestras consolas veteranas y revivir momentos como nuestro primer super combo o las alocadas peleas de X-Men vs Street Fighter.