Las apariencias engañan, y el aspecto amable de Baboon! se ve bruscamente truncado cuando te topas con su gran dificultad. Y ojo, porque esto es bueno. Puede resultar frustrante, pero es un juego que sabe premiar tu esfuerzo, un título no apto para todo el mundo pero que, si te atrapa, no te soltará durante bastante tiempo, lo que supone una fantástica noticia para un videojuego destinado a una consola portátil.