Outpath: lo bonito de descubrir algo nuevo

Outpath es una experiencia única a medio camino entre Forager y Minecraft

Cuando, tras pasar casi 30 horas de tu vida jugando a un videojuego, te deja en el cuerpo la sensación de “ojalá pudiera volver a empezarte, olvidándolo todo, para volver a disfrutarte“, eso es que ha calado hondo. Estoy muy seguro de que más de una vez, querido lector, querida lectora, os ha ocurrido esto mismo con alguna joya. Esa joya que olvidaríais sin dudarlo solo por el placer de volver a empezarlo, esa sensación de sorprenderte como la primera vez es mágica y ha sido gracias a Outpath de David Moralejo que yo la he vuelto a sentir.

Bienvenidos a un mundo muy distinto

Recuerdo la conversación con David, a quien desde aquí quiero agradecer su atención y también agradecerle su paciencia, ya que he necesitado tirar de su ayuda en algún momento. Recuerdo con cariño el momento en el que le digo “tranqui, que lo voy a jugar en Steam Deck“. No se lo creía, puesto que no lo había configuración para la misma, pero la tecnología de hoy día es tan inteligente como para hacer funcionar lo que sea sin demasiado problema y ya os puedo decir que ha sido una experiencia magnífica la de poder disfrutar de Outpath tirado en la cama o en el sofá.

Y es que Outpath es único porque te permite tener largas sesiones de juego, pero también pequeñas. Encender la Steam Deck y, mientras esperas a que el agua rompa a hervir, seguir explorando más en este fantástico mundo lleno de misterios. Un videojuego apto para todas las edades y muy necesario para liberar tensiones.

El poder de la sorpresa

Lo que busco en un videojuego es su experiencia. Una experiencia que sea única y que me haga sentir como que estoy descubriendo algo absolutamente nuevo. Outpath tiene una fusión de géneros que combinan con un acierto realmente alucinante y esto ha sido lo primero que me ha hecho focalizar toda mi atención en su propuesta. Pero lo segundo y más importante que ha conseguido esta joya indie ha sido darme las ganas de descubrir, las ganas de sorprenderme constantemente. Porque aquí estás para explorar, probar, contemplar y construir, algo que os aseguro es muy placentero.

Imaginad por un momento que aparecéis en una pequeña isla. Pero muy pequeña. Outpath te suelta ahí, con unos pocos metros de espacio y con un gran mar que todo lo inunda. Sorprende ver como algo tan pequeño, finalmente, acabará expandiéndose de muchas maneras. Nos encontramos en ese pequeño islote y parece ser que la mecánica es muy sencilla: haz clic en algo para quitarle puntos. Una vez roto, esos puntos se convierten en experiencia que podrás consumir, añadiéndola a un extraño monolito que hay en el mismo islote. Un monolito que hace que nuestra curiosidad esté alimentada hasta el final de la aventura, siempre exigiéndonos un poco más y dándonos alguna pequeña respuesta pero acompañada de muchas preguntas.

Lo bonito viene cuando llegamos a darle al monolito toda la experiencia que nos pide, puesto que estalla en una explosión de luz y, por arte de magia, aparece otra isla al lado. Como si de unos dioses se tratara, nuestro tributo habrá dado su fruto. Hemos invertido nuestro tiempo y esfuerzo en expandir su mundo. Al aparecer otro fragmento de esa isla aparecerán también nuevas criaturas y materiales. Al principio, entre rocas, árboles, hierba, arena, gallinas y vacas, se irá todo desenvolviendo poco a poco. Pero una vez que comenzamos a construir lo que el monolito nos pide, Outpath nos volverá a sorprender más.

Crafteo y exploración: qué gran placer

Outpath tiene 2 pilares fundamentales que alimentan esa furiosa curiosidad que nos mete en el coco: el crafteo y la exploración. Y es aquí cuando nos damos cuenta de que esto puede no tener fin, de que quizás no se pueda volver atrás en nuestro recuerdo y que por eso queramos olvidar para volver a disfrutar. Una vez construida una mesa de trabajo básica ya será un no parar. Hay decenas de combinaciones diferentes, cientos de objetos por crear y encontrar. Pero lo más interesante de todo esto es que, sin explicarte una sola cosa. El sistema de crafteo como tal está muy bien diseñado, puesto que incluso las construcciones tienen sinergias con otras y, si las ponemos cerca, se enlazarán dándonos más posibilidades de creación, añadiendo nuevas recetas a las ya conocidas.

Es fascinante como Outpath te atrapa desde el primer minuto. Un sistema de mejoras y creación muy divertido y dinámico que, gracias a la rápida exploración por el mapa, se hace mucho más ameno. Porque el segundo pilar de esta maravilla indie es, sin lugar a dudas, la exploración. Recorrer constantemente la isla descubierta para ver como aparecen los recursos es magnífico y realmente adictivo. No puedes parar de ir de aquí para allá. Hay dos modos de juego en realidad, puesto que puedes jugar sin hambre y sueño o puedes jugar libre de ataduras, lo cual te permitirá no descansar nunca. Es maravilloso, ¿verdad?.

Cada paso dado es una novedad más

Una vez completado el monolito es cuando recibes la primera gran sorpresa: un nuevo bioma aparece en el gigantesco mar. Un nuevo bioma lleno de nuevas posibilidades jugables. Esa sensación de pensar en que habrá en esa isla distinta hace que nunca te detengas, que siempre quieras mucho más. Con cada ampliación en Outpath también conseguimos unos libros que nos añaden mejoras como mayor velocidad de desplazamiento, más saltos consecutivos, la posibilidad de cambiar de herramienta automáticamente dependiendo del material que cliquemos. Un sin fin de sorpresas que nunca se detiene.

Con cada bioma nuevo descubierto, todo crece y genera nuevas sinergias con lo que ya habíamos descubierto. Esa es la magia de Outpath, una magia que en realidad nunca se disipa. Incluso al haber terminado la que sería “su misión principal“, he seguido descubriendo nuevas partes que no se me habían pasado por la cabeza en ningún momento.

Modelos planos para un mundo tridimensional

Outpath tiene una estética que, por aproximación, puede recordar muchísimo a Minecraft, aunque eso es solo en el terreno como tal, porque luego todos los objetos, recursos y animales que nos encontramos son casi todos planos. Con un pixel-art muy bonito consigue, sin tener polígonos como tal, un apartado artístico realmente precioso. Es algo que me encanta, puesto que estamos ante uno de los videojuegos más completos de toda la historia de la industria española, el cual está creado desde la más absoluta sencillez visual. Todo ello acompañado de una banda sonora que te transporta directamente a su mundo. Un buen conjunto de composiciones que nos relajan más aún para poder explorar con paz y tranquilidad.

Conclusión

Outpath es, sin duda alguna, la mayor sorpresa que he tenido en 2023. Una propuesta diferente, llena de magia que te incita a seguir explorando continuamente, dándote un montón de horas de diversión e incluso dándote la posibilidad de que sea completamente eterno. Una joya indie que ha pasado desapercibido por la gran cantidad de lanzamientos que hay casi a diario, pero que merece estar en el podio. Desde luego que es un trabajo alucinante el que David Moralejo ha hecho con esta maravilla y que espero que pronto pueda disfrutarse en todas las consolas. 100% recomendado. No lo dejeis pasar.

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