Una forma interesante e instructiva de pasar el tiempo es revisar el calendario de lanzamientos de videojuegos españoles que tenemos en DeVuego, a la búsqueda de pequeños juegos indie que, por diferentes razones, hayan podido pasar desapercibidos. En una de estas rutinarias búsquedas, di con un juego exclusivo de Nintendo Switch del que no había oído hablar y del que es una tarea ardua encontrar cualquier tipo de información: La autoestopista fantasma.
Sabemos, por la página oficial en la eShop y la base de datos de DeVuego, que el juego está desarrollado por Gray Page Studio y publicado por Cooking and Publishing. Poco más. No hay noticias o reviews sobre el lanzamiento del videojuego, ninguna referencia en Twitter e incluso la página web del estudio está caída. Quizás las ventas no acompañaron, quizás no se hizo un buen trabajo de marketing, quién sabe. La única certeza es que se trata de un videojuego olvidado antes de su nacimiento.
Fantasmas en la carretera
La autoestopista fantasma es una aventura conversacional en la que leeremos una historia y, en determinados momentos clave, tomaremos decisiones que marcarán el devenir de los acontecimientos. El protagonista es un joven que se despierta en un bar sin recordar nada. Pronto, una señora bastante extraña nos pedirá ayuda y en nuestra mano estará la posibilidad de ayudarla o ignorarla.
Si fuera un libro diríamos que el género se encontraría entre el misterio y el terror, pero tampoco podríamos omitir que se trata de una historia ya vista. Nada en La autoestopista fantasma, empezando por el nombre, es original. La trama, pese a su brevedad, está repleta de clichés y situaciones manidas que, aunque pueden despertar un mínimo interés, llevan a un desenlace previsible.
Sin embargo, la falta de originalidad no es su principal problema. Lo que lastra al videojuego es su brevedad. Completar La autoestopista fantasma la primera vez nos puede llevar 10 minutos. Teniendo en cuenta que se trata de una aventura narrativa, en la que fundamentalmente tenemos que leer, se hace extremadamente corto. Además, esta brevedad juega en contra del videojuego: en una historia que pretende transmitir misterio y angustia, no dar tiempo a la construcción de los personajes y a crear una atmósfera adecuada provoca que el jugador no tenga tiempo de implicarse en la narración. Llegaremos al final, quizás nos llevaremos un pequeño susto y nada más.
Evidentemente podremos reiniciar la historia y tomar decisiones diferentes para ver otro tipo de desarrollo y conclusión, pero la realidad es que la aventura no cambia en exceso ya que nuestras decisiones al final no son demasiado relevantes y los cinco finales que alberga son similares. En el mejor de los casos, podremos descubrir todos los desenlaces y recorrer todo el árbol de decisiones en una media hora.
Se hace difícil rescatar algún aspecto positivo del juego. Quizás que las ilustraciones que acompañan a la historia no están del todo mal, pese a ser genéricas y tener poca personalidad (yo diría que hechas con IA). Por otro lado, si nos lo tomamos como un pequeño relato de terror, puede satisfacer al jugador que busque pasar un rato entretenido a bajo precio. A fin de cuentas no sabemos las expectativas y pretensiones que tenían los desarrolladores en el momento del desarrollo, puede que fuera un pequeño tanteo del mercado o incluso un proyecto estudiantil, quién sabe. Lo único seguro es que, al final, es más interesante el misterio que envuelve al videojuego que la propia autoestopista fantasma.
Conclusión.
Una aventura narrativa con poca originalidad y de una brevedad extrema que poco aporta al género. Su bajo precio puede convertir a La autoestopista fantasma en una opción a considerar si lo único que buscamos es un pequeño relato de terror para matar el tiempo un rato.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.
