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Bot Vice. La venganza nunca es fácil

Bot Vice es una de las sorpresas más agradables que me he encontrado uíltimamente en Steam. El juego, desarrollado por DYA Games y publicado en 2016, nos traslada a aquella época en que reinaba la SNES y los shooter arcade eran conocidos por su dureza y frenetismo.

Aprovechar el tirón “retro” y sacar videojuegos arcade con gráficos pixel art viene siendo una apuesta habitual en el entorno indie de los últimos años. Hay quien opta por este estilo por amor y nostalgia y hay quien simplemente intenta aprovechar esta ola con producciones genéricas. Afortunadamente bastan 10 minutos para diferenciar unos juegos de otros. Bot Vice entra en esta primera categoría: se nota trabajado, hecho con cariño y por gente que ha pasado mucho tiempo entre píxeles y que conoce de primera mano la intensa sensación de jugar en una recreativa.

Bot Vice forma parte del género shooter, pero en una vertiente que no es la más explotada ni conocida: el jugador puede moverse sólo de izquierda a derecha a la vez que apunta y dispara a los enemigos que se van acercando. Este subgénero, que puede encontrarse con el nombre de Cabal Shooter (derivado del videojuego homónimo de 1988), nunca ha tenido demasiada presencia en el sector, siendo probablemente Sin & Punishment el juego más conocido.

Controlamos a Erin Saver, una joven policía que en un ataque perpretado por una banda de ciborgs pierde un brazo y a su compañero Roy . Seis meses después, el comando enemigo amenaza de nuevo la ciudad y ella, armada con un brazo robótico, sale en busca de venganza.

Aunque siempre es positivo que haya algún tipo de historia como base tampoco hay que detenerse mucho en ella. Un argumento básico, con algún pequeño intento de sorprender al jugador y unos cuantos chistes malos; poca cosa, pero funciona. Sólo achacaría la duración de algunas escenas de conversación, excesivamente largas.

La historia es simple, pero se permite algún que otro chascarrillo.

 

La mecánica del gameplay es simple: nuestra protagonista queda situada en la parte inferior de la pantalla, protegida tras una serie de objetos que actúan como barricada, y los enemigos nos atacarán desde el frente. Nuestra principal arma será el brazo robótico que cuenta con un disparo simple, aunque poderoso, con el que podremos mantener a raya a muchos de nuestros enemigos. Pero lo que de verdad nos dará la posibilidad de superar niveles serán las armas secundarias que encontraremos: lanzallamas, metralleta, disparo triple, bombas y misiles. Usar inteligentemente este armamento será vital si no queremos morir una y otra vez.

Nos equivocaríamos si pensáramos que es el típico juego en el que basta disparar a diestro y siniestro; esquivar será tan importante o más que gastar balas. Incluso con todas nuestras armas secundarias cargadas al máximo, en ocasiones será imposible dar cuenta de todos los enemigos y tendremos que esquivar o refugiarnos para lograr sobrevivir.

Nuestra protagonista tiene dos opciones: atrincherarse detrás de los objetos o rodar hacia los lados. La primera opción es muy efectiva contra disparos normales, pero tiene un par de pegas: los enemigos acaban debilitando y destruyendo tu escondite y, por otro lado, hay ataques que ni así evitamos. Rodar hacia los lados nos permite esquivar todos los peligros, pero es un movimiento breve que tendremos que usar de forma precisa. ¿La solución? Ser inteligentes y actuar en función del enemigo, combinando ambos movimientos e intercalando disparos.

Agacharnos permitirá esquivar la mayoría de los disparos… pero no todos.

 

Si algo hay que destacar en Bot Vice es el grandísimo trabajo que han hecho los desarrolladores con los enemigos. No solo tenemos mucha variedad, sino que cada uno tiene su característica que lo hace único, peligroso y susceptible de ser nuestro verdugo. Desde máquinas voladoras disparando ráfagas de balas hasta aves de fuego que se lanzarán contra nosotros, pasando por estúpidas y molestas ranas que nos saltarán sobre la cabeza. Otros nos dispararán burbujas, algunos lanzarán llamas, y unos pocos directamente nos bombardearán. Y si, por lo que sea, nos toca uno “tranquilo” se tratará de una especie de guerreros que tienen 5 veces más vida que los demás, haciéndonos perder tiempo y balas.

El resultado es un bendito caos desde el momento uno de cada nivel. Los enemigos aparecen en oleadas predeterminadas y en cuestión de segundos la pantalla se convierte en un infierno de balas, explosiones, fuego y destrucción. Por momentos el juego llega a niveles de bullet hell en los que es imposible saber qué está pasando con exactitud, mientras que hacemos rodar a Erin como locos. Nuestra única opción de éxito será conocer bien cada enemigo, analizar rápida y fríamente la situación y decidir a quién merece la pena destruir primero. 

Demasiados disparos

 

Pero todo pastel tiene una guinda y en este caso se trata de los jefes finales. Si sobrevivir a las balas y acabar con los enemigos no era suficiente, en cada nivel tendremos un jefe que destruir. No son de una dificultad extrema y si conseguimos llegar con un buen arsenal es posible que no nos compliquen mucho la vida, algo que rara vez sucederá, ya que están colocados con mucha mala leche. Siempre llegamos al enfrentamiento final con poca salud y escasa munición.

¿Lo mejor de todo? Que quizás completar los niveles no sea suficiente, además hay que hacerlo lo más rápido posible. Al final de cada pantalla se nos puntuará en función del tiempo que hayamos tardado en completarla y si queremos llegar al final del juego la suma de todos los niveles no puede sobrepasar 37 minutos. Bot Vice es un juego frenético, de niveles de intensidad máxima, pero de poca duración. Si somos hábiles todos los niveles pueden completarse en 1:30 o 2 minutos aproximadamente, eso sí, en algunos sudaremos, y mucho.

Este notable trabajo de los chicos de DYA Games con los enemigos y jefes conlleva que Bot Vice sea un juego complicado. He observado algunas críticas a la extrema dificultad del juego y no puedo dejar de considerarlo injusto. Es un arcade ochentero, DEBE ser difícil. La época de 8 y 16 bits era sinónimo de sufrimiento, con shooters y plataformas imposibles que solo los mejores eran capaces de superar. Por tanto, cualquier juego que quiera ser un homenaje sincero a aquella época debe respetar esta particularidad. 

Habrá jefes finales durísimos

 

No obstante, si la dificultad viene dada por errores del juego o imprecisiones en los controles sí que debe ser objeto de crítica y Bot Vice tiene un par de problemas al respecto. El principal es el sistema de apuntado; sólo podemos disparar hacia delante o apuntar automáticamente a los enemigos. Esto conlleva una importante desventaja: no podemos elegir a qué enemigo encañonar y en muchas ocasiones es imposible atacar con precisión. Este defecto afecta especialmente cuando queremos disparar al robot que nos da munición y acabamos atacando por error a otros enemigos; es algo realmente frustrante que nos puede costar más de una partida. Personalmente me hubiera parecido más interesante incluir la posibilidad de apuntar con el ratón, para dar la oportunidad al jugador de tener una precisión total.

El segundo problema es que si jugamos con teclado (algo que el propio juego te desaconseja) rodar de un lado a otro es bastante impreciso. En ocasiones el personaje hace el movimiento tarde, en otras directamente no lo hace y a veces no sabemos en qué dirección se moverá. No tener mando no implica que no podamos jugar, de hecho yo lo he completado con teclado, pero sí que es bastante recomendable.

Por último, la selección de las armas secundarias es problemática. Aparecen ordenadas en la parte inferior de la pantalla y sólo podemos pasar de una en una, sin posibilidad de modificar el orden. Es decir, tendremos que recordar en qué posición está cada arma para elegir la que queremos, algo que no siempre sucederá y acabaremos usando una que no necesitamos inútilmente. De nuevo, todo hubiera mejorado con la posibilidad de editar los controles y asignar a cada arma una tecla.

El cambio de arma es uno de los problemas de Bot Vice

 

Hay un último aviso que dar a los jugadores sensibles: la curva de dificultad es casi inexistente, siempre es difícil. Desde el inicio la exigencia será alta y no tendremos ningún tipo de nivel para acostumbrarnos o probar los controles. No es una línea totalmente ascendente, pues tan pronto nos encontramos con un nivel demoníaco como con uno relativamente asequible, pero en líneas generales el juego pasa de difícil a muy difícil. Todo para llegar a una lucha final más que digna: larga, complicada y que exigirá una precisión de cirujano.

En cualquier caso, siempre podremos optar por comenzar a jugar en el nivel “fácil” e intentar aclimatarnos a los controles antes de pasar a niveles de dificultad más elevados.

BotVice en su dificultad más alta será todo un reto

 

He decidido hablar del apartado técnico al final porque la acción de Bot Vice es tan sumamente intensa que no acabas fijándote demasiado. El juego te sumerge en un torbellino de disparos con tanta velocidad que apenas tienes tiempo para prestar atención a los detalles. Pero si hacemos el esfuerzo observaremos un gran uso del pixel art, cuidado, colorido y lleno de pequeños guiños, como el modo de morir de nuestra protagonista, muy similar al de Megaman.

Destaca la variedad y diseño de los enemigos, todos diferentes y fácilmente reconocibles, sin que ninguno actúe de relleno. Pero lo que más nos sorprenderá son los efectos de los disparos y explosiones, que no solo llenarán el escenario de balas de colores, sino que harán temblar toda la pantalla. Es una delicia a nivel visual que lamentablemente no tendremos tiempo de apreciar en su justa medida si queremos sobrevivir.

A nivel sonoro tampoco encuentro pegas. Dejando al margen el innecesario y pobre doblaje al inglés, considero que hay un gran trabajo detrás de la música que acompaña la acción, que nos mete de lleno en el gameplay y nos invitará a jugar siempre una partida más.

El juego es una fiesta de balas y explosiones

 

El modo historia normal se compone de 25 niveles que, con habilidad y suerte, se pueden completar en unas 4 horas. Una vez completado se liberarán 25 misiones adicionales, mucho más complejas, pero ajenas al argumento principal.

En total, si queremos completar las 50 misiones, buscar la máxima puntuación e incluso conseguir los retos que propone el juego, se nos puede alargar a las 15-20 horas sin ningún problema. Una cifra más que respetable para un juego de estas características, que además tiene un fuerte componente de rejugabilidad.

 

Conclusiones. Bot Vice es uno de los juegos que más me ha sorprendido este año. Quizás ha quedado un poco escondido detrás de las ingentes cantidades de videojuegos que entran en Steam, pero se trata de un shooter arcade cañero, intenso, difícil y muy divertido. Teniendo en cuenta que cuesta 1€, nunca estará de más en nuestra biblioteca.

 

Bot Vice
Bot Vice
Developer: DYA Games
Price: 9,99 €

 

 

 

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Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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