Análisis de Murtop: el retro vuelve a nuestras consolas

Cinco duros más y fijo que me lo paso…

¿Cuantas veces repetiste esa frase en el salón recreativo de tu pueblo cuando eras pequeñito/a?. Seguramente muchas más de las que a todo el mundo les gustaría admitir pero claro, normalmente pasarse una máquina recreativa no era tarea fácil y había que hacer uso de todas nuestras habilidades en un entorno donde, seguramente, habría cola para jugar a la misma máquina. Eran lugares de reunión donde entrenábamos nuestros reflejos aunque eso no solo lo hacíamos jugando sino que también lo hacíamos mientras veíamos como los demás jugaban (los primeros streamers sin duda alguna…).

Hoy vengo con ese picorcito en el corazón y es que me he pasado unas cuantas horas jugando a un arcade muy retro pero creado en esta época moderna, uno de esos arcades con una mecánica marcada que lo que buscaban era sacar los cuartos a las personas que se ponían frente a la máquina. Hoy os traigo este análisis dedicado a Murtop, videojuego creado por el desarrollador en solitario Hiulit y publicado por Flynn’s Arcade.

No pares, sigue sigue (la has cantado y lo sabes)

Como bien os he dicho antes hoy venimos a gastarnos la paga de los domingos en esa recreativa a la que estamos enganchados. Esa máquina en la que, hasta los más pros se dejan la pasta y es que Murtop es un arcade de los clásicos, un juego de esos que tiene una mecánica y una gran carrera por delante. Lo primero que me gustaría destacar de este juego creado por una sola persona es que no se esconde. Quiere darnos un reto clásico y no se sale de esa vía siendo esto tan bueno como malo.

Y muchos os preguntaréis, ¿pero hay cabida para juegos tan arcades a día de hoy?. Pues claro que la hay y gracias a dios que existen porque, y os seré muy sincero, tras terminar una de esas historias que te llevan 40 horas no suele apetecer iniciar otra así por lo que propuestas como Murtop siempre son bien recibidas, un juego donde no hay complicaciones, solo reflejos y habilidad. Aquí siempre hay que estar al 100%, si titubeas, perderás tu record.

Murtop es directo, muy directo. Cuando iniciamos el juego y metemos un crédito, si esperamos un poquito, en seguida saldrán todas las indicaciones de este tipo de clásicos arcade donde veremos los 3 tipos de enemigos diferentes que hay, como eliminarlos y como sacar la mayor cantidad de puntos. Una vez visto este pequeño tutorial el juego en seguida nos suelta de la mano para ponernos directamente frente al reto principal de este proyecto: el nivel está lleno de enemigos y tenemos que acabar con todos ellos lo antes posible.

Una máquina arcade bien engrasada

Una de las virtudes de Murtop es su sencilla jugabilidad ya que solo necesitaremos el joystick (o la cruceta si lo preferís) y un botón para soltar las bombas. Una sencilla mecánica que, desde el primer segundo de juego ya queda prácticamente explicada. Una vez queda grabado en tu cerebro el tiempo que tardan nuestras bombas en explotar iremos como balas por los niveles aunque claro, por muy bien que controlemos la mecánica principal, siempre puede haber algún tropiezo.

Algo que me gusta mucho es la mezcla de “clásicos” dentro de este mismo juego puesto que, uno de los referentes a los que homenajea con sus explosiones, es al mítico Bomberman, juego al que jugué una buena cantidad de horas en muchas plataformas distintas. También rinde un poco de culto a uno de los clásicos más grandes de todos los tiempos como lo es Dig Dug ya que aquí también hay que escarbar en la tierra y evitar que te caigan las piedras encima.

Como ya estáis viendo, Murtop es un videojuego muy sencillo de entender pero complicado de dominar. Es capaz de ponernos entre la espada y la pared constantemente y, para dificultar un poco más las cosas, solo tendremos 3 vidas. Una vez acaben con todas ellas acabará nuestra partida a menos que continuemos, perdiendo así toda nuestra puntuación.

Algo muy interesante es que cada enemigo nos dará puntos pero en diferentes rangos, por ejemplo, si se alertan por nuestra presencia en lugar de darnos 400 puntos nos llevaremos solo 100. Así que aquí entra en juego nuestra pericia a los mandos para intentar acabar con varios juntos sin que se alerten, activando una bonificación extra y multiplicando los puntos. También habrá unas zanahorias repartidas por el nivel las cuáles sumaran una buena cantidad de puntos si las conseguimos todas.

En este arcade moderno tendremos la difícil tarea de terminar 256 niveles que irán subiendo en dificultad poco a poco. A cada 5 niveles nos encontraremos con un nuevo enemigo que estará en la parte superior del terreno y al que no podremos eliminar. Lanzará una roca que irá recorriendo la tierra hasta llegar a abajo por lo que será, junto con los otros dos tipos de enemigos y las piedras, un nuevo punto en pantalla a tener en cuenta. Tras acabar ese nivel más especial tendremos la oportunidad de jugar un nivel bonus donde sacar más puntuación recogiendo zanahorias.

En horizontal y en vertical

Una de las particularidades que tiene Murtop es que se puede disfrutar tanto en horizontal como utilizando el famoso modo Tate el cuál gira el juego para utilizar más pantalla. Todo un acierto puesto que este tipo de recreativas lo hacían mucho. Si que es cierto que es un modo que se disfruta más en Switch puesto que no me imagino en el salón de casa dándole la vuelta a la tele de 50″ pero es un detalle que se incluya.

También se han incluido varios marcos que le dan un toque de color a todo el espacio de la pantalla que no se aprovecha pero si que es cierto que son pocos y habría gustado mucho ver alguno más. También tiene una serie de filtros utilizando paletas de colores clásicas pero, aunque es curiosos verlo al estilo de la ya archiconocida Game Boy, le resta un poco al juego puesto que se pierde el toque original. Algo que he echado en falta en la propuesta de Murtop ha sido un modo para dos jugadores porque los piques serían realmente intensos aunque, bueno, quizás en una segunda entrega si que podamos llegar a verlo.

Conclusiones

Murtop es un gran arcade. Te transporta a una época gloriosa del videojuego pero con alguna ventaja como puede ser el poder continuar hasta terminar el juego (aquí no se nos gastan las monedas como en la vida real). Saber que lo que os vais a encontrar es prácticamente lo mismo todo el rato lo cuál puede que las personas más jóvenes no entiendan mucho pero el juego ha buscado ser un arcade con todas las de la ley y lo ha conseguido con creces. Más de una tarde te la pasarás intentando conseguir una mayor puntuación o retando a tus amigos y familia para ver hasta donde llegan con “cinco duros“. Una propuesta muy divertida y apta para todas las edades.

Enlaces de interés