Aún corriendo el riesgo de sonar redundante, pues ya es una premisa mencionada y tratada en otros textos de similar índole, desarrollar, publicar y comercializar videojuegos no es una tarea sencilla y exenta de riesgos. Las dificultades existentes se agravan y refuerzan particularmente en los estudios pequeños que, con relativa frecuencia, se ven en la disyuntiva de afinar su ingenio y entereza, buscando fuentes y vías para financiar una idea o venderla como atractiva o, en el peor de los casos, cancelar su proyecto. Algunos de esos métodos van desde mostrar elementos conceptuales e iniciales del producto para recibir apoyo por parte del público potencial, o posibilitar la opción de disfrutar de versiones preliminares e inacabadas de la obra en cuestión.
Tanto kickstarter como early access son dos realidades que han llegado para quedarse, tanto en la industria como en nuestro vocabulario habitual. Ziggurat 2, del equipo de Milkstone Studios, se encuentra en la segunda situación en Steam pero, de una manera considerablemente encomiable y acertada, no deja que eso sea un impedimento para ofrecer una experiencia entrañable, resultona, desenfadada y divertida.
Partiendo del formato estándar de shooter en primera persona con elementos procedurales, se permite tomar ciertas concesiones y libertades creativas que hacen de este un periplo jubiloso, memorable y, por supuesto, adictivo. Pensaba jugar unas solo una hora o dos para redactar estas primeras impresiones, y he acabado doblando esas intenciones.
Ziggurat 2 cambia a los clásicos soldados por magos, las armas de fuego por varitas, bastones, cañones, mamotretos de hechicería y grimorios, las balas por mana y los combatientes habituales por un profuso imaginario de espectros, armaduras reanimadas, insidiosos villanos con abrumadores ataques e incluso versiones retorcidas y malignas de verduras.
La premisa nos cede el control de dos magos con poca experiencia que deberán visitar unas antiguas y solemnes ruinas donde, por razones en las que profundizaremos, un terrible e incontrolable caos se ha desatado. Será nuestro menester y cometido viajar entre los ancianos bastiones derrotando a las iracundas criaturas que ahora los habitan.
Todavía tiene algunas costuras, aspectos a pulir, balance que implementar, contenido que añadir y cuestiones que mejorar. Tanto escenarios como jefes se me antojan algo reiterativos tras unas horas invertidas, y la variedad de armas escasea. Por supuesto, tengo la certeza de que todo ello se subsanará cuando la versión definitiva del producto sea depositada en nuestras manos de mortales. Al fin y al cabo, esto es solo una muestra anticipada del potencial de Ziggurat 2. Incluso en su situación actual, podría recomendarlo sin lugar a dudas.
Autor
Me gustan las buenas historias, independientemente del formato. El videojuego es una de mis pasiones, y suelo hablar de ella con frecuencia.
