Ereban: Shadow Legacy. Adentrarte en las sombras

Ereban: Shadow Legacy es un videojuego creado por el estudio de Barcelona Baby Robot Games. En este juego, encarnaremos a Ayana, la habilidosa y sigilosa protagonista. Junto a ella, nos adentraremos en las sombras en busca de respuestas sobre su pasado y el universo en el que se encuentra. Ereban, no es el primer título del género de sigilo de este estudio, ya en 2018 sacaron otro título similar: Atlas’ Fate: Between Light and Darkness.

A través de su sistema de sigilo y plataformas, nos encontramos ante una propuesta cargada de recovecos, secretos y diferentes caminos para tomar. ¿Prefieres ser una asesina despiadada? ¿O prefieres ser una con las sombras sin que nadie te vea?

Luces y sombras: el arte de jugar.

Desde el minuto 1 Ereban entra por los ojos, ya su página web y sus promos lucen la mar de atractivas. Lo mejor de todo es que eso es nada comparado con lo que nos podemos encontrar dentro del juego. La estética general es brutal, los escenarios están cuidados y marcan un contexto visual muy acorde al worldbuilding. Y no solo el modelado del entorno es algo que debemos destacar, sino también el de los personajes. Tanto NPCs como enemigos, tienen diseños que se repiten, pero están tan bien integrados y dispuestos en la jugabilidad que se sienten poco repetitivos. Los efectos de postprocesado generan un ambiente futurista únicos y acompañan a la estética general que da gusto.

Y así me podría llevar, frase tras frase, glorificando al equipo artístico encargado de dar vida a Ereban. El trabajo se siente impecable y cómodo a la vista, nada está recargado ni nada que se sienta sobrante.

Mediante la psicología del color, nos guían, dejando el color magenta como vía de comunicación entre camino lógico del juego (o pistas) y jugador. Es cierto que las marcas de pintura magenta pueden llegar romper con la experiencia y el mundo, pero es un medio de accesibilidad necesario y correcto. La mayoría de jugadores no son exploradores que analizan todo lo que se encuentran, suelen ir “a por el turrón”, por lo que medidas como esta son un acierto. Otro punto a favor, es que siempre tenemos un foco rosa que nos planta el objetivo que apoya a la señal de la brújula. Da igual lo que explores, da igual donde te metas, la clave está en la luz rosa.

Y de luz vamos a seguir hablando cómo el uso de la iluminación del motor gráfico sirve tan perfectamente para marcar y orientar al jugador por dónde puede ser más sigiloso y por dónde no.

En la gran mayoría de juegos, cuando vemos zonas oscuras, nos lamentamos, sentimos que no podemos ver ni averiguar qué tenemos por delante. En cambio en Ereban, las zonas oscuras son nuestras amigas. Estas nos ayuda a usar nuestras herramientas de sigilo en todo su esplendor. Pero siempre con el punto positivo de que, aunque no haya fuentes de luz que acompañen a las sombras, en todo momento somos capaces de ver en ellas.

Además, no solo Ereban es un juegazo con un nivel artístico impresionante, sino que tenemos una banda sonora que acompaña a la experiencia de una forma espectacular. En ningún momento se hace pesada, el pacing de las pistas es el ideal para cada situación jugable. Sin duda, el pack de cómo se comunica el juego con nosotros desde lo auditivo y visual, es genial.

El legado de las sombras de la mano del sigilo.

Diseñar un sistema de sigilo es complejo, pero más complejo es crear un sistema de sigilo funcional que encima se sienta cómodo y coherente con todo el juego. Ereban lo ha conseguido. Es impresionante ver las posibilidades jugables que tenemos delante. Contamos con diferentes estrategias sigilosas o agresivas que podemos usar para esquivar o librarnos de nuestros enemigos.

A lo largo del gameplay, nada se siente forzoso o complejo. Tal vez haya un par de muros con el que te topes y que debas darle vueltas, pero finalmente encuentras el camino y sabes qué es lo que hay que hacer.

La propuesta es muy intuitiva y cómoda para jugar. En todo momento el jugador se comunica con el entorno. Sabe qué tipo de estrategia puede usar para seguir adelante. Además, el plataformeo y el sigilo casan estupendamente, donde las animaciones del personaje se sienten tan orgánicas que parece que somos nosotros mismos quienes encarnamos al personaje.

Más allá de la experiencia jugando y cómo se siente el gameplay, debo aplaudir el hecho de que el juego tenga varios caminos posibles en base a las decisiones que vayas tomando. No solo te invita a ser sigiloso o agresivo, sino que te invita a jugar de la forma que mejor que haga sentir, donde dispones varias herramientas y tú eliges cómo usarlas y para qué usarlas.

Y todo esto combina de una forma excepcional con el diseño de niveles, el entorno está distribuido de tal forma que de un rápido vistazo sepamos cómo identificar el patrón enemigo y evitar su acecho. Tal vez una vez entiendas cómo lidiar con uno, el resto de la fase sean similares pero, ¿y la satisfacción que genera ser capaz de anticiparte a la máquina y salirte con la tuya?

En general, la jugabilidad es genial, se siente una propuesta fresca y entretenida. El tiempo deja de existir mientras estás absorto dentro de una misión. Y si eso no es de verdad lo que importa dentro de un juego, ¿para qué jugamos? Tal vez haya gente que encuentre fallos o le parezca incluso sencillo. Pero con el mero hecho de pararte a pensar cómo ha podido ser todo el proceso de desarrollo, hace pensar que nos encontramos ante un producto con una calidad abismal.

Y no solo desde todo el diseño de juego se percibe la calidad, sino también desde la narrativa. Tiene un lore muy trabajado, con unas reglas de un universo asociado a las figuras de los Ereban que es digno de aplauso. Podemos obtener coleccionables que nos ayudarán a entender el punto del mundo y de la historia de nuestra desconocida protagonista. Los Npcs, con doblaje incluido, nos comunicarán nuestros objetivos y nos darán misiones para conocer más este mundo. No hay pilar del desarrollo de los videojuegos que Ereban no haya sido capaz de cubrir.

¿Lo recomiendo?

La respuesta es: ¡Por supuesto! Hacía tiempo que no me enganchaba tanto a un juego. He llegado a posponer mis tareas del hogar por tal de superar un capítulo más. Sin duda, una de las sorpresas de esta primavera.