Soy un gran fan de las investigaciones de crímenes, reales o ficticios, las series y películas detectivescas y, por supuesto, de los juegos que tratan de reflejar este apasionante -y a la vez horripilante- oficio. También era conocedor de las aventuras en primera persona creadas por K148 Game Studio, pero que hasta este título que nos ocupa habían sido más bien juegos de puzle y de escape room, géneros que no son de mi mayor agrado. Sin embargo, desde un primer momento me atrajo esta primera incursión de K148 en el género de la investigación criminal.
Lo creas o no, en DETECTIVE – Stella Porta case somos un detective que investiga una serie de extrañas desapariciones, tres en concreto, relacionadas claramente entre sí por un misterioso contrato firmado con una organización llamada “Stella Porta”.
Nuestro objetivo es visitar las ubicaciones donde se han dado esas desapariciones -o más bien, los crímenes, pues todas las personas desaparecidas han dejado tras de si algún cadáver antes de esfumarse- y recabar todas las pistas posibles. Por tanto recorreremos unos escenarios reducidos donde habrá unas pistas principales, a las que se le tomarán la correspondiente foto, y otras secundarias que recogeremos y nos llevaremos para ayudarnos en la resolución de cada caso.
Una vez recogidas todas las pistas, será el momento de visitar la comisaría de policía para haciendo uso de nuestra habilidad deductiva ponerlas en el orden correcto en nuestro imprescindible tablón de corcho y tratar de encontrar la solución al caso, que se nos explicará una vez encontrada la cronología correcta.
Como jugador habitual de aventuras detectivescas las dos mecánicas de DETECTIVE – Stella Porta case me son totalmente familiares: escudriñar un escenario buscando pistas para luego ordenarlas y solucionar en caso. Sin embargo he echado de menos una mayor dificultad a la hora de encontrar las pistas, y por el contrario me ha costado entender la lógica a la hora de ordenarlas. Aunque para el tercer caso ya me lo había aprendido un poco mejor, no comparto del todo con el desarrollador los razonamientos para ordenar las pistas. Quizás porque él viene de los puzles y yo no soy ávido jugador de ese género, o porque razonamos de manera distinta, quien sabe.
Sinceramente, creo que prácticamente todos los defectos que puedo encontrarle a DETECTIVE – Stella Porta case están relacionados con que haya sido desarrollado en tan solo unos meses y aún encima por una única persona: escenarios prácticamente vacíos y sin detalles, gráficos poco definidos, pistas colocadas de manera muy evidente, controles imprecisos…y otros menores como la total falta de indicaciones sobre los controles -que por cierto tienen una disposición muy extraña, al menos en Xbox-, errores de traducción, textos fuera de lugar, clipping y otros problemas básicamente de testeo y pulido final. Por supuesto, la duración también es limitada, entre media hora y una hora aproximadamente.
No obstante, me quedo con lo bueno: una ambientación bien conseguida, oscura y agobiante, muy propia del género, una historia interesante que te atrapa con un buen giro final, y unas mecánicas sencillas pero suficientes.
Realmente me gustaría que K148 variase un poco su modus operandi actual de desarrollar un par de juegos al año y se aventurase a crear un juego más grande, profundo y pulido dedicándole unos cuantos meses más. Creo que DETECTIVE, que ya podemos llamar franquicia porque está anunciada ya una nueva entrega, tiene potencial para convertirse en un juego más que decente si se trabajan cada uno de sus apartados. No necesita más, sino mejor.
Conclusión
DETECTIVE – Stella Porta case es un decente comienzo para K148 dentro de las aventuras detectivescas. La ambientación o la historia son notables, pero echo de menos una mayor profundidad, dedicación y pulido general en todos los demás apartados del juego para conseguir una experiencia un poco más satisfactoria, menos vacía.
Jugado en Xbox Series S, gracias a una clave facilitada por Jandusoft
Autor
Creador y Director de DeVuego. Padre. Informático. Ex-Vocalista de Death Metal. Pierdo el poco tiempo libre que tengo haciendo webs de videojuegos como esta.
