Análisis de Lords of Exile

Lo retro, si es moderno, dos veces bueno

Algo que he aprendido en todos estos años es que, por muy aspecto de retro que tenga una obra, hoy en día tiene la misma importancia que un juego mucho más moderno, y me explico. La era de los 8 y 16 bits sufrieron algo así como un “coitus interruptus“, un golpe de efecto producido por la constante evolución de los sistemas y la tecnología que hizo aparecer a los polígonos muy rápido. De esta manera, muchos de los proyectos que iban a seguir las estelas de sus antecesores, elevando poco a poco el pixel a nuevos niveles, decidieron (no todos) pasarse al polígono porque, bueno, era la evolución y era imparable. Pero, ¿y qué pasó con todos esos juegos que se quedaron por el camino con el cambio de generaciones? Pues Lords of Exile es uno de esos juegos que, quizás, podría haber llegado en la era de los 8 bits (si el gran Carlos Azuaga hubiese tenido edad para hacerlo en aquella época, claro está).

La oportunidad que la escena retro le está dando a las vertientes artísticas como la del pixel-art más clásico es digna de mención y, por eso mismo, porque está consiguiendo que todos esos estilos artísticos tan viejunos vuelvan a estar en boca de todos, es por lo que deberíamos de darle mucha importancia a estos proyectos. Siguen siendo innovadores en muchos campos aunque simplemente utilicen un pixel más propio de la primera Nintendo NES. Porque, aunque no sea español, ¿cuántas cosas hizo bien The Messenger? Ese es otro claro ejemplo de que lo retro, si es moderno, es dos veces bueno.

Los 8 bits están de vuelta

Tras varios años de espera por fin podemos meternos en el papel de Gabriel que, motivado por una ira inmensa buscará venganza recorriendo los 8 niveles que hay en Lords of Exile. La historia no es sesuda ni tampoco lo intenta porque, francamente, no es muy necesario. Aquí lo que que queremos es un control duro y enemigos por doquier a los que eliminar con nuestra espada. Una vez comienzas la partida es todo esencia retro. Ya no solo a nivel visual o sonoro (que vaya pedazo de BSO tiene) sino que a nivel jugable guarda toda la esencia de clásicos de los 8 bits.

Una vez te aparece el mapa con los distintos niveles ya sabes que esto va a ser un no poder parar. Inicias tu andadura por las tierras de Exilia a un ritmo que recuerda mucho a los clásicos Castlevania. Una entrada épica y una primera parte del primer nivel que sirve de tutorial ya nos indican que estamos, sin lugar a dudas, ante un clásico de clásicos. Lords of Exile no busca mucho más allá de lo que realmente quiere mostrar, es todo lo retro que quiere ser y no se pasa ni un poquito en ninguno de sus aspectos. Cada uno de los niveles contarán con distintas zonas tanto interiores como exteriores, siendo estas últimas las que más me han llegado a impactar en cuanto a lo visual debido a los multiples planos de scroll que tiene, dándole estos una mayor profundidad a los escenarios.

Espadas, dagas, hachas y… ¿sombras espectrales?

Como ya he dicho más arriba, Lords of Exile es clásico hasta en la jugabilidad pero lo hace con mucho acierto. Aquí los movimientos serán muy sencillos pero nos darán un amplio abanico de posibilidades durante los combates y la exploración. El hecho de poder asestar golpes en caída o hacer un veloz dash hacia adelante nos convierte en una máquina de matar demonios.

Al igual que en este tipo de juegos clásicos, en Lords of Exile también tendremos armas secundarias que podremos utilizar para abrirnos camino. A nuestra disposición contaremos con dagas, hoces, bombas y una especie de boomerang afilado que nos sacarán de más de un apuro, puesto que nos permiten acabar con enemigos sin tener que acercarnos demasiado a ellos. Al acabar cada nivel completo recibiremos una nueva habilidad la cuál hará que podamos enfrentarnos a los nuevos desafíos con mucha más agilidad.

Pero no se quedan ahí los añadidos en cuanto a combate porque también conseguiremos 2 sombras que podremos invocar y utilizar en nuestro propio beneficio. Con nuestro primer acompañante podremos romper una serie de bloques gracias a su poder que también nos servirá para hacer daño a los enemigos. Pero si que es cierto que la segunda en realidad no nos sirve para mucho más que poder engancharnos a unos postes y saltar ciertas zonas, quedando como una mecánica más vacía y poco aprovechada, siendo solo de utilidad en ciertas zonas y completamente olvidable.

El gran jefe que espera al final del camino

Tras llegar al final de cada nivel en Lords of Exile ya sabéis lo que viene. Cada uno de los jefazos de nivel serán una prueba distinta a todo lo visto anteriormente. Aunque no tienen muchas variaciones de ataque debido al carácter retro de esta aventura, nos llevará un rato hacernos con ellos. Los diseños de los mismos son una pasada, puro amor por lo retro y el pixelote basto que, además, genera un contraste tremendo dando un impacto visual que solo podría ser así debido al tamaño. El jabalí de guerra es demencial.

En cuanto al apartado artístico de Lords of Exile podemos resumirlo en dos palabras: nostalgia pura. Un pixel-art basto pero muy detallado que consigue crear unos entornos de ensueño dignos de las aventuras más oscuras de los tiempos de los 8bits. Enemigos variados y grandes jefazos dan el broche a unas estampas visualmente tremendas. Y que decir de la banda sonora. Aquí es donde más sorpresa me he llevado y no porque el tema final sea obra de uno de los grandes maestros de la música como lo es Yuzo Koshiro sino por que el resto de las composiciones son unas auténticas delicias dignas de ser escritas en un vinilo y es que estas músicas tan tremendas han sido creadas por el compositor español Pentagrandle, quien ya tiene un historial a sus espaldas digno de ovación.

Conclusiones

Lords of Exile es un cántico de amor y pasión a los videojuegos de 8bits. Tanto su jugabilidad como su apartado visual y sonoro nos transportan años atrás para proponernos un reto lleno de nostalgia. Es un juego que te puede llevar unas 5 horas completarlo al máximo puesto que, tras terminar la primera vuelta, un nuevo personaje se desbloqueará. Conseguir todos los logros y completarlo al 100% es un buen reto que te dejará un muy buen sabor de boca. Un imprescindible de este 2024.

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