Sucede en ocasiones que un juego que parece surgir de la nada da con la tecla y, pese a no ser el más potente del mercado, causa furor entre los jugadores. Fue el caso de Vampire Survivors, un juego minimalista tremendamente adictivo de supervivencia en el que tenemos que movernos y sobrevivir observando como el protagonista ataca. Este videojuego fue un tremendo éxito, vendiendo miles de copias, acaparando conversaciones e incluso robando grandes premios a propuestas de presupuesto mucho mayor. Estos juegos que, por diferentes razones, entran en el mercado con tanta fuerza suelen provocar que muchos estudios intenten replicar su fórmula. Es exactamente el caso del juego que analizamos hoy: Whispike Survivors, un spin-off de Sword of the Necromancer, de Grimorio of Games.
Whispike Survivors es una copia de Vampire Survivors cambiando el diseño artístico y los personajes para que formen parte del mundo de Sword of the Necromancer. Los protagonistas son los Whispikes, pequeños seres que nacen de la tierra como plantas y el objetivo será simplemente sobrevivir a las hordas enemigas el mayor tiempo posible. Como sucedía en Vampire Survivors, el personaje atacará automáticamente y nosotros sólo nos encargaremos de moverlo por el escenario. Derrotando enemigos obtendremos esferas que nos harán subir de nivel y nos permitirán comprar mejoras para que el Whispike vaya adquiriendo un arsenal cada vez más potente con el que derrotar a los enemigos.
La gracia de Vampire Survivors era convertir al protagonista en un arma de destrucción masiva capaz de lanzar miles de rayos, boomerangs, shurikens y demás ataques por doquier, inundando la pantalla de partículas, luces y explosiones. Whispike Survivors nunca llega a ese extremo, o al menos yo no lo he vivido, ya que los enemigos siempre acaban conmigo en torno al nivel 9 debido a que el progreso es lento, las mejoras muchas veces no son demasiado relevantes y el juego acaba convirtiéndose en ir correteando de un lado a otro intentando escapar sin demasiado criterio.
Donde Whispike Survivors tenía una oportunidad de destacar es en su mecánica de cultivo. Cada vez que nos maten se nos dará una semilla que podremos plantar para hacer crecer un nuevo Whispike, el cual tendrá por defecto algunos de los atributos del fallecido, pero no todos. Además, si plantamos varios Whispikes en espacios adyacentes, pueden combinar sus poderes, pero de nuevo, no podemos elegir cuáles copiarán y cuáles desecharán. La aleatoriedad del cultivo es un problema porque difícilmente vamos a poder obtener el Whispike que deseamos, pero la gran traba del videojuego es la carencia de tutorial ya que todas estas mecánicas no se nos explican y tendremos que intuirlas; o, como me ha sucedido a mi, las he descubierto leyendo la página de Steam del videojuego.
Tiene poco o nulo sentido introducir mecánicas que el jugador difícilmente va a descubrir y utilizar. Es una pena porque quizás todo el tema del cultivo tenga una gran profundidad y se puedan crear Whispikes temibles, pero la terrible comunicación con el jugador y la falta de información hacen que sea un aspecto totalmente olvidable. A fin de cuentas, contar con una mecánica imposible de comprender y no contar con nada es lo mismo. La falta de un tutorial o unas simples indicaciones también pasan factura durante el gameplay; por ejemplo, he pasado un buen rato intentando llegar al nivel 10 sin éxito para sólo después leer en diferentes comentarios que el objetivo no es derrotar enemigos, sino sobrevivir un determinado número de minutos.
Y, sin embargo, pese a la criticable interfaz del juego y al poco empeño que se ha puesto en establecer una comunicación clara con el jugador, Whispike Survivors es divertido. Cuando la suerte nos sonríe y logramos tener un Whispike con potentes ataques es muy entretenido y satisfactorio recorrer los niveles intentando sobrevivir al tiempo que aniquilamos todo tipo de monstruos. Además, el juego ha salido al mercado con un precio reducidísimo, apenas 3€, evidenciando que se trata sólo de un pequeño aperitivo para amenizar la espera de Sword of the Necromancer: Revenant.
En total le habré dedicado unas dos o tres horas y habré superado un par de niveles antes de aparcarlo definitivamente y mentiría si dijera que me he aburrido; pero de haber sabido desde el inicio cómo funciona la mecánica de cultivo y ésta fuera más clara estoy seguro de que habría exprimido el videojuego al máximo.
Conclusiones
Whispike Survivors es divertido y entretenido porque se basa en la adictiva mecánica que convirtió a Vampire Survivors en un éxito apabullante. Desafortunadamente, tras un par de horas nos daremos cuenta de que es repetitivo y que las mecánicas de cultivo, único aliciente del videojuego, son demasiado aleatorias y carecen de explicación. En cualquier caso, cuesta sólo 3€ y cumple con su función de distracción mientras esperamos el próximo Sword of the Necromancer: Revenant.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.
