Skip to content Skip to footer

Runner Heroes. Un periplo de velocidad y habilidad

Un poco de contexto…

Crear un videojuego es una tarea realmente ardua. Lo fue antaño, y continúa siéndolo a día de hoy. No estoy hablando de diseñar y engendrar títulos buenos o malos, simplemente reseñando la complejidad de llevar a cabo este trabajo independientemente de su resultado y de las posturas que los consumidores podamos adoptar respecto al mismo, pues incluso en las entregas más mediocres e insulsas que he catado a lo largo de mi vida subyacía la ilusión de un equipo de personas que invirtió cientos de horas, lágrimas y pesares en que fuesen posibles.

Esto no exime, por supuesto, a sus obras de discusión y contemplación. Auspiciar actitudes y pensamientos acríticos nos llevará a la indolencia, y eso no le hace un favor a nadie. Para dar forma, firmeza y consistencia a tu idea necesitas, en primer lugar, a un amplio y variado equipo de profesionales: artistas, diseñadores, programadores, creativos. Cada uno curtido en su campo, y capaz de suplir y solventar cualquier impedimento imprevisto que surja durante el desarrollo. Requerirás de un lugar de trabajo, tecnología y, huelga decirlo, una constante fuente de financiación. Reunir todo esto ni siquiera es una garantía de éxito.

También habrás de buscar un publicador, pensar en una campaña de marketing, gestionar redes sociales para tener feedback con tus compradores potenciales y establecer una estrategia de diferenciación para que tu creación sea percibida como única y atractiva en un catálogo desbordado y continuamente creciente, como es el mercado de ocio digital. Incluso si has conseguido congregar todo lo anterior alrededor de tu proyecto, nadie te dice que prosperará o será lo suficientemente bueno para resultar rentable y compensar el capital y esfuerzo concentrado. Lamentablemente, no se vive del amor al arte, y que haya jugadores adquiriendo tu producto no solo es una gratificación satisfactoria y emocional, sino también una necesidad para que tu empresa no eche el cierre de forma precoz. Es en este contexto tan vertiginoso donde, desde el seno de Ikigai Play, nace Runner Heroes.

Empecemos por el principio…

Runner heroes nos propone una aventura, entre comillas, cooperativa. Matizaremos esto más tarde. Lo que nos atañe ahora es exponer su premisa a un nivel superficial: dos jóvenes enamorados urden un plan para librarse de una facinerosa bruja que amenaza su integridad, futuro y el de sus seres queridos. El conflicto surge cuando la vil hechizera se cerciora de esta estratagema y decide someterlos a una maldición particularmente cruel: compartirán camino, pero no podrán verse. Él vivirá permanentemente en un día soleado, mientras que ella habrá de lidiar con la oscuridad de la noche.

Con el propósito de enmendar esta situación, no nos quedará otra que recorrer todo el reino mientras saltamos, esquivamos, trotamos, nos enfrentamos a las huestes de la ya mencionada antagonista y observamos las dudas de los enamorados. Todo esto presenta un aspecto encomiable y atractivo sobre el papel, pero, ¿cómo es la ejecución práctica?

Un periplo profuso en peros

Durante sus, aproximadamente, 20 horas de duración, Runner Heroes me ha resultado una experiencia tosca, frustrante, innecesariamente larga, mal optimizada, predecible y con unas posibilidades mecánicas que no se aprovechan jugable ni narrativamente.

La idiosincrasía del juego se ha basado en la ostentación de dos variables: su faceta cooperativa, el hecho de controlar a ambos protagonistas al mismo tiempo y la jactancia de contener hasta 47 niveles. Lo primero aparece de forma meramente anecdótica. Los personajes son independientes el uno del otro, y no hay ninguna ocasión en la que te veas obligado a llevar a cabo una acción conjunta que explote esta presunta cooperación.

Prosperar o errar en tu desempeño al enfrentar cada desafío depende exclusivamente de tu habilidad y reflejos, o los de tu amigo si eliges jugar con alguien. Entiendo que esta decisión es congruente con la historia del juego. Al fin y al cabo, ambos están separados por un hechizo que les impide verse. Simplemente considero que este apartado podría haberse explotado mucho más, para dotar al juego de dinamismo y una necesidad real de ayuda mutua.

Runner Heroes

Centrándonos ahora en los casi 50 escenarios que componen el título, me sentiría dichoso de decir que es algo bueno, positivo, brillante y disfrutable. El problema es que estaría mintiendo, porque no es nada de eso. La fórmula entraña fallos desde los primeros instantes, que se materializan en caídas de fps, “pantallazos”, controles que no responden y la constante sensación de que somos presos de una dificultad excesivamente artificial al preguntarnos, tras cada muerte, si realmente no hemos llegado a la siguiente plataforma tras un salto que creíamos perfecto.

Bajo mi punto de vista, ser tan largo agrava estas sensaciones poco gratificantes que oscilan entre la desesperación y el hastio. Un planteamiento ambicioso y que desea abarcar tanto pero que parte de unos conceptos imperfectos y poco pulidos no llega a buen puerto ni logra generar divertimento o satisfacción en el jugador.

El guion de Runner Heroes, por su parte, posee un ritmo inusitadamente rápido y mal medido. En las primeras escenas, veremos a los enamorados siendo niños e improvisando su primera carrera. Unos segundos después son adultos y planean su boda, hasta que aparece una bruja con un terrible ejercito invasor al que no pueden hacer frente por insuficiencia numérica. La antagonista propone contraer un casamiento con el quien hace un momento todavía era un niño, como requisito para detener la guerra. Este acepta, pero al mismo tiempo conspira con su amada para detener la ceremonia y eliminar a la hechicera en un último ápice de valor y esperanza. Ella se entera, los maldice y empieza nuestra Odisea. Todo esto transcurre en unos 10 minutos.

Antes de acabar, me gustaría reseñar que, a pesar de todo lo anterior, esta obra alberga aciertos y factores más que aceptables. Algunas de las ilustraciones que acompañarán las exposiciones narrativas son majestuosas, preciosas y muy expresivas. Se nota que hay un esfuerzo para que las etapas sean diferentes entre sí: cambios de biomas y ambientación, implementación de nuevas variables para complicarnos las cosas y presencia de jefes.

Como conclusión…

Estoy cómodamente sentado en la silla de mi habitación mientras escribo estas líneas. Un gran pesar me embarga: es fácil escribir de juegos con decenas de virtudes expresivas y jugables. De aquellos cuya capacidad evocadora, personajes o historia ha conseguido que se ganen un lugar en tu corazón. Redactar de lo que no te ha gustado, por otra parte, es infinitamente más desmoralizador, duro y extenuante.

Ojalá pudiera recomendar Runner Heroes. Me encantaría, pero no puedo. La recordaré como una experiencia frustrante donde las sombras, errores y los puntos mejorables pesan, indudablemente, más que los triunfos. En relación a la introducción inicial, podemos catalogar este título como uno de esos donde, sin ningún atisbo de duda, ha habido esfuerzo e ilusión durante el desarrollo pero, sin embargo, la entereza y el deseo de diseñar algo memorable no han sido suficientes para brindar una experiencia ideal.

¿Te ha gustado? Apóyanos en Patreon para seguir creciendo y obtén acceso a contenidos exclusivos
Become a patron at Patreon!

Autor

Me gustan las buenas historias, independientemente del formato. El videojuego es una de mis pasiones, y suelo hablar de ella con frecuencia.

Leave a comment

0.0/5

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.