Tras un inadvertido paso por iOS el año pasado, el videojuego de estrategia y RPG de acción The Spatials ha hecho su llegada -también con bastante discreción- al PC mediante Steam, previo paso por Steam Greenlight. Desarrollado por Weird and Wry, un estudio asentado en Barcelona formado por los hermanos Carlos y Max Carrasco, The Spatials captó mi atención al ver las capturas de pantalla, en particular por su apartado de gestión/estrategia, donde me recordaba a Spacebase DF-9 de Double Fine. Sin embargo, la percepción que tenía del juego era bastante distinta a lo que me encontraría al jugarlo.
The Spatials se divide en dos fases: una de gestión/construcción y otra de RPG de acción, entre las que podemos alternar en todo momento. En la fase de gestión/construcción nos ocuparemos de nuestra base espacial. Este apartado se resuelve con el típico sistema de cuadrículas, donde construiremos distintas habitaciones, y que irán desde zonas para la supervivencia de los miembros de nuestro equipo -y a los visitantes-, como dormitorios, cocinas, zonas de recreo, jardines, etc, a otras más funcionales para la estación como generadores de energía, zonas de fabricación, almacenes, etc. Obviamente a medida que avancemos en el juego podremos desbloquear nuevas zonas y objetos para construir en nuestra base espacial, y que a su vez darán lugar a nuevas posibilidades.
Sin embargo, esta fase -que yo creía supondría el principal modo de juego de The Spatials- queda en realidad en un segundo plano, oculta bajo la fase de RPG de acción, que en última instancia ocupará la mayor parte de nuestro tiempo, y que será la que realmente nos haga avanzar en el juego y darnos nuevas posibilidades para la fase de gestión y construcción. Esto no tendría por qué ser un problema, si no fuese porque el apartado de RPG de acción se vuelve repetitivo en no demasiado tiempo.
Básicamente, seremos enviados a un planeta donde tendremos que cumplir una misión para «conquistarlo» y así poder extraer sus recursos. Nos llevaremos a 5 de nuestros mejores hombres, cada uno con sus habilidades únicas, y asignado a una de las 5 clases genéricas de cualquier tipo de juego RPG: un DPS, un tanque, un tirador a distancia, un médico y un ingeniero. Esto podría suponer un componente estratégico interesante de no ser porque principalmente nos dedicaremos a hacer insistentemente click sobre los enemigos, usando alguna habilidad de vez en cuando -sobre todo las de curar y restaurar energía- sin pararnos demasiado a pensar en qué estamos haciendo con cada uno, ya que no tenemos esa capacidad de gestionarlos individualmente y asignarle órdenes específicas. Eso sí, cada uno tiende a comportarse de una manera más o menos ajustada a sus clase. Los de apoyo y curación, al no poder atacar, se suelen mantener en segundo plano.
Estas misiones siguen un patrón muy parecido: tendremos que realizar alguna acción como hablar con un personaje para desencadenar el siguiente paso, que siempre será acabar con unos cuantos piratas espaciales, o destruir sus construcciones, para luego acabar con unos cuantos piratas más o quizás con algún jefe o subjefe. Estas acciones se repiten en diferente orden en cada misión pero al final se serán siempre las mismas, por lo que a poco que juguemos terminaremos cansados de repetir estas acciones una y otra vez. Además, los entornos aunque tratan de ser variados son muy simples, y también se volverán repetitivos en muy poco tiempo. Lo mismo pasa con los enemigos, las construcciones, etc.
Hay más elementos de los que nos tendremos que preocupar en el juego, como contratar a más miembros para nuestro equipo, o adjudicarlos como embajadores en ciertos planetas que no podremos conquistar «por las malas», por lo que cuantos más embajadores tengamos menor será el coste de extraer sus recursos. Y, quizás lo más interesante, sea enviarlos a cumplir «contratos». Estos contratos no son más que misiones donde podremos enviar a nuestro equipo. De modo similar a Assassin’s Creed, por poner una referencia conocida, seleccionaremos hasta tres de nuestros miembros para cumplir un objetivo y, en base a su nivel, determinaremos la probabilidad de éxito en la misión. Estos contratos nos reportarán tanto recursos como la posibilidad de aumentar su experiencia para así aumentar nuestras posibilidades de tener éxito en tareas más difíciles.
Gráficamente cumple de sobra. Los modelos de nuestros Spatials son simpáticos y bastante variados, y en general los objetos tienen un diseño minimalista pero muy efectivo. Tampoco es que en este tipo de juegos necesitemos unos gráficos muy detallados, al menos en el apartado de gestión, pero no le vendría mal un poco más de variedad en los escenarios y los enemigos en las fases de acción. A nivel de interfaz he visto bastante incómodo e inefectivo el sistema de inventario. Los recursos se acumulan en la barra inferior de una manera un tanto caótica. Quizás algún sistema de agrupación por tipo de recurso (comida, combustible, materiales, etc) lo habría hecho más cómodo. No obstante, quitando este detalle, en conjunto la interfaz es sencilla, cómoda y muy intuitiva.
Hay juegos con los que uno se frusta o incluso se enfada y que necesita criticar, sin embargo hay otros a los que duele. The Spatials responde a este segundo grupo, y es que el juego de Weird and Wry me parece una propuesta muy interesante. Lo cogí con cariño y a pesar de que creía que estaría centrado en el apartado de gestión, la combinación con las secciones de RPG de acción me ha parecido muy acertada. Las dos primeras horas me lo he pasado en grande, el problema es que conforme termina la segunda hora, te das cuenta de que estás condenado a repetir las mismas acciones una y otra vez sin que haya demasiado aliciente para seguir jugando.
The Spatials sufre el problema de tantos otros juegos que han sido trasvasados de móvil a PC: pueden tener una buena base jugable muy válida para móvil, y que en teoría es perfectamente adaptable a PC, pero el jugador de compatibles necesita una experiencia mucho más profunda, sobre todo cuando hablamos de un juego de gestión y rol. La buena experiencia inicial se diluye con el tiempo y perdemos el interés en cuanto nos encontramos repitiendo una y otra vez las mismas misiones. Además, la dificultad es prácticamente inexistente, no tenemos apenas castigo a nuestros fallos y eso aumenta la sensación de no estar avanzando hacia ningún lado. Hay muchas cosas buenas en The Spatials, pero ninguna alcanza la calidad y la profundidad suficientes. Espero que una segunda parte, pensada para PC, explote todas las posibilidades (y añada otras muchas) a esta franquicia.
Autor
Padre | Informático | Gamer | Metalero
Comunicador y documentalista de videojuegos
Creador de DeVuego, DoblajeVideojuegos, DeVuego LATAM o PonVozATuJuego, entre otras.