Para los profesores los meses de mayo y junio son una experiencia que se asemeja a pasear por el infierno: exámenes, revisiones, evaluaciones, reuniones, notas finales, etc. Por suerte, son la tempestad que precede a una merecida calma de dos meses. Pero por aquello de no relajarnos demasiado, el primer videojuego nacional al que he metido mano estos días de verano es un proyecto de estudiantes del Grado en Diseño de Productos Interactivos de la U-TAD: Nith Realms, de Raptor Studios, disponible gratis en Steam.
No es la primera vez que comentamos los proyectos finales de estudiantes de la U-TAD y la última vez nos dejaron un gran sabor de boca, destacando especialmente Burn Me Twice, de Null Reference Studio, el cual llegó a ganar varios premios.
Nith Realms es un videojuego de acción en tercera persona con toques de RPG, una elección de género arriesgada por parte de Raptor Studios que funciona sorprendentemente bien. La trama es algo confusa, pero no importa dado que es totalmente secundaria en la aventura: controlamos a un guerrero que ha muerto y se despierta en una especie de mundo de ultratumba y pretende redimirse consiguiendo cuatro gemas que le permitirán volver a la vida.
Me gustaría saber qué habría pensado de Nith Realms si lo hubiera jugado sin saber que es un proyecto de estudiantes porque es una experiencia tremendamente sólida, pulida y bastante larga (ronda las dos horas) para lo que suelen ser este tipo de propuestas. Exploraremos los diferentes escenarios del más allá, pero serán los momentos de lucha los que robarán todo el protagonismo del juego. Nith Realm propone unas fases de combate free-flow calcadas a las de la saga Batman: Arkham o Spiderman en las que el objetivo será encadenar largos combos de golpes saltando de enemigo en enemigo y rodando para esquivar. Se incluyen además los icónicos golpes finales a cámara lenta y una tabla de puntuación final en base al desempeño en el combate. Evidentemente las diferencias de complejidad entre sus referentes y Nith Realms son más que notorias, pero los combates son divertidos y nos lo pasaremos bien enlazando golpes hasta lograr un combo perfecto. Además, la variedad de enemigos aumenta conforme al progreso, así como la variedad de golpes finales y nuestras armas a disposición. El colofón del componente de lucha lo ponen unos complejos jefes finales que nos obligarán a ser ágiles y hábiles a partes iguales.
Que Raptor Studios se haya preocupado mucho en en que su juego tenga unas mecánicas de combate sólidas no me sorprende, pero sí que todo que envuelve este apartado esté tan bien diseñado y trabajado, teniendo en cuenta que el desarrollo de este proyecto se ha compaginado con el estudio de otras asignaturas del curso.
Empezando por el apartado gráfico que, pese a no ser yo un gran fan del low-poly -frecuente en los proyectos de la U-TAD – funciona bien, pero sobre todo se nota un excelente trabajo en el diseño en la mayor parte de los escenarios, así como en las sangrientas animaciones de las ejecuciones de nuestro guerrero. Encontraremos de vez en cuando alguna textura que desaparece, movimientos robótico de algún que otro jefe final, pero la única gran pega que le pondría es el apartado sonoro, bastante olvidado tanto en el aspecto musical como en los efectos.
Además, es importante subrayar la buena labor de optimización ya que, pese a haber poquísimos momentos de carga, el juego apenas se resiente y no hay excesivos problemas de rendimiento, aspecto a destacar ya que recuerdo que era un problema recurrente en antiguos proyectos de la U-TAD.
Por otro lado, el estudio se ha tomado la molestia de meter pequeños toques de otros géneros, quizás más por mostrar que son capaces de moverse en varios registros que por ofrecer una verdadera alternativa jugable, pero se aprecia. Por ejemplo, hay un toque RPG porque podremos comprar armas que mejoren las características de nuestro personaje y también tendremos pequeños puzles repartidos por los niveles y hasta algún que otro minijuego inesperado. Por último, y probablemente lo que os debería empujar a instalar el juego ya mismo: hay muchos perros que podremos acariciar.
Desarrollar un juego es una tarea muy complicada. Compaginarlo con los estudios y que encima se trate de un videojuego completo, con un progreso bien marcado, dividido en varios niveles diseñados en diferentes estilos, estableciendo una curva de dificultad bien definida, con diferentes mecánicas que van desde el combate hasta el RPG, que todas estén bien implementadas y que sea tan divertido, es algo que sucede en contadas ocasiones. Extraordinario trabajo.
Conclusión
Tenemos tendencia a mirar estos juegos con fines académicos con cierta condescendencia, perdonando errores y poniendo el foco en lo que está bien hecho y en el potencial que vemos en el estudio y no los analizamos con la misma vara de medir, pero que no nazcan con una intención comercial no quiere decir que no puedan albergar calidad y ser muy disfrutables. Nith Realms es un ejemplo de esto: una pequeña obra que quizás no se haya concebido con la intención de ser un éxito en Steam, pero la realidad es que, pese a sus evidentes limitaciones, se trata de un juego de acción diseñado con inteligencia, divertido y que deja un gran sabor de boca.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.
