FICHA DE CRÍTICA

Los problemas técnicos, algo con lo que personalmente trato siempre de ser benevolente, son esta vez de esos que afectan mucho a la dinámica del juego y provocan esa frustración que le pone a uno muy fácil rendirse con él. Las cargas de escenario con retraso o la tendencia de Divine a avanzar con la postura congelada o a quedarse atascada en zonas del escenario, o los problemas con la irritante tasa de frames por segundo son detalles que se pueden soportar y en los que Yanim a buen seguro subsanará dentro de poco. Pero los tiempos de carga de medio minuto después de cada muerte, precisamente en un juego difícil y convencido de ello donde vamos a morir muy a menudo y donde el ensayo-error es clave en su sistema de plataformas, roza lo inadmisible. Quizá ese problema de los tiempos de carga sean las zapatillas deportivas por las que prohíben a Red Goddess acceder a la zona VIP del olimpo de los dioses del metroidvania, y lo dejan en la cola, esperando junto a muchos otros, pensando en lo que ha podido fallar. 

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09/07/2015

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