Desde que comencé a ver imágenes por Twitter de Summer Trip Cruise me llamó la atención. La premisa de “derrapar” con un crucero me parecía una idea muy atractiva. Pero a pesar de que su desarrollador, el gallego Gius Caminiti, había hecho previamente una versión para game jam, quería esperar a la versión final de su juego con su lanzamiento en Steam. Y ese momento ha llegado.
Summer Trip Cruise es lo que podríamos denominar un arcade de cruceros, donde lo que haremos es dirigir nuestro crucero por tres países mediterráneos (Grecia, Italia y España) ambientados con unos simpáticos gráficos súper coloridos llenos de todo tipo de referencias y clichés de sus paisajes y monumentos, mientras tratamos de que los pasajeros de nuestro barco puedan tomar alguna foto decente.
En cada fase, que no suele durar más que un minuto, tendremos que tratar de cumplir tres objetivos si queremos considerarnos los mejores capitanes: llegar al destino antes de un tiempo determinado, hacerlo con nuestro crucero intacto y conseguir que nuestros pasajeros puedan tomar la foto de turno. Podemos llegar a la meta sin cumplir ni uno sólo de los objetivos y el juego nos permitirá igualmente avanzar a la siguiente fase, algo que se agradece para no encallarse -je- en ningún momento. Lo ideal, al menos yo así lo he hecho, es primero avanzar por todas las fases y luego volver a empezar cada una con la valiosa experiencia aprendida.
Lo primero que llama la atención de Summer Trip Cruise es su particular control: manejaremos únicamente con nuestro ratón la consola de control del barco, que consta de un timón, una palanca para establecer la velocidad y algunos botones que nos permiten cambiar la cámara o hacer sonar el cláxon (algo que puntualmente tiene su función). El control, que a priori puede parecer poco práctico, es obviamente una acertada decisión de diseño que se convierte en uno de los principales puntos fuertes y distintivos del juego. Porque, por supuesto, mientras hacemos girar el timón no podremos modificar la velocidad de nuestro navío ni viceversa, y eso crea una dinámica que no habría sido igual con otro tipo de control.
Cuando juegas las primeras veces el mero hecho de llegar al final del recorrido parece todo un logro en sí mismo. Luego conseguir llegar con tu crucero intacto o que tus pasajeros puedan tomar esa obligada foto del monumento de turno a la vez que llegas a tiempo parece un milagro. Parece que tuvieses que optar por conseguir un máximo de dos objetivos, porque conseguir los tres a un tiempo parece una misión destinada a los dioses del mar. Pero… se puede!
Al igual que un exigente juego de coches, en Summer Trip Cruise es imprescindible conocer perfectamente tu recorrido, adelantarte a cada curva y cada obstáculo, saber cuando acelerar a tope o cuando reducir un poco la marcha y por supuesto encontrar el mejor trazado para evitar dar muchos “timonazos” y derrapar más de la cuenta, ya que eso nos hará perder un tiempo muy valioso. Por supuesto será imprescindible llegar a dominar a tu mayor enemigo: la inercia.
No se tarda mucho en completar Summer Trip Cruise si te limitas a llegar al final de cada fase, pues tan sólo son 15 en total, pero por supuesto su gran valor está en la rejugabilidad. Tratar de conseguir los tres objetivos de cada fase te llevará mucho tiempo y dedicación. Ya no digamos si comienzas a “picarte” con tus amigos o el resto de jugadores de Steam por conseguir el mejor tiempo de cada una.
Conclusiones
Manejar tu crucero con soltura es una tarea que te llevará tiempo, y mucha frustración, pero cuando por fin consigues dominarlo es verdaderamente satisfactorio. Gius Caminiti ha llevado a cabo con solvencia -y en solitario- lo que era una buena premisa para un pequeño juego indie y que cumple muchas de las expectativas que tenemos para un juego de este tipo: es original, entra por los ojos, es muy rejugable y puede disfrutarlo cualquier tipo de jugador, desde el más relajado o experimental hasta el más dedicado o perfeccionista. Desde ya quedo a la espera de un Summer Trip Cruise “world tour”.
Autor
Creador y Director de DeVuego. Padre. Informático. Ex-Vocalista de Death Metal. Pierdo el poco tiempo libre que tengo haciendo webs de videojuegos como esta.
