Skip to content Skip to footer

Pineapple on Pizza

Me encontraba yo hace unos días rodeado de amigos, en un contexto de fiesta y jolgorio, en el centro de una ciudad italiana en el corazón de Lombardía cuando, alguien, quizás empujado por lo que en italiano se conoce como fame chimica (hambre química, es decir, el hambre que aparece después de haber ingerido líquidos alcohólicos que podrían servir para rellenar el depósito del coche), dijo “¿y si pedimos unas pizzas?”. En Italia es difícil que no haya una pizzería a menos de cinco minutos a pie, así que la idea era factible. Ahora imaginad que la persona elegida para pedirlas se presenta con varias cajas repletas de pizza con piña. ¿Qué habría que hacer con esa persona? ¿Torturarla? ¿Matarla? ¿Ambas?

Los italianos defienden la pizza como los valencianos defienden la paella y lo más probable es que si alguien pide una pizza con piña le agredan tanto física como verbalmente. Duro, pero justo. Va más allá del mero crimen culinario, es la prueba de que la humanidad está abocada a la autodestrucción por su imposibilidad de aceptar que no todo puede mejorarse, de que el mundo jamás será un lugar feliz porque incluso en la más perfecta de las utopías habrá, en algún rincón, una mente enferma que tome decisiones como ponerle piña a la pizza. Y lo que es peor, lo hará pensando que es una buena idea.

No sé si la idea de Alva Majo era la de recrear un sabor o la de plasmar en un videojuego toda la filosofía que rodea el carácter autodestructivo del ser humano, pero su último videojuego, Pineapple on Pizza, es una oda a la tendencia del hombre a arruinar la más divertida de las fiestas. Esta pequeña, pero apasionante, experiencia disponible de forma gratuita en Steam e itch.io no es nueva, pues se trata de una especie de remake de un extra que contenía su videojuego Majoriaratto Museum.

Pineapple on pizza

Fiesta en el paraíso

Pineapple on Pizza es una propuesta de 10-15 minutos que nos invita a explorar una paradisiaca isla. Arrancaremos la aventura y veremos que los simpáticos habitantes del lugar se lo pasan en grande meneando sus bronceados cuerpos y haciendo dabs al ritmo de la música. Siendo tan breve, es mejor dejar al jugador margen para que descubra todas las sorpresas que esconde el juego; sólo diré que no todo es fiesta en la isla de Pineapple on Pizza y nos divertiremos mucho descubriendo sus pequeños puntos de humor negro hasta que lleguemos a su dramático y jugoso final.

Creo que es necesario dedicar unas líneas a subrayar las bondades de la vegetación que hay en la isla. Plantas de texturas simples, pero hermosas, frondosas y verdes, se nota que hay talento y muchos billetes invertidos para que ningún arbusto esté fuera de lugar. Más allá de bromas, sorprende que para un juego gratuito se hayan modelado tantos elementos y no se haya tirado simplemente de assets de terceros, lo cual evidencia el enorme empeño de Alva Majo en que sus productos se acerquen lo máximo posible a la perfección. Por este motivo me causa un profundo dolor señalar que, tras treinta minutos de exhausta exploración, he notado que una hoja de una planta atravesaba el tronco de un árbol. Error imperdonable.

Pineapple on pizza, gente bailando en los campos de maíz

No sé qué beneficio obtendrá el estudio de este videojuego, supongo que el mismo que obtiene el paladar del que se come una pizza con piña, pero me he divertido mucho jugando a Pineapple on Pizza y visualizando los videos que le ha dedicado Alva Majo al desarrollo. Más allá de que sea gratis y nos vaya a arrancar varias carcajadas, lo cierto es que el videojuego luce bien y nos va a meter la excelente melodía compuesta por Alejandro Maciá en la cabeza durante varios días, la cual podemos adquirir en Steam por menos de un euro, cosa que recomiendo.

Conclusión

Pineapple on Pizza es una breve, pero divertidísima, experiencia gratuita con el inconfundible sello del Alva Majo. Bonita ambientación, excelente música, mucho humor negro y un final digno de la lamentable experiencia de comer una pizza con piña. Yo nunca la he probado, pero creo que ya no me hará falta.

¿Te ha gustado? Apóyanos en Patreon para seguir creciendo y obtén acceso a contenidos exclusivos
Become a patron at Patreon!

Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

Leave a comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.