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A Hole New World. Una aventura entre dos dimensiones

Lo retro está de moda. Quizás se trate porque los nacidos en los 80 e inicios de los 90 comenzamos a sentirnos viejos, quizá porque rememoramos con nostalgia los juegos de la niñez o puede que se trate simplemente de una tendencia pasajera, pero es un hecho. No sólo las series y las películas se están abonando a la moda ochentera, también la industria del videojuego, en particular del género indie, parece haber encontrado una fuente de inspiración en los 8 y 16 bits y es algo que gusta al público. Y lo que es más importante, me gusta a mi. A Hole New World se abona a esta tendencia: una producción creada por y para amantes del videojuego retro, ese que era sencillo en sus mecánicas e historia, pero difícil en su desarrollo y capaz de mantenernos horas y horas pegados a la televisión.

A Hole New World apareció inicialmente en la plataforma Steam en mayo de 2017, de la mano de MadGearGames, cosechando buenas críticas y dando rápidamente el salto a Xbox One y PS4. Por último, hizo su su aparición en Nintendo Switch, versión que se ha completado para este análisis.

Saltando a través de los agujeros entraremos en la dimensión oscura

 

La diosa Yashini, creadora de Versee, al ver la maldad que asolaba el mundo decidió dividirlo en dos dimensiones: una buena y una que contendría todo lo negativo. Pero como suele suceder, la paz no dura eternamente y Lord Baduk, líder de las fuerzas de la oscuridad, logra una vía de acceso a Versee y comienza a abrir agujeros que conectan los dos mundos, enviando a sus monstruos a través de ellos. Cuando todo parece perdido aparece The Potion Master para enfrentar a las hordas enemigas.

A Hole New World bebe de muchas sagas reconocidas y aclamadas por el público. Viendo el diseño oscuro de los escenarios, lleno de bosques, cavernas y castillos repletos de enemigos será imposible no evocar el mítico Ghost ‘n Goblins o la saga Castlevania. Pero también tenemos pequeños guiños a videojuegos de otra corte, como Zelda (¿el hada que nos acompaña no os recuerda a nadie?). No obstante, A Hole New World es un juego con personalidad propia, que pese a tomar como punto de partida e inspiración estas sagas clásicas, acaba creando una experiencia totalmente original a base de añadir nuevas mecánicas.

El juego nos recordará a sagas clásicas. ¿Y ese hada que nos acompaña?

 

¿Qué es lo que hace de A Hole New World un juego diferente? Que caer, algo que desde nació el videojuego hemos intentado evitar, no implica morir. En A Hole New World si saltamos por cualquier precipicio, barranco o agujero no perderemos, entraremos en la dimensión oscura, reflejo del mundo real y morada de los monstruos.

De modo que podemos avanzar como si de un juego clásico se tratara o hacerlo por la dimensión paralela, en la que todo aparece invertido, incluidos los controles. Durante gran parte de la aventura, qué dimensión elegir quedará a voluntad del jugador, pero habrá momentos en que no habrá más remedio visitar la oscura, ya sea porque el camino normal está bloqueado o porque es demasiado peligroso. La transición entre escenarios se hace de forma totalmente fluida, pero hay que estar atentos al cambio de controles y a los enemigos, pues ellos también pueden cambiar de dimensión.

Un jugador que sólo quiera completar el juego probablemente opte por visitar poco el mundo invertido, minimizando así la confusión por los controles, pero si queremos conseguir todos los extras y secretos será necesario explorar las dos dimensiones.

No es fácil acostumbrarse a los controles invertidos

 

Otro aspecto característico de A Hole New World es el modo de combate. El ataque básico no es el típico disparo, flecha o espada que avanza en línea recta, sino que se trata de pociones que trazan una parábola al ser lanzadas. Habrá que tener muy medido el arco que dibujan nuestros proyectiles para que impacten en el objetivo. El modo de enfrentar a los enemigos, por tanto, varía; es mejor guardar las distancias, pues si uno se acerca demasiado probablemente la poción pase por encima de él y no podamos defendernos.

Pero The Potion Master no se limita a un único tipo de proyectil. Superando niveles iremos ampliando el repertorio: rayos, fuego, hielo y hasta un ataque frontal. Estas mejoras serán útiles y necesarias para enfrentar a los enemigos con ciertas garantías de éxito y desbloquear ciertos caminos. Será importante saber qué arma se ajusta mejor a cada situación: la poción rayo, por ejemplo, es efectiva cuando hay enemigos sobre nosotros, pero si combatimos en pasillos estrechos probablemente sea más fructífero atacar de frente.

Contaremos con varios tipos de poción para lanzar a los enemigos

 

A Hole New World es un juego difícil y nuestra pantalla rezará “Game Over” con frecuencia. Los escenarios están repletos de peligrosos monstruos capaces de mandarnos al cementerio si nos despistamos. Por ejemplo, al inicio nos encontraremos con unos molestos grupos de murciélagos, fáciles de destruir, pero que cuentan con un movimiento en picado complicado de predecir, complicándonos el avance. Y este es el sólo el primer peligro, avanzando encontraremos nubes que nos persiguen, gigantes, lobos, arañas, sombras, guerreros…etc. Un gran plantel que tendremos que conocer a la perfección si queremos llegar al final de los niveles. No obstante, la distribución de los enemigos es algo irregular y se alternan fases en las que hay poco peligro con puntos en los que se aglutinan demasiados y la dificultad se dispara.

Es un juego que convencerá a los acérrimos defensores de la alta dificultad ochentera, pero que tampoco asustará a los más sensibles. Los niveles son complejos, pero también cuenta con puntos de control para evitar que lo abandonemos cada vez que nos destruyan. Hay que realizar una mención especial a los enfrentamientos con jefes: batallas intensas y elaboradas que muchas veces se decidirán por un margen muy estrecho. Especialmente el jefe final requiere una buena dosis de precisión y habilidad (y paciencia); probablemente he muerto más veces en el enfrentamiento contra él que en el resto del juego.

Los jefes no son nada fáciles

 

A Hole New World nos ofrece un estilo artístico que intenta trasladarnos la época de los 8 bits, pero lo hace adaptándose a la actualidad, con una paleta de colores, una fluidez en los movimientos, unas melodías y un detallado que era imposible de conseguir en los tiempos de la NES. El juego evoca lo retro, pero no lo copia. El acabado final es más que notable, pero no está exento de pequeños defectos como tirones puntuales o momentos en que los enemigos se camuflan con el escenario.

Lo que no me ha acabado de convencer es el diseño de los niveles. Contamos con cinco mundos a completar, pocos en cantidad, pero muy extensos (quizás demasiado) y diferentes entre sí. Puede parecer que el juego tiene un aire de metroidvania al contar con estos enormes entornos repletos de caminos secretos y escondites, pero la vía principal está, por lo general, clara en todo momento y será difícil que nos perdamos. El juego no cuenta con puzles o retos que nos hagan dar vueltas o quebrarnos la cabeza buscando la solución. Podremos explorar, ya sea la dimensión oscura o la normal, pero será siempre de forma opcional para encontrar secretos y gemas. Sólo hay un nivel laberíntico (el quinto) y destaca negativamente al estar diseñado con poca lucidez, compuesto por pasillos clónicos por los que el jugador acabará dando demasiadas vueltas sin sentido.

Hay muchos enemigos y muy peligrosos

 

Completar A Hole New World puede llevarnos unas 4 horas la primera vez. Pero quedarnos aquí sería desaprovechar las posibilidades que nos ofrece el producto. En cada nivel tendremos gemas que conseguir (que nos darán vidas extra), personajes escondidos, enemigos que destruir y hasta algún final alternativo que desbloquear. Conseguir todo no será nada fácil y tendremos que re-visitar los escenarios con todos los poderes para acceder a nuevas zonas. Pero hay un problema nada desdeñable: no podemos elegir qué nivel jugar, es decir, si completamos uno tendremos que jugar el sucesivo y no podremos volver atrás, de modo que tenemos que encontrar todo el contenido en el mismo intento.

Contamos, además, con el modo historia +, donde las dimensiones se invierten: la parte de arriba será la dimensión oscura y la parte de abajo la normal. Cuenta con un ascenso importante en la dificultad al contar con mayor cantidad de enemigos, menos puntos de control y con batallas contra los jefes finales boca abajo.

Por último, contamos con un modo “monstruos”, donde enfrentamos uno a uno a los jefes finales y con unos retos que pondrán a prueba nuestra habilidad.

 

Conclusión. MadGearGames ha desarrollado un grandísimo juego de acción 2D que es capaz de reproducir esos sentimientos que teníamos jugando a sagas clásicas como Castlevania. A Hole New World nos aporta una jugabilidad original y divertida que nos hará oscilar entre dos dimensiones. No es un juego de una dificultad extrema, pero siempre supone un reto y contiene suficientes modos, secretos y extras como para estar sentados frente a la consola un buen rato.

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Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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