Hace ya unos cuantos años que Toby Fox sacó Undertale: RPG extraño, muy personal, y sin demasiadas pretensiones. Lo que pasó después creo que ni en sueños se lo imaginaba el bueno de Fox. Eso sí, está claro que cambió el panorama de los RPGs más «caseros» y sentó las bases para que propuestas menos convencionales tuvieran cabida en la escena. Hoy nos vamos con Everhood 2, un RPG muy muy atípico que se juega a ritmo de música, y que recoge el testigo dejado por su exitoso predecesor.

Entra en el mundo de Everhood
Si ya el anterior Everhood era complicado de definir, este es casi imposible. El juego de Chris Nordgren y Jordi Roca nos traslada de nuevo al mundo de Everhood: una tierra extraña, onírica, donde las dimensiones se mezclan y la realidad es confusa, retorcida y caleidoscópica. Y no, no me he vuelto loco con el teclado, es que no sabría decir en qué consiste exactamente. Eres un alma que está dispuesta a encontrar su color y, para ello, vamos a acompañar a un enigmático cuervo que lo único que nos dice es que tenemos que derrotar al Dragón Mental.
Las realidades de Everhood 2 se solapan y forman un todo, se acceden mediante puertas o ascensores y nunca sabes lo que va a haber al otro lado. Puede ser una civilización 3000 años avanzada a nuestro tiempo, puede ser el vestíbulo de un hotel cuyo ascensor nos lleva a lugares insospechados, una era medieval donde tenemos que participar en una revolución de tomates (sí, de verdad). Así multitud de momentos enigmáticos y extraños. Esa es la palabra para definir Everhood 2: extraño.

Combates a ritmo de colores
Una de las cosas que hace Everhood para diferenciarse de los demás es su propuesta musical. Los combates consisten en seguir el ritmo de una canción, cuyas teclas de colores van bajando, muy al estilo Guitar Hero y similares. Aquí en vez de tener que pulsar todo correctamente, debemos absorber un color mientras evitamos el resto. Una vez tengamos suficiente cantidad, lanzamos un ataque al enemigo, y así hasta que el combate termine. Si te toca un color que no es el tuyo, pierdes el poder acumulado. Si absorbes otro color distinto, cambias de color pero pierdes lo absorbido hasta ese momento. Sencillo e intuitivo, aunque dar con la tecla (nunca mejor dicho) de qué colores son los más efectivos para cada enemigo, y lograr un ataque poderoso, eso es otro cantar.
Además el juego no te lo pone nada fácil, porque para cada enfrentamiento siempre habrá algún elemento de distracción o confusión. En según qué combates puedes ver como la pantalla se desdobla, se vuelve un mosaico, pierdes visibilidad, se invierten los controles… y así un largo etcétera a modo de masterclass de cuanto es capaz de retorcerse una mecánica (mucho, creedme). El diseño de los enemigos es de muy buena calidad y la música es impecable, no puedo decir más que bravo por ponerle tanto cariño en este aspecto. Cada enemigo tiene su propio tema musical y tocan prácticamente todos los géneros y estilos.

Existencialismo pixelado
Lo cierto es que el hecho de que el protagonista no tuviera una identidad definida me chocó un poco, y no hablo de un nombre, sino de un background propio. ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? A ver, de acuerdo, muchas de esas preguntas se responden relativamente pronto, pero lo curioso es que no importa en absoluto. La cuestión de Everhood 2 va más allá de los planteamientos del primer juego. Aquí vamos a recorrer un camino, sin más, vamos a visitar decenas de zonas, interactuar con seres a cada cual más extraño, resolver conflictos, subir de nivel… pero no somos nada, no tenemos rumbo ni meta. Y esto es un tema que daría para toneladas de páginas: la existencia y la razón de ser, el próposito y la responsabilidad.
Sí, lo sé, suena muy confuso y muy denso, pero es que es lo que nos transmite Everhood 2 tras toda esa sucesión de sinsentidos a golpe de ritmo. La sensación de que da igual lo que hagas, el mundo sigue girando y tú ni siquiera eres capaz de averiguar cual es tu papel en la vida. Muy complicado y, sinceramente, demasiado abstracto en este juego. Básicamente porque no te planteas el sentido de las cosas mientras estás peleando contra brocolis gladiadores a ritmo de metal. Pero ahí está.

Una propuesta muy atípica
A ver, partamos de la base de que Everhood ya era extraño (mucho), pero es que Everhood 2 está desatado. Parece como si se aprovechasen los temas existenciales para plantear una amalgama de niveles inconexos donde llegas, haces cosas, y te vas. Lo cierto es que, dentro de lo atípico, se disfruta muchísimo. El juego ofrece multitud de posibilidades, ciertas acciones y decisiones sí cuentan para el desarrollo de la aventura (de hecho yo me he saltado un buen trecho de aventura por haber derrotado a cierto enemigo a la primera). No es que las partidas de Everhood 2 vayan a ser distintas unas de otras, pero sí que ofrece muchísimas posibilidades para afrontar su narrativa tomando caminos distintos.
También hay que comentar un punto importante. Y es que aunque Everhood 2, al igual que su predecesor, tiene una gran legión de fans a su alrededor, lo cierto es que la propuesta es tan subjetiva y críptica, que posiblemente no te cale. Es lo que tienen este tipo de juegos: o te deja indiferente o te toca una fibra en especial y hace que lo ames, lo estudies y lo medites a cada paso. No hay término medio. Al principio no sabes absolutamente nada pero, conforme vas avanzando, quizás poco a poco te vaya entrando, o quizás no. Son juegos que yo creo que deben jugarse en un momento muy específico y con un estado de ánimo y mental muy concretos.

Sin traducción al español
Calidad de la historia y los mundos aparte, que, como ya he dicho, es algo muy subjetivo. Lo cierto es que una de las cosas que más le pesan a Everhood 2 es el no venir traducido al español, y esto es un problema. Es un problema porque, debido a la naturaleza de los temas que trata y las herramientas narrativas empleadas, necesitan de toda nuestra atención para entenderlo. La barrera del idioma es posible que sea algo insalvable para muchos, y aunque en mi caso no he tenido problemas, puedo entender perfectamente que esto suponga un impedimento. Más aún sabiendo que Everhood 2 está codesarrollado por un español.
Vamos que no puedo imaginar ningún escenario en el que ambos devs se reúnan y lleguen a la conclusión de que el juego va a salir en inglés, francés, italiano, chino simplificado, chino tradicional y japonés, pero no en español. Y encima digan «vale, sí, así está bien». Sé que a veces ciertas decisiones están fuera de según qué alcances, pero habiendo dado un toque de atención en la primera entrega, y con el poco esfuerzo (relativo) que supone una traducción al español. No costaba nada incluirlo. La comunidad hispanohablante disfrutaría mucho de esto.
Conclusiones
Everhood 2 mejora sustancialmente con respecto a su primera entrega. Nuevas canciones, nuevos mundos y más críptico que nunca. Una propuesta muy extraña que hará las delicias de los fans de su primera entrega, esta vez con un tema distinto pero igualmente profundo y reflexivo. El no incluir los textos en español puede suponer un problema, pero si no es así y te quieres aventurar, adelante, no te dejará indiferente.
Autor
Clase dual (Programador/Filólogo), antes era solodev y ahora estoy en proyecto de divulgador e investigador académico en game studies, próximamente multiclase. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas. Creo contenido, juego, leo manga y escribo, a veces varias de estas cosas a la vez.