Skip to content Skip to footer

The Longest Road on Earth y el porqué deberías jugarlo

Un camino único para cada individuo

Con The Longest Road on Earth siento como nos hemos marcado un tanto en este gran arte que es el de los videojuegos. ¿Cómo es posible crear una experiencia donde apenas tocando algún botón podamos hacer reflexionar tanto al jugador?. Esto es un videojuego, no me cabe la menor duda y es que aquí, si nosotros no movemos a ningún personaje, no ocurrirá nada en la pantalla. Las preciosas canciones que ha compuesto Beícoli para esta historia sonarán y sonarán pero no pasaremos a otra parte hasta que no decidamos pulsar un botón. Somos nosotros quienes debemos descubrir este largo camino y sin nuestros dedos no hay nada que se pueda hacer.

Sigue el camino

Aclarada la duda de si The Longest Road on Earth es un juego quiero pasar al apartado que me ha hecho escribir este texto sobre mi experiencia, sobre mi camino. Yo, personalmente, me he sentido como dice una de las canciones llamada “the dreamer“. Soy prisionero de mis sueños y es algo que, evidentemente, se desde hace muchos años. Es mi interpretación de la canción de manera personal, quizás a otra persona le haga sentir diferente. Soy consciente de cual es el rumbo que tomó mi vida ya hace más de 8 años cuando llegó al mundo mi pequeña. Todo mi camino tomó una bifurcación hacia lo desconocido. Había miedo, había frustración, había carencias pero había tanta alegría. Toda esa alegría y toda esa esperanza, aún no pudiendo hacer lo que a un soñador como yo le gustaría hacer, llenaban mi ser y aquí ha llegado The Longest Road on Earth para decirme una vez más que es un camino duro, que es un camino donde pueden suceder tanto cosas buenas como malas, pero no deja de ser nuestro viaje.

The Longest Road on Earth me ha hecho llorar. ¿Por el pixel-art?. ¿Por las escenas?. ¿O ha sido la maravillosa banda sonora que ha creado Beícoli?. Bueno, es un poco de todo porque decidme, aún transmitiendo como transmiten sus canciones, ¿me harían sentir lo mismo si no me estuviera viendo reflejado en esa escena?. Es una experiencia en la que todas las partes aportan su pequeño granito de arena y hacen que tu cuerpo se estremezca. Hace que sientas que el próximo paso que vas a dar va a ser un paso duro, un paso que es necesario e incierto y que, seguramente, dolerá. Aunque claro, también hay pasos bonitos, muy bonitos y que hacen que, de nuevo, tus ojos se vuelvan a llenar de lágrimas.

Qué bonito es cuando un videojuego te hace reflexionar y, por qué no, apuñala tu corazón antes de aplicarle una tierna tirita que lo alivia, aún en lágrimas.

Brainwash Gang ha dejado la jugabilidad pura de los videojuegos a un lado para ofrecernos un espejo en el que, estoy seguro al 100%, todos y todas nos veremos reflejados. Siempre habrá algún momento en esta maravillosa historia que nos rozará el callo acorazado con el que se protege nuestro corazón. En este pequeño texto no solo quiero reflejar mi experiencia personal con The Longest Road on Earth ya que mi intención es la de que juguéis. No hagáis caso de frases como “esto no es un juego”, “aquí no se salta, no se hace nada, solo se avanza”. ¿Sabéis que es más importante que saltar?. Aprender a caminar. Tan sencillo como eso. Jugad y juzgad la obra tras experimentarla, tras escuchar la dulce voz de Beícoli mientras desgarra parte de vuestro yo más sensible. Luego ya podréis decirme si esto no es un videojuego.

Enlaces de interés:

¿Te ha gustado? Apóyanos en Patreon para seguir creciendo y obtén acceso a contenidos exclusivos
Become a patron at Patreon!

Autor

Hermano menor. Padre orgulloso de que su pequeña adore también los videojuegos tanto como yo. Cuando me dejan y la vida me lo permite escribo sobre videojuegos en DeVuego y anteriormente en Comunidad Xbox.

Leave a comment

0.0/5

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.