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Submersed: ¿te asustan las profundidades?

Los escualos son un superorden muy antiguo formado por peces elasmobranquios de esqueleto cartilaginoso y cuerpo fusiforme, con hendiduras branquiales en posición lateral y la cola heterocerca y robusta. Presentan en su mayoría una gran boca situada en la parte inferior de la cabeza coronada por varias filas de dientes extremadamente afilados. El sentido que mejor desarrollado tienen es el olfato, que les permite oler la sangre de una presa a kilómetros de distancia. Los escualos, además, son conocidos comúnmente por el nombre de tiburones.

Estos animales han sido vistos por el ser humano como uno de los mayores peligros de la naturaleza desde hace siglos. Esto es, en parte, por su imponente aspecto y por su gran agresividad al depredar. Sin embargo, también es cierto que parte del miedo que nos transmiten proviene de la poca información que tenemos de ellos. Al ser animales marinos que raramente son vistos en la costa, es difícil recopilar información sobre ellos y, como decía Lovecraft, “la emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido“. El 27 de marzo de 2019 salió para PlayStation 4 Submersed, un videojuego que pretende recordarnos por qué deberíamos temer a estos animales. ¿Lo consigue? Os lo explicamos en este análisis.

Submersed es un juego creado por Main Loop, un pequeño estudio bilbaíno que, con la ayuda de la iniciativa PlayStation Talents, ha desarrollado esta aventura de terror donde el miedo, los puzzles y la gestión de recursos son las bases principales. En ella controlaremos a Jack Ballard, un paramédico del servicio de rescate marítimo que llega a las instalaciones donde se desarrolla la historia tras recibir una señal de mayday. Poco antes de aterrizar, el helicóptero en el que viaja sufrirá un accidente que lo dejará aislado en este misterioso lugar. Su objetivo, por tanto, será llegar a la sala de comunicaciones para emitir una señal de socorro, procurando no ser devorado por el camino.

Pocos serán los momentos en los que disfrutemos de momentos al aire libre, puesto que la mayoría de escenarios son bastante opresivos.

En Submersed encontraremos dos tipos de fases muy diferenciadas: las que tiene lugar en las instalaciones y las que requieren que nos metamos en el traje de buzo y nos movamos bajo el agua. En la primera, como digo, avanzaremos por la base investigando, resolviendo puzzles sencillos, recogiendo objetos y enfrentando pequeños tiburones en zonas medianamente inundadas. Lo más importante de estas fases son, como podréis imaginar, los encuentros con escualos. Por lo general, tendremos que adentrarnos en las zonas semiinundadas para conseguir un objeto que necesitemos evitando que los animales nos detecten para conseguir salir vivos del agua. Aunque estos momentos son cortos, son bastante intensos y generan una buena dosis de tensión.

Sobre esta parte del juego también es importante mencionar la gestión de los objetos, un aspecto que tiene su cara y su cruz. Lo bueno es que añade un plus de tensión muy interesante. Al ser los objetos bastante escasos, tendremos que saber cuándo utilizarlos, puesto que quedarnos sin puede dejarnos vendidos y en una desventaja aún mayor. Lo malo es que esta gestión puede llegar a complicarse bastante. Tanto en nuestro inventario como en las cajas en las que podemos depositar objetos para usarlos más adelante hay únicamente 8 slots disponibles. Esto, ligado al hecho de que no existe la opción de deshacerse de un objeto, puede ocasionar algunos quebraderos de cabeza. Una vez recojamos un objeto no consumible (como una llave inglesa o un destornillador) se quedará con nosotros hasta el final, ocupando un valioso hueco del inventario que podríamos llenar con una medicina o una pila para la linterna. Creo que estaría bien tener una opción para deshacerse de ellos o que directamente desaparecieran cuando no los necesitásemos más.

Algunos objetos como medicinas o baterías desaparecen del inventario al utilizarse, pero otros se quedan con nosotros durante toda la partida.

Las partes bajo el agua son más simples, pero no por ello más fáciles. Tendremos que movernos por estas zonas para desplazarnos entre edificios intentando evitar al tiburón alfa, un único enemigo mucho más grande y letal. En el camino encontraremos algunas zonas valladas o cubiertas donde el tiburón no nos ve. El objetivo será moverse por estas zonas seguras cuando el tiburón se aleje hasta llegar a nuestro destino. El impredecible recorrido del animal, el hecho de que pueda matarnos de un bocado, la poca visibilidad o la lentitud del desplazamiento por llevar el traje de buzo son factores que hacen un gran trabajo aumentando la emoción de estos momentos. Para saber cuándo podemos salir a la intemperie, dispondremos de un radar en forma de luz que mediante tres colores (verde, amarillo y rojo) nos informará de a qué distancia se encuentra la bestia de nosotros. Cuando estemos escondidos en estos parapetos se dará uno de los mejores momentos del juego. En ocasiones, el tiburón pasará a pocos centímetros de nosotros sin vernos, y es alucinante. Gracias a una buena ambientación y un mejor apartado sonoro, sentiremos que el animal está realmente junto a nosotros. Sin duda, un gran logro por parte de los desarrolladores.

Pero a pesar de lo interesantes que pueden resultar estas fases en un principio, es en ellas donde se encuentra el principal fallo de Submersed: hacerse repetitivo. Es fácil morir mucho en estos niveles, por lo que tendremos que repetir el mismo tramo varias veces. Será entonces cuando los factores antes he dicho que aumentaban la tensión puedan llegar a desesperar. Como queremos avanzar, todas las mecánicas que ralentizan el avance terminan haciéndose pesadas. Además, la poca visibilidad hace que no veamos a qué distancia está la próxima zona segura y la luz verde solo nos dice que el tiburón está “lejos”, pero al no tener referencias concretas se hace complicado saber cuándo salir. En algún momento yo he tenido que repetir el mismo tramo varias veces y aunque siempre saliese cuando la luz estaba verde, en algunos momentos llegaba sin problemas y en otros el tiburón me pillaba a la mitad del camino. Al final es más una cuestión de suerte que de habilidad.

Cuando nos desplacemos bajo el agua veremos a través de una escafandra que limita bastante nuestro campo de visión. Arriba a la derecha puede verse la luz del radar, en este caso en amarillo.

La historia, por su parte, es normalita. Plantea temas interesantes y, aunque no los desarrolla tanto como podría, al final cumple. Según nos cuentan, hay algún tipo de organismo que se introduce en el sistema circulatorio de los tiburones y altera su comportamiento. Algo que se me hizo un poco raro, sin embargo, es una escena prácticamente al principio donde se menciona que el protagonista se ha reincorporado recientemente al cuerpo de salvamento después de la muerte de su esposa y que sufre estrés post-traumático. Uno podría pensar que una información tan importante tendría algún peso en la trama, pero lo cierto es que esto no vuelve a mencionarse. No es nada grave, pero me pareció una maniobra extraña.

En cuanto al apartado visual no hay mucho que comentar. No es un portento gráfico pero tampoco se ve cutre, aunque a veces peca de demasiado oscuro, pudiendo complicarse un poco la exploración de los entornos. Sin embargo, es importante recordar el mérito que tiene que un equipo de dos personas alcance este nivel gráfico en su primer videojuego. Además, también hay que remarcar el gran trabajo que se ha hecho tanto con la vibración del mando como con el apartado sonoro. El resultado final es bastante inmersivo, y eso en esta casa lo valoramos muy bien.

Este es un claro ejemplo de como a veces los niveles pueden ser demasiado oscuros.

Como apunte final tengo que decir que he encontrado algunos bugs, la mayoría leves pero otros importantes. Sin embargo, no he querido darle importancia en el análisis porque la mayoría ya han sido solucionados. En ese sentido, el trabajo de Main Loop me ha parecido muy bueno. La comunicación ha sido excelente y desde que me puse en contacto con ellos para hablar del tema lo han solucionado tan rápido como han podido. Evidentemente, con un personal tan limitado es prácticamente imposible lanzar un juego de estas dimensiones sin problemas (y más aún siendo su primer trabajo), pero se esfuerzan en arreglar los problemas que puedan surgir.

Volviendo, por tanto, al principio del texto: ¿consigue Submersed hacernos temer a los tiburones? Bueno… habría que discutirlo. Desde luego el juego es agobiante y tenso, y más de una vez nos sentiremos indefensos y en peligro, pero no creo que se llegue a experimentar miedo como tal. Esto, unido a los problemas que he comentado puede hacer de la experiencia algo un poco irregular, con algunos momentos emocionantes y otros repetitivos y algo frustrantes. Además, creo que detalles como un selector de niveles para poder repetir partes concretas o un control más pulido harían que el resultado fuese más redondito. Aun así, se trata de una experiencia interesante y recomiendo darle una oportunidad a todo el que le llame la atención. A mí me ha durado unas 5 o 6 horitas, así que si buscáis pasar un par de tardes en tensión rodeados de perfectas máquinas de matar (planazo para el finde), tiraos de cabeza a por él.

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Redactor | Web

Ambientólogo y camarero. Amante de lo japonés, los dinosaurios y la sanfaina con atún. Escribo y juego tumbado, normalmente desde Barcelona.

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