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Inner Ashes, jugando a no olvidar

Aunque suene a tópico, siempre he defendido que los juegos indies tienen un espectro de temáticas mucho más valientes que los juegos AAA. Mientras que los grandes desarrollos tienen unas narrativas más encorsetadas y enfocadas a un posible público consumidor de sus propuestas, el indie puede profundizar en temáticas más alejadas del foco mediático y sumergirse tanto como el autor quiera. Como ocurre con Inner Ashes.

Creo que el género walking simulator nace de esta corriente. Su intención es intentar trasmitir un mensaje, o explorar los límites -narrativamente hablando- establecidos del videojuego dejando a un lado las complicadas mecánicas a las que nos tienen acostumbrados otros títulos. Son juegos que pueden no encajar en todos los perfiles pero que, cuando llega uno que consigue vibrar en tu misma frecuencia, cambia la percepción del género por completo.

La bofetada que me cambió por completo la percepción de los walking simulator fue What Remains of Edith Finch. Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual. Tal vez fue porque -tiempo después- me tropecé con The Stanley Parable y la rueda siguió girando. Gracias a estos dos títulos soy mucho más receptivo a este tipo de propuestas y por ello, hoy puedo estar delante del teclado hablándoos de un juego que bebe de estas corrientes que han marcado un precedente en el género.

Recordando a través de recuerdos

Inner Ashes bebe del walking simulator más puro para acércanos a una realidad que padecen millones de personas alrededor del mundo. Una enfermedad casi silenciosa, que va mermando al individuo, destruyendo lentamente la memoria e impidiéndole llevar a cabo tareas sencillas del día a día. Los que hemos tenido gente cercana con Alzheimer sabemos cómo funciona a nivel cerebral o cómo podemos intentar -en la medida de lo posible- retrasar su avance.

Sin embargo, muy poca gente conoce esta enfermedad en profundidad como para saber hasta qué punto impide la vida de una persona. Para ello Calathea Games Studio ha querido ponernos en la piel de una persona que padece esta enfermedad. Vivir sus día a día e intentar comprender como reacciona a través de sus recuerdos. O los pocos que quedan, fragmentados y borrosos en un mar de pensamientos inconexos.

Una carta encenderá la mecha del recuerdo de Henry; una que hacía mucho tiempo que estaba apagada. La letra de Enid activará -como una especie de resorte- una parte del cerebro de Henry que hacía tiempo que permanecía dormida. Tal vez porque la conexión con esa sección hacía tiempo que estaba inservible.

A partir de aquí seguiremos a Henry en su particular aventura. Una introspección que nos llevará a conocer a la persona antes que la enfermedad; a la personalidad detrás de una persona como tú o como yo. Una historia que ahonda en los sentimientos, la relación padre-hija y la superación de la pérdida de un ser querido.

Ambos -Henry y Enid- recorren un camino de la mano. De una manera innata, uno cuida del otro, sobrellevando una pérdida que afecta a ambos. Aquí es donde realmente empieza el relato de Inner Ashes, cuando la mezcla de emociones golpea Henry y Enid. Donde las diferencias se van haciendo cada vez más grandes y donde la confusión por lo que ocurre entre ellos se va haciendo más grande.

En este punto es donde Calathea Games Studio ha hecho un énfasis a nivel narrativo, cogiéndonos de la mano y haciéndonos espectadores de primera final de un relato tan real crudo como real. La historia de Henry es la historia de millones de personas, indefensas ante una enfermedad que avanza sin remedio. Sus esfuerzos, su confusión y su manera de intentar abordar la situación es lo que cualquier persona con esta enfermedad puede llegar a sentir en algún punto. Es tan real que duele.

No solo se queda en el pasado de Henry si no que exploran su día a día. Intercalando la historia con la realidad, Inner Ashes nos invita a acompañar a nuestro protagonista en su día a día, entendiendo las dificultades que se encuentra al hacer tareas básicas y cotidianas. Ponerse un café, buscar objetos o tallar, serán tareas que se le compliquen al olvidar los pasos más básicos de cada tarea.

Este ejercicio de empatía, es una de las mejores propuestas que tiene este juego. Comprender como, algo tan básico para nosotros como es coger una taza, puede convertirse en una tarea cuesta arriba para una persona con Alzheimer. El día a día, como una continua lucha entre él mismo y su propia cabeza.

Sin embargo, -aunque Inner Ashes incide en la repercusión que la enfermedad tiene hacia terceras personas- el juego también tiene un mensaje de esperanza. Siempre habrá gente dispuesta a ayudar, personas a nuestro alrededor que tenderán una mano. Esta figura recae en Joseph, un amigo del trabajo de Henry que ayudará en todo lo posible para que la relación de ambos no se deteriore. Un punto de inflexión que arroja algo de luz en un momento oscuro dentro de la historia de Henry.

La introspección de Henry la causará en gran medida los recuerdos de Enid. A través de un libro de ilustraciones bucearemos en cada parte de la memoria de nuestro protagonista. Una memoria fragmentada, idílica y onírica donde cada mundo nos contará su parte de la historia sin palabras, sin que nos demos cuenta. Cada recuerdo está anclado a un sentimiento. El mismo que Henry experimentó cuando el recuerdo fue almacenado.

Las partes de la historia donde es feliz se mostrarán brillantes, vivas. Sin embargo, cuantas más preocupaciones tenga Henry más hostil será nuestro entorno. Todos los detalles de cada mundo, actúan como una narrativa diegética contándonos el trasfondo de cada historia de una manera visual.

Este es el lenguaje de Inner Ashes. Trasmitir sin hablar. Conocer la historia sin ser conscientes de ello. Vivir una vida -la de Henry- fragmentada por algo más grande que él mismo. Una vida condenada al olvido casi perpetuo.

El inevitable viaje hacia el olvido

Inner Ashes es un viaje. Un viaje a través de los recuerdos pero también a través de los sentimientos, tan reales y humanos como la enfermedad que nos ocupa. La degradación de la mente impacta en una realidad que no es consciente de lo que ocurre. Acciones tomadas por el impulso de un cuerpo que se resiste a mermarse.

Esta es la historia de Henry pero podría ser la de Carlos, Pilar o Felipa. Personas a las que les llegó la enfermedad y no fueron siquiera conscientes de que su mundo cambiaría para siempre. Todo lo que habían vivido y aprendido se reduciría a una burbuja, una extensión de su propia mente creada para poder seguir adelante.

Calathea Games Studio ha puesto mucho de su parte para conseguir que empaticemos con esta historia, documentarla para conocerla a fondo. Una recreación de un proceso que tiene como objetivo aprender de ella. Historias corrientes que pueden tocarnos a cualquiera de nosotros y que, por desgracia, también afecta a nuestro entorno y a nuestro más allegados.

Lejos de lo que pueda ofrecer finalmente como producto Inner Ashes, tengo que aplaudir la valentía de intentar exponer una enfermedad como esta. Ahondar en ella y ofrecernos la experiencia de comprender -digitalmente- de primera mano una cómo se comporta. Con ello podremos empatizar más con el proceso y para entender las fases de una enfermedad irreparable.

Aún con un final feliz, el juego sabe trasmitir lo suficiente como para que nos llevemos una pequeña lección. Algo sobre lo que reflexionar. A veces es irremediable olvidar pero, si ocurre, que sea rodeado de la gente que más nos quiere. Enhorabuena equipo.

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Autor

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira.

Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos. De mayor quiero ser un gran pirata.

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