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Emma: Lost in Memories. A un pixel de perder la cordura

Emma: Lost in Memories fue lanzado en agosto de 2019 en Steam, Apple Store y Google Store, y este mes de mayo de 2020 ha sido lanzado en las plataformas de Nintendo Switch, PsVita y Xbox a un precio de 7,99€ desarrollado por SandBloom Studio y JanduSoft. Personalmente,lo conocía pero no había encontrado el momento de dedicarle unas horas, cosa que ya he hecho. A continuación os cuento mi experiencia.

Edición física de PSVita disponible para reservar con Play-Asia

Cuando conocí este juego lo clasifiqué mentalmente en la categoría de un plataformas “con posibilidades“. Seguro que no soy el único que, aunque no lo pretenda, se hace una imagen preconcebida de un juego con unos pocos segundos de su gameplay. Cuando vi que el suelo desaparecía bajo los pies de nuestro personaje me sorprendí bastante, es así como le añadí esa etiqueta.

Emma: Lost in Memories es un juego de plataformas 2D de desplazamiento horizontal hacia la derecha… casi siempre. Emma deja su casa persiguiendo un búho que pasa por delante de ella. De este modo ya tenemos la excusa para ir avanzando de izquierda a derecha a través de cada uno de los mapas que nos plantean.

Emma comienza su viaje

Hay dos cosas que diferencian este plataformas de otros. La primera es que para que nuestro personaje avance sólo debemos pulsar un botón, el mismo que usaremos para saltar. Ese será el momento en que inicie su movimiento y ya no se detenga hasta pasar de fase o morir de diferentes maneras. La segunda diferencia que lo convierte en original, es que, en cuanto comenzamos a avanzar, tanto el suelo como las paredes que toquemos irán desapareciendo del mapa.
Estos dos puntos hacen que, una vez pulsado el botón, te conviertas, en parte, en espectador de lo que sucede ante tus ojos, si no fuera porque el equipo de SandBloom nos está presentando un juego, no una película, y por ende, debe ser interactivo. Aquí es donde aparece tercera pata de la mesa para convertir esto en un auténtico juego: sus mecánicas en forma de habilidades, y para que no cojee también.

Emma se la juega deslizándose bajo todos esos pinchos

Recorres los primeros escenarios y vas asimilando la velocidad a la que se mueve Emma. Cuatro saltos sencillos y un par de rebotes en las paredes más tarde te habilitan para realizar un doble salto. Con esto, la complejidad del siguiente puñado de mapas puede escalar. Pero el ritmo de Emma: Lost in Memories digamos que no da lugar a que te relajes. Aún no has asumido el doble salto y en el siguiente mapa llega la capacidad de trepar por las paredes, y en el siguiente conocemos a nuestro amigo el dash o deslizamiento.

Ya tenemos nuestras armas presentadas y listas para enfrentar cualquier nivel que se nos ponga por delante… o eso creía yo.

El juego consta de cincuenta niveles divididos en biomas diferentes que constan de diez niveles cada uno y, a modo de nexo, hay un interludio. A lo largo de los niveles iremos descubriendo poco a poco la relación entre el búho y Emma a modo de breves conversaciones que aparecerán sin previo aviso.

En este punto voy a ser muy sincero, entiendo la narrativa del juego como la excusa, ya lo dije antes, para crear en torno a ella todo el juego. Pero una vez vas avanzando los niveles se complican de tal manera que a veces debes repetir en varias ocasiones cada uno de ellos. Esto provoca que pase mucho tiempo entre que lees uno de los diálogos entre Emma y el búho, demasiado tiempo en mi caso.

En el comienzo del viaje

Esto a mi me ha hecho perder el hilo en varios puntos, teniendo que tirar de memoria o de rejugar algunas partes para volver a leer esos textos. Textos que, también bajo mi punto de vista, desaparecen demasiado rápido de la pantalla y es que yo siempre defenderé que, cuando aparezcan textos, éstos se mantengan en pantalla hasta que el jugador pulse un botón. Pueden ser mil los motivos por los que debas apartar la vista de la pantalla un segundo, una llamada, una alerta en el PC sobre un vídeo que estás renderizando, la alarma que pusiste para que no se te pase la pasta… lo dicho, mil. Y personalmente me fastidia mucho perderme los textos siendo tan sencilla la solución para que esto no pase. Quizás sean cosas de la edad, quien sabe.

Dicho esto, la historia que nos cuenta Emma: Lost in Memories no es nueva, pero es totalmente válida y encaja perfectamente con lo que nos presenta un puñado de niveles más adelante.

Antes de hablar sobre esto, dejadme que os haga otra confesión. Emma es exigente. Mucho. Muchísimo. Llega a un punto en que llega a ser demasiado exigente para mi. Ahora es cuando agradezco ser cabezón y persistente. Eso sí, es exigente en cuanto a precisión. Una vez dominas las tres patas del juego, movimiento, desaparición de suelo y paredes, y habilidades, el juego te pide que no seas hábil, si no perfecto en cada salto, cada deslizamiento, cada agarre. Perfecto. Hay partes en las que debes saltar en un punto (diría que un par de píxeles, ufff sufrí mucho) y si por casualidad lo haces una fracción de segundo antes o después ¡ZAS! ¡Estás muerta!

Y creedme cuando os digo que los niveles se pueden complicar bastante, de hecho están tan bien diseñados que hay diferentes maneras de avanzar a través de ellos. Tanto es así que si decides ser el mejor entre los mejores, podrás tomar estos caminos alternativos con el aliciente de que, si haces todo todo bien, podrás recoger un coleccionable en cada fase, una pluma de búho que desbloquea extras en el álbum.

En varias ocasiones he tenido que levantarme de la silla, darme una vuelta, tomarme un rato, o un día, y volver a enfrentarme a la exigencia de Emma. Podría decir que no soy el más hábil en este tipo de juegos pero ¿de qué iba a servir? Lo que importa son las sensaciones. Y he de reconocer que hubo un momento en que seguí jugando más por tener que hacerlo que por puro placer. Es cierto que llevaba sólo diez niveles, pero estaba sufriendo. Todo estaba en mi contra. Mi torpeza y la exigencia del juego se daban la mano para ganarme la partida, cuando de repente y como si el diseñador de niveles del juego me estuviese vigilando, el juego me robó todo lo que me había dado.

De un momento a otro una de las patas de la mesa desapareció. Las habilidades iban desapareciendo. Primero el doble salto. Pasan diez niveles y desaparece el agarre a la pared. Otros diez niveles y adiós al dash. Es ahora cuando debes enfrentar el juego como desnudo e indefenso, sintiendo que estás a merced del escenario, que no puedes tomar decisiones y que todo lo que va a pasar no depende de ti, sólo tiene que pasar y tu única misión es iniciar el camino dando el primer paso, pulsando el botón.

Pinchos y más pinchos

Es en ese momento cuando añoras todo lo que antes era tan complejo y exigente. ¿Quién me lo iba a decir? Pero que quede clara una cosa, que no tengas las habilidades no hace que el juego baje su nivel de exigencia. Es evidente que no puede plantear los mismos laberintos entre suelos, paredes, deslizamientos y saltos, pero eso no significa que nos lo vayan a poner fácil.

La manera en la que resuelven esta situación es fantástica. Emma: Lost in Memories convierte lo sencillo en difícil de una manera tan básica que da miedo, bueno, y con la ayuda de los pinchos, los malditos pinchos.

Diez niveles después de echar en falta tus recursos vuelve a haber otro punto de inflexión, comienzas El Retorno. Ahora los niveles se recorren en sentido opuesto, de derecha a izquierda. Y aquí ya hay que sacar matrícula. Los mapas se suceden en una suerte de mezcolanza entre unas habilidades y otras, te dan el doble salto y el dash, luego otro nivel sólo con agarre, agarre y dash,… cabeza abajo (¿os he dicho que os odio SandBloom?) Variaciones que hacen que todo haya merecido la pena. Todo el esfuerzo por aprender a ejecutar cada uno de los saltos, agarres y dashes perfectos da ahora sus frutos y sientes como Emma vuelve a casa más libre que nunca, con más motivos y más convencida.

En realidad no os he contado nada de la historia porque no quiero destriparla, creo que se merece que la vayáis conociendo mientras hacéis vuestro propio viaje en Emma: Los in Memories. Lo que sí os diré es que en el título tenéis un poco de spoiler.


En cuanto al apartado técnico debo decir que no he encontrado ningún error, bug, crasheo y que el rendimiento ha sido fluido en todo momento. Algo que es de agradecer en un título de este tipo. A nivel estético o artístico, bueno, digamos que no es de lo más agraciado del juego, ni lo más importante tampoco. Se nota que la ciencia del mismo, donde se han dejado los euros, ha sido en todo lo que os he mencionado anteriormente. La banda sonora cumple, acompaña pero tampoco diría que es nada destacable. Aunque he de reconocer que cuando escribo estas líneas tengo el juego abierto y ha soñado una canción que no había percibido durante el juego y es francamente buena, agradable de escuchar y relajante.

El control del juego es básico, botón de salto, doble salto, stick izquierdo hacia abajo para el dash y para arriba para hacer el agarre. Aquí es donde tengo que quejarme un pelo. El agarre hay que hacerlo una vez topas con la pared, de nada sirve que estés apuntando hacia arriba mientras saltas porque cuando Emma
toque la pared se irá para abajo irremediablemente si no le das rápido para arriba. Y esto, que a primera vista es una tontería, a mi me ha sacado de quicio en varios niveles. Pero reconozco que es algo muy particular y personal mío, también me pasa cuando veo frases de interrogación o exclamación sólo con los signos finales… pero esto lo podemos dejar para otro momento si os parece.

Y hasta aquí mi experiencia a modo de primer análisis de un juego para DeVuego. Ya que ha habido varias confesiones a lo largo del texto, pongamos otra más sobre la mesa. Un primer análisis que no espero sea el mejor, sólo el comienzo de muchos más y que me ha costado mucho escribir. No por el hecho de teclear, si no por el hecho de exponer más allá de una opinión básica, un sentimiento generado por este juego. Espero que haya sido una grata lectura.

Por último, de este juego y muchos más hablamos en el último DeVCast. Si todo lo que te he contado más arriba te ha interesado, dejo aquí los links de compra y páginas de información relevante. Por otro lado, hay una edición de coleccionista de Emma: Lost In Memories para Playstation Vita que contará con una tirada de 1.000 copias e incluirá el siguiente contenido:

  • Tarjeta de juego para Playstation Vita (region free)
  • CD con la banda sonora original de Joan Aparicio Casamada.
  • Manual del juego.
  • Certificado numerado de autenticidad de edición limitada.
  • Caja de edición coleccionista.

Puedes reservar esta edición en Play-Asia.

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Autor

Video jugador, SuperBugFinder, me gusta lo indie, cuando tengo tiempo juego, si tengo más tiempo creo contenido en Twitch y  YouTube 

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