Cute Farmer Life: un juego de granjas diferente

La fusión de géneros si altera el producto

El género de las granjas está ya muy extendido. Tenemos un buen montón de videojuegos y cada uno de ellos ofrece algo completamente nuevo y distinto al anterior. La clave, según dicen los expertos, es centrarse en uno de los apartados y perfilarlo hasta dejarlo perfecto. Esto lo hace Stardew Valley (si, lo sé, no es español…) prácticamente con casi todos sus apartados pero claro, también ha creado una especie de standard que siguen a pies juntillas muchos de los nuevos proyectos que se adentran en el mundo de las granjas virtuales. Este mes ha llegado a mis manos Cute Farmer Life, el primer juego comercial (que no el primero en si…) de SE32, un desarrollador en solitario que se las ha ingeniado para hacer un juego de granjas con mecánicas de clicker, con un poquito de survivors y con una crítica social muy interesante. Mola, ¿eh?.

El despertar del her… del granjero, el despertar del granjero

Cute Farmer Life comienza, como muchos otros videojuegos, con un despertar. Pero esta vez el héroe está tan hasta las narices de su vida, de su trabajo y, en general, de todo lo que le rodea que acaba tomando una decisión drástica debido a un problemilla de salud. En esta vida se nos educa con una idea un tanto extremista y 100% capitalista: es necesario vivir para trabajar… cuando realmente debería ser “trabajar para vivir“. Es una idea que en nuestro querido planeta y en nuestra querida sociedad siempre llevamos grabada a fuego. Pero en Cute Farmer Life nuestro protagonista Matt está completamente hasta las narices de una vida que le ha esclavizado a su trabajo y decide romper con todo y largarse para poder así recuperarse de un “apechuche”.

A partir de ahora vivirá en una pequeña granja la cuál se encuentra ubicada muy cerquita de un pueblo apartado de la mano de dios donde lo más que escuchará serán los pajarillos cantando por el día. Aunque pronto se dará cuenta de que este pequeño pueblo esconde más de un secreto.

Granjero a tus herramientas

Como buen videojuego de gestión de granjas en Cute Farmer Life contaremos con una casita donde viviremos, un pequeño huerto donde cultivaremos nuestras legumbres y un par de corrales donde podremos también tener vacas y gallinas. Como veis, una granja muy sencilla donde pasar el resto de nuestras vidas viviendo tranquis, vendiendo nuestros productos en un cajón mágico (típico ya de estos juegos también…). El caso es que cuando vas a comenzar a sembrar te das cuenta de que este juego tiene algo distinto en sus entrañas y es que no está basado en días para el crecimiento de los alimentos sino en segundos. Si, has leido bien. Cada alimento tarda un tiempo en crecer, sin trampa ni cartón. ¿En que lo convierte esto? Pues en un videojuego de granjas “relajante” donde en realidad habita un clicker en su interior aunque salvando un poco las diferencias ya que se parece a ese género en la inmediatez más que en el hecho de pulsar sin parar un botón.

¿Qué quiere decir esto? Que en realidad nuestro colega Matt se fue al campo para vivir una vida tranquila y no va a poder ni dormir debido a las mecánicas jugables lo que acaba convirtiéndose prácticamente en un chiste continuo y en casi un reflejo de la realidad. Si pruebas a irte de noche a la cama te dirá algo así como “como voy a dormir ahora si la noche es el mejor momento del día…“. Por lo que, lo único que nos queda es trabajar incluso de noche.

El planteamiento, aunque sencillo de primeras, es muy efectivo. En Cute Farmer Life tendremos una serie de alimentos que podremos cultivar con unos nombres muy cachondos. Pero esos alimentos también tendrán una variante especial la cuál tendrá mayor valor. Con el dinero que vayamos sacando de las ventas podremos ir comprando tanto ganado como nuevas herramientas como el hacha la cuál servirá para talar árboles. Aquí todo está pensado para que cada proceso tenga un tiempo de espera. Cuanto más mejoramos nuestras capacidades haciendo dichas acciones, menos tiempo utilizaremos para cada una de ellas, economizando al máximo cada uno de nuestros movimientos.

Decir también que en Cute Farmer Life no hay nada como una barra de energía ya que eso iría en contra de su planteamiento a modo de clicker, deteniendo nuestro ritmo de la aventura. Lo único que no podremos hacer en nuestra granja es decorar la casa lo cual resta algo de profundidad y quizás podría haber dado un toque diferenciador. A cambio también es verdad que tenemos una experiencia mucho más centrada y rápida que la gran cantidad de videojuegos del genero que existen hoy día.

La sorpresa tras el clicker

Aquí las mecánicas marcan un ritmo muy rápido, rompiendo por completo esa “tranquilidad” que caracteriza a otros videojuegos del género. Si quieres, puedes ir volando pero eso no es malo puesto que que Cute Farmer Life de la opción para diferenciarse en el mercado con los demás juegos de este tipo de género. Pero este pequeño juego esconde tras su granjita un poquito más y es que, una vez conseguimos llegar hasta el pueblo, ahí conoceremos a sus habitantes y podremos conseguir ciertos objetos.

No me gustaría desvelar la sorpresa en si puesto que rompería un poco la magia de Cute Farmer Life pero he de decir que hay algo más que un simple juego de granjas con mecánicas heredadas de un clicker. El avance es sencillo puesto que solo hay que sembrar y recolectar para conseguir más dinero y así seguir creciendo hasta tener todos los bloques de campo habilitados (que valen su dinerillo). Una vez conseguido todo y llegados a un punto de su historia sucederá algo que dará un poquito de miga a todo lo demás añadiendo al juego ciertas misiones que incluso incluyen una batalla al más puro estilo survivors de los de ahora. Pequeños añadidos que hacen que la experiencia general escale un peldañito más.

Adorables a rabiar chicos, adorables a rabiar

En cuanto al apartado artístico podemos decir que cumple perfectamente con lo que se propone con modelos muy coloridos y “cuquis”. El juego tiene un ciclo día y noche que en realidad esconde un poco más de lo que parece a simple vista. No apenas tiene banda sonora puesto que la intención es la de dar al jugador ese lugar relajante para que cosechemos y atendamos a nuestros animalitos. Una nana nos acompañará bajo la luna mientras que durante los días solo se escucharán los sonidos del bosque. Su pixel-art sencillito que recuerda a videojuegos de 16 bits es la paleta perfecta para una historia tan llena de guiños y secretillos. Desprende ese aire mágico de antaño.

Conclusiones

Cute Farmer Life es una buena carta de presentación para una persona que lleva haciendo videojuegos muchos años pero que no ha sido hasta ahora que se ha lanzado a la aventura de auto publicar su obra. Un videojuego de gestión de granjas con la diferencia de que aquí se trabaja con el tiempo y no con los días por lo que, por momentos y en niveles ya más avanzados de la historia, sembraremos y cultivaremos a una velocidad más propia de un clicker. Esconde algunos secretos en su historia que al menos le dan ese punto diferente para continuar jugando hasta descubrir los dos finales que oculta al terminar el camino. A mi me ha durado casi 6 horas aunque aún me queda algún logro por completar. Una propuesta muy interesante y diferente que esperemos venda lo suficiente como para que SE32 se anime a lanzar un nuevo juego más pronto que tarde.

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