Duró apenas un par de segundos, pero sin duda ha sido el instante más histórico y relevante de estos meses. Me refiero a Crazy Taxi pa-ra PS2... Después de introducir el CD en la consola de SONY, y por primera vez desde que salieran los primeros juegos de Game Boy o tras el Sonic Pocket Adventure de Neo Geo Pocket, el logo de SEGA se habría paso en un juego para una consola que no ha sido fabricada por la compañía. Vale que es una licencia, que no es lo mismo que, por ejemplo, ver un Daytona o un Virtua Fighter, pero el efecto es similar al levantamiento del telón en una obra de teatro: que empiece la función. En esta ocasión, los actores son los juegos de SEGA, y el público los usuarios de todo el espectro de consolas. Muchos no habéis entendido esta política, y a juzgar por las cartas y emails recibidos, se respira una cierta indignación entre la legión de fanáticos de SEGA. Sin embargo, hay que ser cons-cientes de la difícil situación de la compañía, que en los últimos años había soportado pérdidas im-portantes. Económicamente no había otra salida. No hay que plantearse la situación creada como un «cambio de chaqueta», sino como una maniobra de supervivencia. Sin duda, lo que mejor hace esta compañía son sus juegos, títulos que siempre se convierten en referencia obligada para el resto de compañías. Si Sega se hubiera cruzado de bra-zos, quizá a medio plazo asistiríamos al ocaso de una de las grandes, con la consiguiente desaparición de una fuente inagotable de sensaciones en forma de videojuego. Aunque hayamos perdido una opción de hardware, hemos ganado una desarrolladora que dedicará todos sus esfuerzos a inundar de magia los hogares de medio mundo. Hoy quizá suponga una decepción, pero mañana el sacrificio será ampliamente compensado.
- Shenmue II: segundo capítulo de la más maravillosa historia jamás contada
- Time Crisis Operation Titan: el mejor juego para G-Con45
- Te contamos todo sobre la nueva Game Boy Advance